La subida del aceite, desde el campo sevillano: "Producimos la mitad, pero con una gran calidad"

La sequía, los robos y los altos precios marcan la campaña de la aceituna en Sevilla. La Campiña y la Sierra Sur producen más que el Aljarafe

Una trabajadora, durante la campaña de recogida de aceituna.

La campaña de verdeo está llegando a su fin. Este año, la recogida de la aceituna de mesa en la comarca de la Campiña de Sevilla ha sido más complicada. Los agricultores no han tenido que enfrentarse a los precios bajos de cada temporada, pero sí a los ladrones que han llegado a las tierras para llevarse el fruto del trabajo de todo un año. En el Aljarafe, la producción ha bajado al 50%, aunque la calidad se ha mantenido. No obstante, los precios en las comarcas olivareras de la provincia han alcanzado cifras de récord histórico, especialmente los previstos para la nueva campaña de recogida de aceitunas de molino que acaba de empezar.

En uno de los pueblos donde han sufrido con más crudeza el problema de los robos ha sido en Arahal, porque, según los expertos del sector, es el municipio con mayor producción de aceitunas, sólo se ha visto afectada la calidad debido a las plagas del olivo. Había pagos con el producto arracimado en el árbol, por lo que llegar con palos, coger muchas y largarse a toda velocidad, ha sido más fácil que en otros municipios donde no se daban estas circunstancias.

Por esta razón, los agricultores de esta comarca definen la campaña de verdeo de 2023 con el adjetivo de "agridulce". Arahal, un pueblo de la Campiña sevillana situado a pie de la A-92 dirección Málaga, han sido dos meses duros. Ayudados por los guardas de los cotos, los agricultores se han encargado de la vigilancia a pie de olivo con el objetivo de avisar ante cualquier incidencia a los agentes de la Guardia Civil y Policía Local, cuerpos que se ha visto obligados a poner en marcha planes especiales que han intensificado los refuerzos en la campaña del verdeo pero con recursos insuficientes para controlar el campo las 24 horas.

Los agricultores se organizan

Aproximadamente, han sido una veintena los robos o hurtos registrados en este municipio, donde los agricultores calculan que se han llevado unos 20.000 kilos de aceitunas. La Guardia Civil ha recuperado en diferentes actuaciones más de la mitad del producto. Pero la tensión del sector podía palparse en un grupo de whatsapp en el que hay casi 400 agricultores y dos guardas de coto, además de agentes de ambos cuerpos de seguridad. Es la primera vez que se organizan de esta manera y, aún así, no han podido evitar robos que fueron más intensos las dos primeras semanas de verdeo, justo el tiempo que se ha adelantado este año la maduración de la aceituna.

Dos jornaleros, vareando un olivo.   CANDELA NÚÑEZ

En el resto de la Campiña y Sierra Sur sevillana también se han registrado robos, aunque en menor número. En algunos puntos ya ha comenzado la campaña de molino, es decir, se están recogiendo las aceitunas de distintas variedades con las que se fabricará el aceite de oliva extra para todo el año. Los agricultores vuelven a temer que se repita la historia. Los precios de la aceituna de molino están aún más altos que los de la aceituna de mesa, que se ha pagado este año entre 1,30 y 1,50 euros el kilo, dependiendo del tamaño y la calidad, informa Francisco Manuel Fernández, agricultor arahalense y uno de los responsables del impulso organizativo del sector en su pueblo. 

El precio de la aceituna destinada a aceite, aunque dependerá del rendimiento que se extraiga de la misma, aún no está estipulado, aunque se espera una subida con respecto al precio de años anteriores debido a la situación actual del mercado. No ha habido enlace de campaña por lo que las cooperativas de aceitunas y los molinos de aceite están sin producto para garantizar el suministro a sus clientes. 

De hecho, para José Manuel Núñez, un agricultor de La Puebla de Cazalla, la clave del verdeo ha estado en esta situación. "Los agricultores estuvimos esperando que las cooperativas pusieran precio a la aceituna de verdeo; si era similar al de otros años, la hubiéramos dejado toda para el molino cuyos precios sabíamos que iban a ser altos".

Juan Antonio Rivero, responsable del departamento técnico de Oleand Manzanilla Olive, la cooperativa de primer grado más grande de Sevilla, valora la campaña más en función de la sequía que ha provocado, por ejemplo, que las instalaciones de esta cooperativa situadas en La Puebla de Cazalla, abran con dos semanas de antelación. "Ha sido una campaña temprana porque la floración del olivo se produjo dos semanas antes de lo habitual. Pero también ha estado influenciada por el desarrollo de plagas, las suaves temperaturas de junio han favorecido la proliferación de la mosca y la acariosis del olivo. La aceituna ha sido de calidad inferior a otros años", explica el técnico.

Un tractor, transportando las aceitunas recogidas en la Campiña sevillana.    CANDELA NÚÑEZ

En la fábrica de Oleand Manzanilla Olive han entrado 20 millones de kilos de aceitunas en esta campaña procedentes de los pueblos de la Campiña y Sierra Sur, cinco millones menos del aforo previsto en un principio. La comarca ha registrado una cosecha de media alta, contrariamente a lo que ha pasado en los municipios del Aljarafe que han visto reducida la cosecha a la mitad con respecto al año pasado. 

Los datos referenciales los ofrece Juan Luis Oropesa, que además de agricultor de esta zona y presidente de la IGP de la Aceituna Manzanilla y Gordal Sevillana, preside la cooperativa Virgen de Loreto de Umbrete. "En esta campaña hemos producido un 50% menos que la pasada. En nuestra cooperativa han entrado unos 2,5 millones de kilos, la mitad menos, aunque la calidad ha sido extraordinaria". Los bruscos cambios climatológicos y la sequía han sido factores fundamentales que han provocado la disminución de la producción.

Según Oropesa, las zonas olivareras funcionan así: "Vamos siempre cambiados, cuando en la Campiña cargan, nosotros tenemos menos aceitunas y al año siguiente es al contrario".En cuanto a precio, asegura que "de momento no hemos planteado precios, pero sí sabemos que serán algo más altos que en otras campañas, este año crece la rentabilidad para el agricultor". 

Aceitunas recién recogidas de un olivo.   CANDELA NÚÑEZ

Oropesa está también centrado en las campañas de promoción que decide el Consejo Regulador de la IGP de la Aceituna Manzanilla y Gordal Sevillana, garante de estas variedades que ponen en valor en tres ámbitos: social, económico y ambiental. Llevan a cabo todo el año una labor de promoción que incluye al comercio y la hostelería. El día 15 de noviembre presentan una nueva campaña denominada ‘IGP Educa’ en la que quieren transmitir a las nuevas generaciones la tradición olivarera en los centros escolares.

De esta manera logran conseguir que la trazabilidad empiece por el agricultor y llegue a otros sectores para que la aceituna sevillana sea un producto social, económico y turístico. De momento, esta asociación sigue creciendo. "En esta campaña contamos con nuevos inscritos, empresas envasadoras, agricultores y cooperativas", apunta Oropesa.

El molino en plena campaña

A primera hora de la mañana, los agricultores se afanan en recoger la aceituna destinada a la producción de aceite desde hace algo menos de un mes. La mayor parte de los molinos, privados o de cooperativas, han comenzado a molturar para llenar las botellas que empiezan a venderse en los comercios y grandes superficies. Octubre empezó con el precio en origen del aceite de oliva virgen extra por encima de los 8 euros.

Las razones del precio del aceite se rige, como con el resto de productos, por la ley de la oferta a demanda. Según datos de la Comisión Europea, la producción de aceite mundial ha sido de 2,5 millones de toneladas, mientras que el consumo estaba a 3,3 millones de toneladas, lo que supone un desequilibrio muy grande entre oferta y demanda. 

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) prevé una producción en la campaña 2023/2024 de 765.300 toneladas de aceite de oliva, lo que supone un 15 % por encima de la baja cosecha de la temporada anterior (664.000 toneladas) y un 34 % por debajo de la media de las últimas cuatro. Además, desde este organismo, estiman unas existencias de enlace de 257.000 toneladas, un 43 % y un 52 % menores a las de la campaña anterior y a las cuatro últimas campañas, respectivamente.

Un jornalero, extendiendo las mantas en las que caen las aceitunas.  CANDELA NÚÑEZ

Rafael Brenes Oliva, agricultor de Arahal y productor de su propia marca de aceite (Savia Oliva), aunque reconoce que los precios están altos, no cree que la aceituna de molino se esté pagando a 2 euros el kilo como han asegurado a este medio otras fuentes del sector. Sí dice que esta campaña, tanto en aceituna de verdeo como la destinada a aceite, ha tenido muchos inconvenientes. "Primero los robos, hemos estado los agricultores pendientes de las tierras de noche y de día, y después el fuerte viento ha tirado muchas aceitunas de molino al suelo". Aunque los robos de momento son menos frecuentes que al principio, todavía se registra alguno. "Este fin de semana, han robado a uno de nuestros agricultores unos 2.000 kilos en el pago de la Vega", cuenta Brenes Oliva.

Antonio Fernández, gerente de la empresa aceitera Enoro, asegura que los precios de la aceituna de molino estarán entre 1 y 1,30 euros. "Quien diga que se pagarán a 2 euros el kilo, miente. El año que caigan 1.000 litros de agua, el campo se recuperará y la cosecha siguiente permitirá bajar el precio, pero ahora debe subir para que baje el consumo", asegura el empresario.

Este año de nuevo esperan una cosecha corta. "Pongo siempre de ejemplo las mascarillas que al principio de la pandemia valían 2 euros, porque no había, ahora las regalan". Pero el empresario cree que con las plantaciones del olivar superintensivo, el techo del precio bajará. "Podría incluso volver a los 20 euros la botella de cinco litros en cuatro o cinco años, digo que solo podría no lo aseguro", afirma. Su empresa, ubicada en Arahal, cumple su décimo aniversario en el mercado y vende aceite por medio de las grandes superficies en toda España.

El análisis por comunidades autónomas que hace el Ministerio de Agricultura  muestra un incremento de la producción respecto de la campaña pasada en Andalucía (+7 %), en Extremadura (+101 %) y en Castilla-La Mancha (+ 29 %). No obstante, en Andalucía, principal región productora, con un 70 % de la producción española, la cosecha se estima un 40 % por debajo de la media, especialmente por la baja producción prevista en las provincias de Jaén -primera provincia productora de España-, Córdoba y Granada.