El verdadero 'Ministerio del Tiempo' está en San Fernando

Un láser de luz verde para detectar la posición de la basura espacial, decenas de máquinas que miden el tiempo y una biblioteca llena de ejemplares con hasta cinco siglos de antigüedad son algunos de los secretos que esconde el Real Observatorio de la Armada, ubicado en La Isla

El jefe de la sección de Astronomía y el de Efemérides, junto al astrógrafo de Gautier.
El jefe de la sección de Astronomía y el de Efemérides, junto al astrógrafo de Gautier. MANU GARCÍA

En 1790, el navegante Jorge Juan, capitán de la Compañía de Guardias Marinas, decidió crear un observatorio astronómico para enseñar esta ciencia a los futuros marinos. Por aquella época, la Inquisición seguía teniendo mucho poder en España y las instituciones dedicadas al estudio científico de los astros no estaban bien vistas. Sin embargo, la navegación era una cuestión de Estado, y, para navegar, era absolutamente imprescindible saber de astronomía.

Gracias a esta necesidad, en 1753 nació el entonces llamado Real Observatorio de Cádiz, como una dependencia anexa a la Academia de Guardias Marinas. En 1798, el Observatorio fue trasladado a La Isla, donde se construyó, según los planos del Marqués de Ureña, el magnífico edificio que ha llegado hasta la actualidad. En él, recibe a lavozdelsur.es el director del Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA), el capitán de navío Antonio Pazos.

El almirante Antonio Pazos, director del ROA, en la biblioteca de esta institución.
El capitán de navío Antonio Pazos, director del ROA, en la biblioteca de esta institución. MANU GARCÍA

“El ROA ha sido un lugar muy importante para la Armada desde su creación. Tanto es así que el meridiano que se tomaba como referencia para la navegación era el meridiano de San Fernando, que pasa exactamente por el centro del observatorio. Este meridiano rigió toda la cartografía española desde 1801​ hasta el año 1884,​ cuando una conferencia internacional celebrada en Washington estableció como primer meridiano universal el de Greenwich”, explica el director del ROA.

Durante sus casi 270 años de historia, el Real Observatorio de la Armada ha ido añadiendo funciones y misiones a sus originales tareas astronómicas, como el cálculo de las efemérides y la publicación del almanaque náutico, el curso de estudios superiores, el depósito de cronómetros e instrumentos de la Marina, las observaciones meteorológicas, sísmicas y magnéticas, así como la determinación científica de la hora.

Cronómetros marinos pertenecientes a la colección del ROA.
Cronómetros marinos pertenecientes a la colección del ROA. MANU GARCÍA

“Mucha gente piensa que el Real Observatorio de San Fernando es un museo, y eso no es cierto. Es verdad que, por su larga historia, esta institución posee objetos, libros y herramientas científicas de un valor patrimonial incalculable, que nosotros exponemos con orgullo. Pero el Observatorio no es solo un lugar del pasado donde venir a disfrutar de nuestra colección de instrumentos antiguos: aquí seguimos muy activos y trabajamos cada día en multitud de proyectos”, reivindica el capitán de navío Antonio Pazos.

Es cierto: solo hace falta cruzar las puertas de este edificio emblemático para darse cuenta de que está lleno de vida. Científicos civiles y militares trabajan en su interior, en habitaciones con nombres tan sugerentes como la sala del tiempo, que hacen preguntarse a cualquier visitante foráneo si no es este el verdadero Ministerio del Tiempo. “Yo pienso que la labor del Real Observatorio es desconocida, en parte, porque está en San Fernando y no en Madrid”, confiesa su director. “Pero lo cierto es que sacamos muchos proyectos adela Por ejemplo, seguimos siendo los encargados de publicar cada año el Almanaque naútico, un libro que todavía, a pesar de la tecnología, es obligatorio llevar en los barcos”.

En la biblioteca del observatorio, que cuenta con más de 30.000 volúmenes, siendo una de las bibliotecas científicas más importantes del país, aún puede encontrarse un ejemplar de la primera edición del Almanaque náutico, que data de 1792. Junto a él, reposan obras tan valiosas como un ejemplar de la primera edición del libro de Copernico, “en el que aparece por primera vez un dibujo que explica el giro de la Tierra alrededor del sol”, precisa el capitán de navío Antonio Pazos.

Un ejemplar de una primera edición de un Copernico.
Un ejemplar de una primera edición de un Copernico. MANU GARCÍA

Entre las funciones de esta institución, probablemente una de las más importantes sea la de mantener el patrón de la unidad básica de tiempo (el segundo) y la escala de Tiempo Universal Coordinado (UTC, por sus siglas en inglés). Un Real Decreto de 1992 declaró al laboratorio de hora del ROA como laboratorio asociado al Centro Español de Metrología en el campo metrológico del tiempo y de la frecuencia, y al patrón que aquí se mantiene como patrón nacional de la unidad básica de tiempo.

“Antiguamente no era necesaria una hora oficial”, explica el director del Observatorio, “la gente se regía por la hora local. Sin embargo, a finales del siglo XIX, con el auge de las comunicaciones y del transporte, sobre todo del ferrocarril, se hizo necesario universalizar y oficializa’ el tiempo para que la gente tuviera una certeza real de a qué hora exacta salía su tren, viniera de donde viniera. Desde entonces, la hora oficial española es la que sale de San Fernando”, concluye el capitán de navío Pazos.

"La hora oficial de España es la que sale de San Fernando".
"La hora oficial de España es la que sale de San Fernando". MANU GARCÍA

La escala UTC (ROA), base de la hora local española, se genera mediante un algoritmo que combina información procedente de una batería de patrones atómicos de frecuencia, constituida por dos máseres de hidrógeno activo y cinco patrones de haz de cesio, optimizando la estabilidad y proporcionando otras características metrológicas de interés, como fiabilidad o control de la exactitud. El ROA participa, asimismo, con sus siete patrones, en la generación de la escala Tiempo Atómico Internacional (TAI)

“Nosotros comparamos nuestros datos de hora con los que emiten otros centros internacionales dedicados a esta misma labor, como el de París. A su vez, estos centros utilizan nuestros datos para comprobar la fiabilidad de los suyos”, explica el jefe de servicio la sección de hora, el capitán de corbeta Juan Manuel González, entre un montón de máquinas y ordenadores que no cesan de trabajar ni un segundo, nunca mejor dicho. “Algo realmente importante es que cualquier persona puede sincronizar su portátil, de forma gratuita, con el servicio horario del ROA a través de nuestras IP”, asegura. 

Los equipos que controlan 'el tiempo' en la Sección de Hora del ROA.
Los equipos que controlan 'el tiempo' en la Sección de Hora del ROA. MANU GARCÍA

“Además, nosotros ofrecemos un servicio de tiempo certificado para aquellas empresas o instituciones que necesitan llevar este tipo de certificación, por ejemplo, cuando firman un documento o cuando emiten una fotografía vía satélite”, relata uno de los encargados de la determinación de la hora oficial de España. "Actualmente, entre los organismos que tienen contratado este servicio, se encuentran los Ministerios de Defensa, Hacienda y Agricultura, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre o el Colegio de Registradores", señala.

Pero el control del tiempo y la frecuencia no es la única función activa del ROA. La labor que desempeña la sección de geofísica es otro de los grandes pilares de esta institución. En ella se encargan del estudio de la sismología, el geomagnetismo y la meteorología, entre otras cosas. Su principal responsable, el capitán de fragata Manuel Catalán, parte en diciembre a la Antártida en una expedición de carácter internacional —donde participa activamente el Observatorio—, que pretende estudiar los movimientos del magma en el fondo del mar. 

El capitán de fragata Manuel Catalán, junto a un antiguo sismógrafo.
El capitán de fragata Manuel Catalán, junto a un antiguo sismógrafo. MANU GARCÍA

“La sección de geofísica del ROA es la encargada, por ejemplo, de llevar a cabo la campaña de investigación de la zona económica exclusiva de España. Nuestro objetivo, a bordo del buque de investigación Hespérides, es efectuar levantamientos hidrográficos sistemáticos en la franja marítima que rodea la Península a lo largo de 200 millas náuticas mar adentro, porque, en toda esa zona, el Estado tiene derechos de soberanía para exploración y explotación de los recursos naturales”, cuenta el jefe de la sección de geofísica. 

“Además, realizamos estudios científicos enfocados a prevenir catástrofes, como, por ejemplo, estudios sísmicos en el mar de Alborán o en los alrededores de la isla de La Palma”, subraya este capitán de fragata. “Desde el ROA también nos dedicamos al seguimiento de la basura espacial: mediante un láser —emite un rayo de luz verde que bien conocen los habitantes de San Fernando— y el choque de éste con los espejos de los satélites artificiales, detectamos la posición de estos objetos y de la basura espacial en el espacio, y así podemos saber si hay modificaciones en su órbita o en su trayectoria”.

La sala de control del láser del ROA.
La sala de control del láser del ROA. MANU GARCÍA

El capitán de corbeta Lluis Canals, jefe de sección de Astronomía, trabaja codo con codo con Manuel Catalán. “Nuestra labor principal es el seguimiento de la basura espacial”, asegura. “Uno de los mejores aparatos que tenemos para detectar estos objetos es el telescopio Fabra ROA, situado en el Montsec, en el Prepirineo leridano, a unos 1.720 metros de altitud. Con él controlamos los objetos situados en la órbita geoestacionaria”, explica Canals.

Desde la detección de basura espacial hasta la determinación de la hora oficial española, el Real Observatorio de Astronomía de San Fernando realiza multitud de funciones vitales para los avances de las investigaciones científicas de nuestro país, en particular, y para todos los ciudadanos españoles, en general. Su situación en La Isla, casi en el punto más austral de la Península, no debería restar valía ni visibilidad a su gran labor.

Sobre el autor:

Marta Sánchez Gento.

Marta Sánchez Gento

Titulada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Granada. Empecé escribiendo en varias revistas de flamenco y en suplementos culturales, y fui becaria en el Instituto Cervantes de Madrid y de Toulouse. Recibí una beca Iberoamérica para estudiar durante un semestre en la Universidad de Buenos Aires y allí conocí otras formas de hacer periodismo. He formado parte del equipo de Contenidos de Bodeboca y de su Magazine Vignerons, y también he puesto voz al programa 'Entre tu orilla y la mía' de Radio Corazón Tropical.

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