Crear sinergias, entablar lazos y empaparse del sector cultural que emerge a un ritmo vertiginoso. Los proyectos culturales tienen su guarida en el Coworking Cultura y Empresa Cámara, ubicado en el Palacio de Borguetto de Jerez. Allí, en plena calle Sevilla, brotan ideas y surgen nuevos caminos. Antonio Juan Giménez es una de las personas que decidió dar un salto de su despacho a este espacio impulsado por la Cámara de Comercio jerezana con la colaboración de la Fundación Incyde y la Diputación Provincial de Cádiz.
“Lo descubrí a través de la prensa local, contacté con la Cámara y me pareció muy interesante y necesario para Jerez”, comenta este valenciano de 55 años que lleva 38 años afincado en esta ciudad. Él está al frente de The One Step Beyond, un proyecto de Management y producción musical que arrancó en enero de 2020, poco antes de que estallara la pandemia.
Este “melómano por defecto (y afecto)”, que disfruta escuchando música en vivo, estuvo casi 30 años trabajando en una asociación cultural. Hace unos 15 años empezó a tomar contacto con proyectos culturales de forma altruista. “Tenía como referencia actividades que se organizaban en Europa, eran actuaciones en espacios particulares, que no privados. Y emprendí encuentros para el público general, sin ningún tipo de filtro, ni por edad”, explica.
A raíz de estos ciclos musicales, empezó a crear contactos hasta que pudo dar vida a esta empresa que cumple cinco años. “Los artistas que programaba habitualmente me comentaban que si un día quería dar el paso a dedicarme profesionalmente a gestionar carreras de artistas, que contase con ellos”, explica a lavozdelsur.es. Así que, cerró una etapa y se lanzó a otra aventura.
Actualmente, desde esta empresa ofrece atención profesional integral a diferentes artistas y producciones de muy distintos géneros y procedencias. En concreto, realiza tareas de producción, representación y contratación de artistas para espectáculos musicales y artes escénicas, además de ofrecer servicios de producción para proyectos externos.
Su proyecto principal es Cuarteta” con Rosario Toledo al baile, Inma “La Carbonera” y Eva Ruiz “LaLebri” al cante, bajo la dirección de Idoia Zabaleta. También coordinan el ciclo de conciertos Passengers room en espacios singulares, con la presencia de músicos nacionales e internacionales como Aaron Thomas (Australia), Francis White, Buendía (Colombia), Ela Vin, Rick Treffers (Holanda), Alondra Bentley o Stanley Brincks & Freschard (Alemania).
“No nos gusta especializarnos en un estilo ni en etiquetas. Nuestro denominador común del conjunto de artistas con el que trabajamos es la calidad y la profesionalidad”, explica Antonio Juan, que muestra su satisfacción con el Coworking. Para él, este sector funciona a base de muchas colaboraciones. “Poder estar en contacto con perfiles muy diversos facilita mucho la creación de proyectos. Y está diseñado de una forma que es una maravilla para desarrollar nuestra labor”, expresa.
"Poder estar en contacto con perfiles muy diversos facilita la creación de proyectos"
Otro de los emprendedores que utiliza los recursos de este lugar es Antonio González, jerezano de 50 años que lleva toda su vida dedicado a la osteopatía para caballos. Este fisioterapeuta equino quiso probar un nuevo proyecto en 2021, cuando pensó en una empresa que pusiera en valor todas las bondades de Jerez. “Cuando contamos que somos de Jerez, conocían el vino, el caballo, el flamenco y nos decían que les gustaría ir y que si les podíamos ayudar. Jerez como marca tiene aceptación y demanda y se nos ocurrió crear algo”, explica.
Así nació Espacio VORS, nombre muy relacionado con su tierra que hace referencia a los vinos con más de 30 años, los más especiales y diferentes, como lo que quiere ofrecer. Algo “genuino y auténtico”. Desde esta iniciativa diseñan y organizan experiencias hechas a medida y bajo demanda relacionadas con el estilo de vida jerezano, muy vinculado al vino, el caballo o el flamenco.
“Somos sastres de las experiencias. Quiero dar un paseo a caballo por una viña de Jerez y que el dueño de la viña me haga una cata de su vino o me gustaría ir a caballo desde Jerez a Bajo de Guía, cruzando la Campiña. No lo encuentras. Nosotros te lo diseñamos”, sostiene Antonio, que se encuentra trabajando en el desarrollo de safaris a caballo por la Serranía de las Nieves, en Málaga.
"Hay networking, yo organizo tu experiencia y tú me haces mi página web"
Además, Espacio VORS funciona como plataforma de promoción de pequeñas empresas de turismo con propuestas distintas. “Un poco como más premium, no porque sea como súper caro, sino porque es algo súper exclusivo”, dice el jerezano.
También organizan experiencias para empresas y trabajan para la Administración pública en eventos relacionados con el turismo como el World Travel Market. Por ello, ya llevaban un tiempo trabajando con la Cámara de Comercio. “El coworking nos ofrece un espacio común donde poder interactuar y convivir con otras empresas con las que, al final generamos un networking. Yo te he organizado tu experiencia, tú me haces mi página web y así”, añade.
Esta ventaja del Coworking también la pone en valor Íñigo Gómez, jerezano de 43 años, que saca adelante Digitera, una empresa de design consultant, junto a Danny Bolger. Además de no estar encerrado en su casa, destaca “el contacto con la gente y ese sentimiento de no estar aislado de lo que es el mundo cultural”.
Fue Daniel Diosdado, el ilustrador, quien le habló de este espacio desde donde desarrolla un proyecto que inició en septiembre. Antes, había probado otras experiencias laborales. Cuando acabó la carrera de Periodismo se mudó durante un año y medio a Inglaterra para aprender inglés. A su regreso, en 2007, completó un Máster en diseño gráfico y diseño web que le abrió las puertas a distintas empresas.
En 2009 comenzó a trabajar en proyectos de animación para plataformas de aprendizaje, como en la Escuela de Pilotos de Jerez. Pero, en 2011, en plena crisis, decidió volver a Londres para desarrollar su carrera. “Allí me especialicé en diseño de aplicaciones para escritorio, experiencia de usuario. Fueron diez años. Con el covid me volví para establecerme otra vez en Jerez, trabajando en remoto para compañías inglesas y alemanas”, detalla.
Desde el coworking mantiene Digitera, que, para él, es una forma de atraer otros proyectos. “Aquí entra gente de otras empresas que, a lo mejor, necesita un diseño o anuncios para LinkedIn o un logo, pues nosotros lo hacemos”, dice Íñigo, que asegura que desde que entró le han salido propuestas.
Gracias al Coworking también ha dado rienda suelta a su otra faceta, como ilustrador de caricaturas. “Hace tiempo que no hacía exposiciones y este año estoy moviendo las obras y vendiéndolas”, señala. A esto se suma que está formado un grupo de música con su asociado, al ser ambos guitarristas. “Ha sido un cambio radical, socialmente ha sido un cohete”, dice.
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