Vidas chinas en Sevilla: el feliz año de los emprendedores que vinieron de las montañas a la Carretera Amarilla

El polígono sevillano se ha transformado para ser sede de almacenes de mayoristas y todo un ecosistema empresarial que rotula en dos idiomas. Colegio propio como puente entre culturas para segunda generación, restaurantes de verdadera tradición, parafarmacia... Un espacio en dos mundos

Lin, profesora en el colegio Yoer, en la Carretera Amarilla.
Lin, profesora en el colegio Yoer, en la Carretera Amarilla. MAURI BUHIGAS

El Polígono de Carretera Amarilla es un parque empresarial de los años 60, uno diría que casi pionero en el concepto urbanístico de agrupar empresas. Por aquí se hacía pan, el de Panrico, se escribían periódicos como El Correo, se vendían coches... Ubicado a una entrada de la A-92, está a medio camino entre el centro y Sevilla Este, donde confluyen la Ronda del Tamarguillo y la avenida de Andalucía, arterias de la ciudad.

Hoy, los carteles de muchos de sus 300 negocios han pasado al bilingüismo: tanto en español como en chino. Mayoristas y todo un ecosistema empresarial alrededor de éste. Montones de furgonetas y coches entran y salen cargados de productos de bazares asiáticos de buena parte de Andalucía. Donde hubo industria, hoy hay importación, empleos en el sector servicios, puestos de trabajo que ocupan decenas de españoles. En parafarmcias, colegios... No en vano, el Gobierno andaluz lleva tiempo trabajando para ampliar las alianzas empresariales con el país, gran potencia y actor imprescindible en la geopolítica. Y las ansias son conseguir el vuelo directo con Andalucía, que han marcado parte de la acción andaluza en Fitur.

CHINA CHINO SEVILLA 6
Fachada de una nave en la Carretera Amarilla.  MAURI BUHIGAS

En un restaurante, un grupo de chinos ocupan una amplia mesa. Van a celebrar el Año Nuevo Chino horas antes de que llegue, brindando, comiendo, aunque algunos con la ropa de trabajo, porque ni hoy, ni mañana, ni las casi dos semanas que son la gran celebración, pueden tomarse el festivo. Como aquí antes de las campanadas, la tele china, CCTV, emite un programa especial, como una gala. Es día de beber, comer, y sobre todo, estar con la familia. Porque en eso, y no es lo único, los españoles, y especialmente los andaluces, dicen en la comunidad china, nos parecemos: las fiestas son para estar rodeados de sobrinos, tíos, primos...

Un restaurante 'de verdad'

Padre e hijo, Jianquand y Wen, están al otro lado del mostrador en el restaurante Chuan Jiang de la Carretera Amarilla, en la calle Comercio. El hijo habla un español fluido, mientras que al padre le cuesta algo más. Llegó hace 20 años al país, y a Sevilla hace 11. Aquí hay comida "sin fritos", comida de verdad de China. Porque esos restaurantes chinos que conocemos de toda la vida son una adaptación de una gastronomía antiquísima que nunca había conocido la freidora de aceite hasta que llegaron aquí.

CHINA CHINO SEVILLA 1
El restaurante y una tarta con frutos secos que suele comerse en el Año Nuevo. MAURI BUHIGAS
CHINA CHINO SEVILLA 3
Patas de pollo guisadas, un plato típico chino.  MAURI BUHIGAS

La hermana de Juanquand está en Francia, pero se decidió por España. El padre es mayor y sigue allí. Cuando pueden, viajan a verle. Son de Zhejiang, una región de unos 50 millones de habitantes. Buena parte de la comunidad china en España, y en toda Europa, es de esta zona. Su capital es Hangzhou. Más del 70% del territorio es montañoso. 

Yoer, un puente cultural para niños de dos mundos

Yang Ling es la directora del Colegio Yoer, el centro educativo chino de la Carretera Amarilla, a un paso del centro comercial Los Arcos. Abrió en 2016. Lin es una de sus profesoras. El sentido de este colegio es dar cabida a una comunidad de alrededor de 1.500 niños procedentes de China, según calculan en el centro. Ellos tienen matriculados a unos 400. 

Parten de dos premisas. Hay padres de primera generación que han sacado adelante sus negocios, ya sean bazares, restaurantes, mayoristas... Y tienen hijos internacionales, que nacen o se crían en Sevilla. El riesgo cultural es doble: que el pequeño crezca con el idioma chino como el único que escuchan y hablan; o bien que pierdan sus raíces y se identifican plenamente con la sociedad en la que crecen. Cualquiera de los dos extremos resultaría una dificultad. Tan poco edificante para sus vidas resultaría no se adentren en el idioma y la cultura de aquí; o que directamente la hagan suya y desconozcan todo sobre China, incluyendo el idioma.

CHINA CHINO SEVILLA 29
Yang Ling, directora y fundadora de Yoer.  MAURI BUHIGAS

El Colegio Yoer es ese vehículo para los más pequeños y para adolescentes. Es un centro privado, con buena relación con el Gobierno de su país pero privado, que ofrece cada tarde un apoyo a las familias, como clases de refuerzo de los colegios donde los niños están matriculados con normalidad -un refuerzo necesario a menudo por el idioma-, y con clases tanto de español como de chino. Además, ahora han empezado a ofrecer clases de chino con un programa desde cero para españoles, cuyos padres ven que puede ser el idioma del futuro.

"Hay muchos niños que nada más hablan español y no saben hablar chino, y como los padres están trabajando, no tienen tiempo para enseñarles la cultura china", señala la directora. Tanto ella como su marido eran profesores en su país. Tenían familia en Europa y decidieron emprender. 

CHINA CHINO SEVILLA 18
Un alumno, en el patio de Yoer.  MAURI BUHIGAS
CHINA CHINO SEVILLA 24
Una maestra española, en el aula.  MAURI BUHIGAS

Lin, una de las profesoras del centro, recuerda cuando llegó por primera vez a Sevilla, en 2009. Había recibido en su país clases de español, era su segundo idioma extranjero después del inglés. "Me perdí por el centro de Sevilla cuando llegué, por los callejones. Un grupo se paró y fue muy amable y me ofrecieron llevarme adonde yo iba". Desde entonces, lo que ha conocido es cordialidad, cariño, en España, que ella también devuelve. Ambas también celebrarán el año nuevo chino, que es el de la serpiente, un animal que personifica "la sabiduría, la resistencia, la dureza". Y que, teóricamente, marca el carácter de los niños que nacerán este año.

Porque China es casi el 20% de la población mundial y dentro de ella hay muchos tipos de personalidad. Los de Zheijang son sureños criados entre montañas. Tienen fama, cuenta de Lin, de ser buenos para los negocios, de ser muy trabajadores. De ser gente dura, decidida, inteligente. Casi todos los niños y niñas que vienen a este colegio, como su directora, son de esta región, así que quizás por eso en Europa identificamos a toda China con ese carácter de inquietud hacia los negocios. Porque Zheijang es una zona difícil donde sobrevivir, "con poca comida, pobre", señala Yang Ling. Y esos niños, añade la profesora, aspiran en esta segunda generación a salir del círculo de la empresa de sus padres: "Ir a la universidad, tener otros trabajos diferentes". Esa es la importancia de Yoer, ser puente para ciudadanos con dos tierras, nacidos aquí, con rasgos y cultura de ambos hemisferios. 

Ester, una profesora sevillana en Yoer que estuvo en Wuhan en 2020

Cuando ocurrió aquello del covid en 2020, hace ya un lustro, Ester llevaba dos años en la ciudad de Wuhan. Accedió a dos becas, una de elllas, la famosa Confucio. Sevillana, se acabaría graduando en cultura e idioma chinos, aunque le costó. Porque a finales de 2019 empezó a oír que había que ponerse la mascarilla. "Yo lo achaqué a la contaminación". Pero luego vio que era más grave. Una ciudad universitaria donde acostumbraba a quedarse en el Año Nuevo Chino sola en su residencia, porque sus compañeros marchaban a sus ciudades de origen a pasarlo con la familia. Pero en 2020 no hubo nada de eso, sino el silencio, la soledad, acostumbrar al cuerpo a encerrarse cuando nadie lo había hecho hasta entonces.

CHINA CHINO SEVILLA 27
Ester, arriba a la derecha, con varias docentes y la directora.  MAURI BUHIGAS

En mayo, el Gobierno español contactó con ella y la sacó del país. "Me pagó el billete", que valía un dinero, dice. Pudo viajar pero terminó la carrera desde España, "en clases de madrugada", conectada frente a un ordenador, adaptando su horario al del otro lado del mundo. "Volví en 2023". Pasó por Xi'an, donde los famosos guerreros de terracota, y luego por Pekín. "En julio de 2024", hace unos meses, "me casé", con un ciudadano chino. Ahora trabaja en Yoer como profesora, como uno de esos puentes culturales entre ambos países para los niños y niñas. "Me he venido de urgencia porque a mi madre le ha dado un ictus". Cree que ya no volverá porque tiene que cuidar a sus padres. "Mi marido está allí, ahora lo que estamos intentando es que venga". Ester, que tan bien conoce las dos culturas, señala: "Son personas que considero muy valientes. Se vienen, abren sus tiendas, crecen superrápido. Son increíbles".

Paola, utrerana, y sus amigas chinas

En la puerta de un mayorista de la Carretera Amarilla, Paola, propietaria de una tienda en Utrera, no tiene más que palabras buenas para la comunidad china. "Convivimos muy bien", cuenta. Rechaza cualquier estereotipo, porque conoce a chinos de todo tipo de carácter. Más abiertos, más serios. "Trabajan igual que yo", dice sobre esa fama de no cerrar nunca sus tiendas, que a día de hoy, como puede comprobarse en muchas calles, no tiene tanto de real. 

Es amiga de Susana, que tiene una conocida cuenta de TikTok donde comenzó probándose los modelos de su tienda y se autoproclama como "la china con más arte". "La Chochona", dice de ella Paola, porque es así como la influencer se refiere a sus seguidores en redes. Susana explica que lleva "10 años en Sevilla", tras pasar antes por Alicante. "¿Sevilla te trata bien?", se le pregunta. "A mí me tratan muy bien, pero yo trato mal a la gente", bromea. "Te estás embilletando", le dice Paola. "Ay, me lías, choche", le responde en una videollamada Susana.

La parafarmacia de Huang Ying con Iván como empleado

Muy cerca del colegio hay una parafarmacia haciendo esquina en la Carretera Amarilla. Huang Ying también procede de Zhejiang, concretamente de la ciudad de Wenzhou. Lleva 24 años en España y hace una década decidió montar en Sevilla su negocio, rotulado con el nombre en castellano y en chino. Cuenta que va a celebrar con su familia el Año Nuevo, un día especial, aunque mañana hay que trabajar. Iván lleva seis años empleado también en el negocio, cuenta mientras repone una estantería.

Esta parafarmacia vende mucho producto a esa comunidad china que está en Sevilla. Huang Ying explica que también ayuda a mandar productos hacia China que allí no se encuentran con facilidad. "Nosotros ayudamos para que lo preparen y lo envíen", cuenta.

CHINA CHINO SEVILLA 10
Iván, empleado, y Huang Ying, jefe, en la parafaramcia.  MAURI BUHIGAS

En estos años, ha hecho una vida también sevillana, pues tiene muchos amigos de aquí, con los que "salgo, tomamos algo, comemos, chateamos, estamos con las familias"... Intenta ir una vez al año a visitar a su familia, aunque la mayoría ya están por aquí, si bien hay primos, tíos, esa familia amplia, a la que visita. 

Como Iván, hay una buena cantidad de españoles trabajando en estos negocios que regenta la comunidad china. Insertos en el sector servicio, ese que, según los datos de la EPA, sigue creciendo en Andalucía, en detrimentos de otras áreas como la industria, donde el paro ha subido un 50% en los pasados 12 meses. 

CHINA CHINO SEVILLA 28
Ping pong, una de las actividades del colegio Yoer. MAURI BUHIGAS

Todo se transforma en la Carretera Amarilla, donde se cocinaba pan envasado hoy se traen toneladas de importancias de la mayor industria del mundo. Quienes hoy son vecinos de Sevilla, que son propietarios de negocios o simplemente currantes, trabajadores. Duros, con habilidades para emprender desde que nacieron en su Zhejiang natal. Que celebran el año dos veces: el 31 de diciembre y en la noche del 28 al 29 de enero. Es el año de la serpiente y eso trae cosas buenas. 

El próximo 16 de febrero, la comunidad china celebrará por primera vez el Año Nuevo -una festividad alargada- en las calles de la Carretera Amarilla. En la avenida de la Prensa, abierto no solo a chinos, sino también a sevillanos que quieren conocer más de la cultura. Habrá bailes, comida... Un espectáculo que hasta ahora solo se daba en ciudades como Madrid, pero que gracias a las asociaciones, llega también a estas calles.

Sobre el autor:

pablo fernandez quintanilla 0002 4 1000x574 (1)

Pablo Fdez. Quintanilla

Subdirector de lavozdelsur.es. Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz, licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria en cabeceras de Grupo Joly, con varios años de experiencia también en empresas de marketing.

...saber más sobre el autor

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído