Un recorrido de la mano de los jornaleros de ciudad que se dedican a la recolecta de un fruto no apto para el consumo humano directo, pero que sí se destina a la fabricación de mermelada. Entre finales de año y principios del siguiente, en una campaña que dura dos o tres meses, a lo sumo, se recogen unos frutos que varían según la temporada, pero que oscila entre 550.000 y 700.000 kilos. Este año, será un 40% superior al anterior.