La librería más antigua de Andalucía ya prepara su centenario: "Nos gustaría que viniera Pérez-Reverte"

La Librería Bozano se encuentra en San Fernando y en 2024 cumplirá 100 años de vida; a pesar de ello, sus propietarios se enteraron de casualidad que tenían el honor de ser la decana en la comunidad

Paco García y Cristina García, padre e hija, delante de la Librería Bozano.
Paco García y Cristina García, padre e hija, delante de la Librería Bozano. MANU GARCÍA

Era marzo de 1924 cuando Francisco de Paula García Bozano se estableció en un pequeño local de la calle Rosario de San Fernando para distribuir la prensa que salía desde Madrid y los distintos puntos de Andalucía. Aquello duró dos años antes de que empezara a vender libros escolares. Lo que García Bozano no sabía es que 98 años después, aquel local seguiría en pie e, incluso, unos metros más grandes. Tampoco era consciente de que casi un siglo más tarde, su apellido pondría nombre a la que es la librería más antigua de Andalucía.

Los inicios de este célebre establecimiento los cuenta Paco García, de 86 años, acompañado de Cristina García, de 55. Ambos son hijo y nieta del impulsor del negocio hace ya casi un siglo, una efeméride que desde ya están preparando. Aunque la cabeza visible actual es Cristina, por allí han pasado sus otros seis hermanos. Sin embargo, el único inamovible es Paco, aún vinculado a la librería desde que amanece hasta que anochece cada uno de los días.

Él se incorporó a los 20 años, en la década de los 50. Lo tenía claro a pesar de que su padre intentó que trabajara para la Fábrica de San Carlos. "A mí me gustaba mucho más el tema del comercio", comenta. Desde aquel momento, su vida ha transcurrido entre libros y librerías. Paco García fue el primer presidente de los libreros de la provincia de Cádiz, de ahí se convirtió en el presidente de la federación andaluza con la que visitó cada una de las ocho provincias, con sus correspondientes ferias literarias, "pude tener contacto y conocimiento del mundo del libro a través de los libreros", recuerda. 

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Paco García con una foto que muestra la fachada original del negocio.   MANU GARCÍA

Todo ello antes de que en los años 70 acabara dentro de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (Cegal), una institución que, curiosamente, ahora está investigando qué lugar ocupa Bozano entre las librerías más antiguas del país. Esos años que Paco García recuerda con pasión, le permitieron vivir diferentes experiencias como la creación de un premio literario de narrativa a través de la Agrupacion Provincial de Libreros. Una idea que le llegó después de conocer en un pueblo de la provincia de Cádiz  a un pequeño comerciante de frutas y verduras que reservaba un rincón para guardar libros y venderlos por la tarde, "eso tenía una fuerza tremenda para mostrar la vocación". 

"Me daba mucha pena cuando la policía en el Franquismo me pedía una caja de cartón y tiraba libros"

En todos estos años, este comercio local ha vivido distintas épocas políticas, económicas y sociales. La supervivencia la define Paco como "mantener una bicicleta en un alambre haciendo un gran equilibrio". Una de las etapas más duras para el negocio fue la dictadura franquista. Entonces, la policía llegaba por sorpresa y requisaba cajas y cajas de libros. Su hija, Cristina, le pregunta, "¿tú vendias libros prohibidos a veces a tus amigos?". Una de las imágenes que recuerda la actual cabeza visible del negocio es la del escaparate marcado con los escudos de la Falange. "Me daba mucha pena cuando me pedían una caja de cartón y tiraban libros", señala Paco sobre la época. 

Aunque la vida de Cristina también ha estado vinculada a los libros, no siempre ha sido de la mano de la librería de sus padres. También trabajó en otras que precisamente no son tan locales. Pese a todo, terminó volviendo. Sobre sus inicios recuerda que el mayor volumen de ventas era de libros técnicos debido a la gran cantidad de ingenieros, matemáticos, físicos o químicos que había en la zona por Bazán, San Carlos, o el propio Observatorio. Algo que se disparó con el cambio político en el país tras la muerte de Franco. "Somos muy críticos con nosotros mismos pero en San Fernando hay una cultura más extensa de lo que creemos", defiende sobre la ciudad.  "Me preguntaban que cómo en una ciudad tan pequeña se vendían tantos libros técnicos", añade Paco.

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Bozano nació en 1924 como distribuidor de prensa.   MANU GARCÍA

Con los años, la situación ha cambiado y, a pesar de que el libro técnico ha desaparecido; la novela, la literatura infantil o la literatura juvenil se han disparado. "Es mentira eso de que los jóvenes no leen", sentencia Cristina que achaca este auge a la educación en los colegios, donde se fomenta más la lectura, y también de los padres. "A raíz del confinamiento ha vuelto la venta de libro. La gente se ha cansado de estar delante de la pantalla".

"La gente está un poco harta de Amazon y la pandemia demostró que cuando los comercios estaban cerrados no había vida en la calle"

Sin duda, la pandemia ha supuesto un punto de inflexión para esta librería y para todo el sector. "Ha despertado el editor, el autor, el distribuidor y el librero", aseguro Paco. El veterano librero señala que antes del confinamiento no se le ponía énfasis en pedir los ejemplares que faltaran y se aplazaba al cliente al 'ya llegará'. Sin embargo, con la crisis del coronavirus todo ha cambiado. Bozano, como mucho, tarda dos días en tener disponible el libro en cuestión. Prácticamente lo mismo que Amazon u otra gran plataforma. "La gente está un poco harta de Amazon y la pandemia demostró que cuando los comercios estaban cerrados no había vida en la calle", añade Cristina.

El centenario de 2024

Aún faltan dos años para que Bozano cumpla su centenario, pero entre las ideas y la burocracia, la preparación para celebrarlo ya ha comenzado. A pesar de que la fecha es significativa, sus propietarios se enteraron durante el 95 aniversario de que regentaban la librería más antigua de Andalucía. Y fue porque la gente y la prensa comenzó a señalarlo. "A nosotros nos sorprendió", confiensan los dos. La librería de la discordia está en Córdoba y se llama Luque, sin embargo, la clave está en que, aunque la original es de 1919, ha cambiado de propietarios.

Por si acaso, ya han empezado a preparar un año que será muy importante. No quieren que se quede en la celebración del día del libro o en la conmemoración del aniversario y esperan la colaboración de la propia Cegal, la Cámara de Comercio, el Ayuntamiento o la Diputación. También de las editoriales, "espero que nos ayuden para traer a autores estrellas". Cristina García no esconde sus preferencias, "me encantaría Arturo Pérez Reverte".

También desliza otro nombre como el de Julia Navarro, con la que ya ha tenido contactos anteriormente con otras cuestiones y que "es encantadora". "Queremos tres estrellas", apostilla su padre. Sin embargo, ninguno quiere que se quede ahí. Esperan actividades de todo tipo, también en los colegios e institutos con diferentes temáticas. "Nos gustaría que fuera una cosa dinámica".

El oficio de librero

El mundo ha cambiado, pero quizás el oficio de librero no lo haya hecho tanto. Ambos coinciden en que es importante amar a la lectura y los libros, aunque no es suficiente. "Te tiene que gustar leer y tienes que tener visión comercial", señala Cristina. Como anécdota cuenta que La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón, se llevó un año sin que nadie lo tocara. Por entonces, ella trabajaba en La Casa del Libro y lo comentaba con compañeros, "lo vi y dije que era una maravilla. Muchos libreros lo leyeron y el boca a boca ha hecho que sea lo que es hoy en día. Ni Planeta lo vio". Esta librera destaca que para sobrevivir en el sector es importante que haya "muchísima rotación" en la librería y hay que conocer el mercado, "es lo que le guste a la gente, no lo que te guste a ti".

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El almacén de la librería, con novedades y reservas.   MANU GARCÍA

Por si acaso allí tienen a Dori, mujer de Paco y madre de Cristina, que se encarga de leer los resúmenes de las editoriales para dictaminar si es "fabuloso" o si pide que no se venda "ni al peor enemigo". Paco también aprovecha cuando se apagan las luces del comercio para echar un vistazo sobre los libros que a lo largo del día han abierto los clientes, "si me pica alguno, ya lo cojo entero".

Uno de los principales problemas que existen actualmente es la cantidad de libros que se publican en España. Bozano trae el 20% de las novedades porque el resto es inabarcable. "Se quedan autores que son muy buenos y no se descubren porque todos los años los autores consolidados tienen que escribir sus libros", lamenta Cristina. En su forma de trabajar mantiene el papel e insiste en ello a los comerciales a pesar de que muchas editoriales acabaron con este formato antes de la pandemia para facilitar las novedades, "me gusta ver con tranquilidad cuáles tienen buena pinta".

Apoyo al autor local

Si algo caracteriza a esta librería es que en su escaparate nunca faltan ejemplares sobre la historia de San Fernando o novelas de autores cañaíllas. "San Fernando es muy prolífica con los escritores", cuentan estos libreros que además destacan el éxito que tienen estos ejemplares, "hay gente que se los lleva todos". Entre ellos destaca un libro costumbrista sobre la historia de las salinas, dos volúmenes donde la evolución de estos enclaves se entrelaza con los contextos sociohistóricos.

Hablando de lo local, Bozano tiene otra librería frente a la Plaza del Rey, en la calle Real. Un local que Francisco de Paula abrió "pensando en que no le fueran a colocar una librería" y le hicieran competencia. Precisamente, el recientemente estrenado tranvía es una oportunidad, "con el tranvía queremos levantar la otra librería. Tenemos una parada enfrente y hemos detectado que la gente de Chiclana se baja aprovechando la librería", dice Paco. Quien dice gente de Chiclana también dice turistas que se quedan en los diferentes hoteles de la localidad vecina, "un madrileño se vuelve loco con una calle de comercios", añade Cristina.

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Libros técnicos de los que ya no hay.   MANU GARCÍA

Son 100 años, pero ven difícil otros 100 más. La actual responsable expresa que no cree que vaya a durar mucho más por su parte, "mis padres no querían que nos quedáramos y yo me quedé porque me picó el gusanillo como a él". Él, por su parte, afirma que se morirá con la librería puesta. Sobre su padre, Cristina dice que "no se ha dado cuenta ni de que tiene 86 años" ya que a veces sigue en la librería pasadas las diez de la noche.

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

Emilio Cabrera

Periodista.

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Comentarios (1)

Raquel Ortega Garcia Hace 2 años
Me enorgullece decir que Paco y mi difunta madre(Pepita García Màrquez) eran primos-hermanos. Me enorgullece también saber la repercusión que la libreria tiene en toda Andalucía. Como buena lectora, compre allí las dos o tres veces que pude ir... Y las que me quedan, si Dios quiere. En la librería Bozano, hay mucha diversidad y siempre encontré lo que buscaba gracias a mi tito Paco y a l@s que allí trabajan, personas muy competentes que cuidan con mimo a sus clientes. Por otros 100 año
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