Poco a poco, los vecinos de San José del Valle, una localidad de 4.400 habitantes, la primera de la provincia de Cádiz en aplicar cortes de suministro por la sequía, van teniendo cada vez más horas de agua al abrir sus grifos. El bajo caudal del manantial de Tempul, situado a pocos kilómetros del pueblo, y del que se abastece en exclusiva, tiene mucha culpa. Pero también hay otros factores que influyen en que se haya llegado a esta situación.
El agua que llega a las casas de San José del Valle procede del manantial de Tempul, que se encuentra bajo mínimos por la falta de lluvias. Tras la prolongada sequía de 1993, se crearon pozos de emergencias en las zonas conocidas como la Zorra y Valdeinfierno, para unirlos al caudal del Charco de los Hurones y que así no dependiera solo de Tempul, pero nunca llegaron a conectarlos con la localidad.
Esa precisamente es la obra de emergencia que está llevando a cabo ahora el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana (CAZG), que se dio un plazo de diez días —que comenzó a principios de semana— para concluir los trabajos y dar así un segundo punto de suministro a San José del Valle.
Después de unos días de cortes prolongados de agua —de más de 15 horas, en algunos casos—, en una reunión a cuatro bandas entre Junta de Andalucía, CAZG, Ayuntamiento y Aqualia, empresa encargada del servicio, se manejaron distintas soluciones a este problema. La más inmediata, hacer llegar agua de Tempul bombeando en sentido inverso desde la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Cuartillos. Una vez termine la obra, llegará agua desde los pozos de Valdeinfierno y la Zorra.
El acuífero de la Sierra de las Cabras, situada entre San José del Valle y el manantial de Tempul, tiene un caudal con un valor medio histórico de 283 litros por segundo, según el Estudio hidrodinámico del manantial del Tempul elaborado por el Grupo de Hidrogeología de la Universidad de Málaga y el Instituto Geológico y Minero de España.
Este trabajo reseña que el Tempul, por encima de 900 litros por segundo, está en crecida, entre 900 y 75 litros, se encuentra en decrecida, y por debajo de 75 litros por segundo, está en agotamiento. Durante toda la semana, a San José del Valle están llegando entre 10 y 15 litros por segundo.
La Junta, tras la reunión mantenida con Ayuntamiento, Aqualia y Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, atendió la petición del Consistorio local de no permitir el riego a través de los pozos que hay en las fincas que rodean al pueblo, con explotaciones ganaderas y agrícolas. Eso, unido la recuperación del depósito que abastece a la localidad, ha hecho que vaya llegando algo más de agua, aunque fuentes consultadas por lavozdelsur.es no hablan de prohibiciones, sino de una "recomendación", por la alarma generada en el pueblo.
El propio alcalde de San José del Valle, Antonio González Carretero, en varios vídeos compartidos en sus redes sociales, ha señalado a varias fincas y el uso que hacen del agua, como las responsables de los cortes de suministro. "Las vacas comen verde y fresquito y los vallenses no tenemos agua", decía a este periódico hace unos días. "Ahora mismo nos llega poca agua y la mitad se pierde en el riego de los campos", insistía González Carretero.
Cronología del 'Water-gate' vallense
El pasado domingo, 18 de junio, apenas 24 horas después de la investidura de Antonio González Carretero, que engarza su tercer mandato consecutivo como alcalde, empezó a circular por redes sociales una imagen con los logos de Aqualia y el Ayuntamiento, que avisaba de cortes de agua que iban a empezar esa madrugada.
"Debido a la disminución del caudal aportado por el manantial de Tempul, única fuente de abastecimiento de agua potable al municipio; nos vemos obligados a interrumpir el suministro la próxima noche a las 0.00 horas. El suministro será restablecido a las 6:30 horas", decía el documento. El propio Ayuntamiento, a las 22:30 horas de ese día, lo desmintió.
"Hasta mañana lunes 19 de junio no nos reunimos Aqualia y el Ayuntamiento para tomar medidas ante la falta de suministro en Tempul", publicó el Consistorio en sus redes sociales. "Será entonces cuando, acordadas las medidas, se dará la información desde los medios oficiales del Ayuntamiento". "Está claro que hay algo que funciona más rápido que la propia realidad: los bulos", recalcaba el mensaje.
El lunes se hizo público un edicto municipal en el que se confirmaba que habría restricciones en el suministro, entre las 20:00 y las 6:00 horas, aunque en la práctica, este horario rara vez se ha cumplido. Aqualia, la empresa que gestiona el servicio, dispuso un depósito diario de unos 1.200 metros cúbicos, que es la media de consumo que se venía produciendo antes de los cortes, pero una vez el depósito se agotaba, el agua dejaba de llegar a los grifos. El martes fue en torno a las cuatro y media o cinco de la tarde y el miércoles, sobre las dos de la tarde.
Las fincas 'señaladas' por el alcalde
Entre San José del Valle y el manantial de Tempul hay una carretera sinuosa, la A-2201, que discurre entre fincas, cerca del pantano de Guadalcacín. El paisaje lo copan árboles, abundante vegetación y ganado bravo.
"Cada vez tenemos menos horas de agua y en fincas alrededor del Tempul se está regando indiscriminadamente el campo para que el ganado tenga pasto", decía el regidor vallense en un vídeo compartido esta semana. "No puede ser que San José del Valle no tenga agua y se esté regando para el ganado. Y no puede ser desde que está el decreto de sequía. Y todo con el beneplácito y la autorización de la Junta de Andalucía", insistía.
Las fincas a las que hacía referencia el alcalde son tres: Fuente Ymbro, Romerales y Taramal. A ellas apuntan también muchos vecinos, que no entienden cómo escaseaba el agua en sus casas mientras veían riegos con cañones, al estilo de los que hay en los campos de fútbol, en algunas fincas.
"Aquí se ha cometido un delito ecológico", comenta un ingeniero agrónomo consultado por lavozdelsur.es, que prefiere no revelar su nombre. "En estos terrenos se ha cambiado bosque mediterráneo por cultivos de regadío, cuando en la zona todo es secano", insiste.
Ahora, en el entorno de San José del Valle hay cultivos de olivar en intensivo, alfalfa o maíz, poco habituales en este territorio. "Se han sembrado plantas que no se adaptan a este clima, y que encima tienen una exigencia de agua mucho mayor", recalca el ingeniero agrónomo.
Dehesa Fuente Ymbro pertenece a las cuatro hermanas Warburg, de origen alemán, que tienen en la finca ganado de lidia, bovino, cerdos ibéricos, y desde 2016, olivar en intensivo, y almendros desde 2018, según recoge su página web. Este medio ha intentado contactar con la propiedad, sin éxito.
"Tras formarse durante varios años en el extranjero, las cuatro hermanas Warburg decidieron volver a casa para hacer comenzar un nuevo proyecto, y hacer llegar al mundo sus productos, esos que no encontraron en ningún otro lugar cuando tuvieron que abandonar el campo y que tanto echaron de menos. Así nace Dehesa Fuente Ymbro, una marca que incorpora la comercialización de productos agroalimentarios de nuestra tierra, principalmente aceite, queso, y miel", explica el portal online de la finca.
"El enclave único en el que estamos situados, San José del Valle, nos ha permitido desarrollar y trabajar unos productos 100% naturales y respetuosos con el medio que nos rodea", señala la empresa, una afirmación con la que no están de acuerdo muchos vecinos del pueblo.
En la finca Romerales se encuentra la ganadería de Fuente Ymbro, cuyo propietario es Ricardo Gallardo. Este empresario del mueble reconvertido en ganadero, natural de Villafranca de Córdoba, intentó ser torero, se hizo rico con la venta de mobiliario, y reinvirtió lo conseguido en una ganadería que copa las corridas de las mejores plazas de toros del país. Unos 200 toros y novillos tenía, a mediados del año pasado, gracias a la extensión de terreno que tiene en Romerales, además de 400 vacas.
"Hay quien prefiere comprarse un barco o esquiar en los Alpes, pero mi ilusión era criar toros, y así soy feliz; debo reconocer que el toro me ha dado vida", confiesa Gallardo en una entrevista en El País, publicada en verano de 2022. En ella, explica el origen del nombre de su ganadería, muy ligado al manantial de Tempul. "En árabe significa fuente de la mujer, porque en la finca hay un acuífero que cuando se llena derrama agua como una catarata y se asemeja a cuando una mujer rompe aguas antes del parto".
Dehesa El Taramal es propiedad del empresario maño Juan Verá, que ha declinado hacer declaraciones a este medio. La finca, según su web, tiene 600 hectáreas, y en ellas hay un rancho ganadero con más de 200 cabezas de ganado vacuno y 15 caballos y yeguas de equitación, con más de 200 hectáreas de cultivos de olivar, además de trigo y cebada. Es, también, coto privado de montería para caza de jabalíes, ciervos o cerdos salvajes, entre otros animales. Aquí, según fuentes de la empresa, no se riega por aspersión, sino a través de fertirrigación, por goteo.