Playa de Atlanterra: nadie quiere saber nada de los 100 metros prohibidos al baño por aguas residuales

La Consejería de Salud prohibió parcialmente el baño en esta playa tarifeña desde comienzos de julio por vertidos. Sin embargo, apenas unos carteles disuaden tímidamente y se aprecia un evidente incumplimiento; lavozdelsur.es habla con ecologistas, visitantes y administraciones

Una niña junto al vertido de aguas residuales que llega a un punto de la playa de Atlanterra, en una imagen tomada este viernes.

Penúltima semana de agosto, playa de Atlanterra, en Tarifa. La estampa es la habitual para una mañana de verano: familias encaminándose a la orilla por la pasarela de madera, el chiringuito comenzando a llenarse, grupos de amigos estableciendo sus 'campamentos' para pasar un día de playa. Nada hace pensar, a simple vista, que hay una zona de 100 metros de playa, justo en el centro, en la que no está permitido el baño. 

En el acceso a la playa que está ubicado junto al chiringuito La Lola, junto al cartel de 'prohibido acceder con animales', otro del Ayuntamiento de Tarifa indica la prohibición de baño en una zona determinada, marcada en un mapa de la playa. La dueña de un puesto de artesanía cercano relata que a veces hace de "servicio público", explicando a las personas asistentes la prohibición, y aclara que el verano ha sido prácticamente igual en lo relativo a la afluencia de bañistas.

Son justo 50 metros a cada lado de un pequeño arroyo que va a parar a la playa (y que cuenta también con un cartel), y que, si se sigue su recorrido, llega hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) ubicada apenas 500 metros más arriba.

Se trata de un punto de vertido de aguas residuales autorizado por la Junta de Andalucía para esta depuradora; punto de vertido que este verano se ha convertido en objeto de polémica por sus consecuencias.

A principios de julio, la Consejería de Salud y Consumo prohibió el baño en esta playa, en un radio de 50 metros a cada lado de un vertido de aguas residuales procedente de la depuradora. Y así ha permanecido durante casi ya dos meses. La Consejería realiza cada quince días un informe de las playas gaditanas que se basa en diversos parámetros exigidos por la normativa vigente, tales como la transparencia del agua, la presencia de aceites minerales, espumas persistentes y sólidos flotantes, o la detección de restos orgánicos y otros residuos que puedan comprometer la salubridad de las aguas. En el último, correspondiente a la primera quincena de agosto, este departamento mantiene la prohibición de baño en la misma zona de dicha playa.

Cartel que señaliza la prohibición, orientado hacia el otro lado de donde se encuentran los bañistas.  JUAN CARLOS TORO
Bañistas en la zona donde no está permitido el baño.  JUAN CARLOS TORO

Pero la prohibición, en la práctica, no parece surtir demasiado efecto. El día en que lavozdelsur.es visita el espacio, hay personas bañándose. Erik y Naiara son dos visitantes de Bilbao que pasean por la orilla. Han bajado a la playa por otro acceso diferente, y señalan que en su camino no han visto ninguna señalización. "Pero sí he notado el agua un poco rara en esta zona...", expresa Naiara. Están justo en el punto del vertido que da a parar al mar, que forma una especie de arroyo donde, además, los niños y niñas acuden con frecuencia a bañarse. Cerca de este punto, dos socorristas se sientan junto a su puesto. Ambos refieren no haber recibido indicaciones expresas de tener que pedir a las personas que salgan del agua, aunque lo suelen hacer, especialmente en el arroyo que se forma.

Desde el Ayuntamiento de Tarifa, el concejal de Playas, Nacho Trujillo (PP), confirma a lavozdelsur.es que es el Consistorio el encargado de seguir las indicaciones de Salud y garantizar el cumplimiento en este caso. En ese sentido, explica que han instalado cartelería y señalización al respecto, y que son los propios socorristas los encargados de informar a las personas de la situación. También recalca que "no hay ningún riesgo para la salud, porque el agua vertida sale cumpliendo todos los parámetros", y que cada semana la Junta realiza analíticas, a través de la Consejería de Salud y el 112, a las que el Ayuntamiento tiene acceso, que "hasta el día de hoy salen perfectas", pero se mantiene la prohibición "por precaución".

Los ecologistas reclaman infraestructuras adecuadas y un freno en la construcción

"Este es un caso más de los muchos que están ocurriendo en el litoral. Tenemos unas infraestructuras en general preparadas para, ponle, 1.000 personas, y en verano tenemos 10.000", expresa Lola Yllescas, una de las portavoces de Agaden-Ecologistas en Acción. "Pedimos que se haga un seguimiento del estado sanitario y contaminante de las aguas de nuestros mares", apunta. Este colectivo ha denunciado ante la Fiscalía al Ayuntamiento de Tarifa "por posibles daños al medio ambiente y a la salud de los usuarios de la playa", según explican en un comunicado.

La depuradora de Atlanterra, vista desde fuera.  JUAN CARLOS TORO
El vertido en su salida desde la depuradora. JUAN CARLOS TORO

En su demanda, también hacen referencia a las medidas adoptadas, que consideran "algo totalmente ridículo e insuficiente, tanto en relación a la información necesaria como a la distancia de la zona de prohibición del baño". Reclaman la reparación de la depuradora, que, a su juicio, está en mal estado, y una moratoria de futuras urbanizaciones.

No obstante, desde Aqualia, la empresa que gestiona la depuradora, aclaran a lavozdelsur.es que las instalaciones están funcionando de forma correcta y cumpliendo los límites establecidos para el vertido del agua tratada. Los análisis están "incluso por debajo de valores paramétricos", destacan. También confirman que el punto de vertido se autorizó recientemente en este punto, ya que el año pasado estaba en otro punto, dentro de una finca cerrada.

En un comunicado, la empresa también recalcó a finales de julio que la que se vierte a la playa es "agua ya depurada" y habiendo pasado "un proceso de limpieza en varias fases".

Por su parte, Verdes de Europa-Tarifa incide en que el tratamiento de esta depuradora es "secundario", "cuando el tratamiento para aglomeraciones de más de 10.000 habitantes debe ser más riguroso". "El gran problema de esto es que, por ejemplo, esta mañana, vecinos de Atlanterra pueblo han tenido que pedir cuatro cisternas de agua, porque se han quedado sin agua. El problema son todas las construcciones que están haciendo: que las autoricen sin existir agua. Yo, por ejemplo, vivo en El Cuartón, y aquí todas las noches nos cortan el agua", explica Rose Marie Hennecke, portavoz de la formación. 

Socorristas en la playa de Atlanterra.  JUAN CARLOS TORO
Varias personas transitan junto al vertido.  JUAN CARLOS TORO

Para los ecologistas, la causa de esta situación es la falta de infraestructuras para recibir a los visitantes que, durante julio y agosto, aumenta considerablemente, y la proliferación de nuevas construcciones.

Para paliar esta situación, la Diputación de Cádiz y el Ayuntamiento de Tarifa colaboran en un proyecto para la construcción de un emisario subterráneo para la depuradora. Pero, para los ecologistas, esta no es la solución. "El agua llegaría a las almadrabas, lo que significaría más problemas aún. Tienen que cambiar el sistema completo de la depuración a sistema terciario", sostiene Rose Marie Hennecke.

Y, por otro lado, apuntan a la necesidad de un freno en la construcción: "Pedimos que a la hora de recalificar tanto terreno como se está tratando de urbanizar en Tarifa, que se tenga en cuenta que las infraestructuras son necesarias, que no solo se pueden hacer casas, y más, y más, sino que previamente hay que hacer unos proyectos de urbanización y de infraestructura que hacen que se pueda conservar mínimamente el medio ambiente y no haya perjuicio para la vida", concluye Lola Yllescas.