El 16 de febrero de 1936, 2.495.823 andaluces y andaluzas fueron llamados a las urnas para elegir un total de 91 parlamentarios. A pesar del clima de violencia entre los sectores más radicales, las del 36 fueron las elecciones donde más ciudadanos acudieron a votar –el 68,3%– con clara victoria del Frente Popular.
Así lo recoge la profesora de la Universidad de Sevilla, María del Carmen Fernández Albéndiz, en su libro Caídos por la República y por la Patria. Los diputados de 1936, editado por la Fundación por el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (Fudepa) y promovido por la UGT con la colaboración del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, que ha sido recientemente presentado en la Diputación de Cádiz.
“El franquismo nos arrebató una generación de políticos, pensadores, médicos, abogados y personas trabajadoras… pero también nos arrebató símbolos que aún no hemos recuperado, como es el caso de la palabra Patria, que está en manos de unos pocos al igual que otras como himno o nación. Palabras que siguen secuestradas y que debemos recuperar para crear cohesión”, expuso Fernández Albéndiz durante la presentación, para aclarar una de las motivaciones de una investigación que, además de indagar en fuentes documentales primarias, ha explorado en abundante bibliografía hasta el punto que define el título como “un trabajo de muchos”.
Del total de diputados electos como representantes de la ciudadanía andaluza durante la Segunda República, 26, el 28,5%, fueron asesinados en pleno ejercicio de sus funciones, ya que habían sido elegidos en febrero del 36. Fernández los cataloga como "crímenes de Estado, orquestados de forma sistemática por un grupo sedicioso, rebelde e insurrecto, sublevado en armas contra el gobierno legal y legitimo de su país, fruto de unas elecciones democráticas que habían tenido lugar cinco meses antes del golpe".
En aquellas elecciones, expone Fernánez Albéndiz, la izquierda obtuvo un total de 43 diputados: el PSOE 35 escaños, el PCE 7 y el Partido Sindicalista 1. Por su parte, las organizaciones pertenecientes a la izquierda republicana sumaron otros 30 escaños. IR: 15, PRF 1 y UR 14. El centro derecha republicano logró 9 diputados: 5 los liberales de Alcalá-Zamora y 4 los incluidos en candidaturas impulsadas por el gobierno de Portela. Y, por último, las derechas sumaron 9 escaños en Andalucía, repartidos entre la CEDA con 6, PAE 1, monárquicos de Renovación Española 1 y los carlistas 1.
Los nombres de los 16 diputados asesinados del PSOE eran Rafael Calbo Cuadrado, Antonio Bujalance López, Manuel Castro Molina, Vicente Martín Romera, Ernesto Fernández Jiménez, Antonio Martín García, Francisco Menoyo Baños, Juan Gutiérrez Prieto, José López Quero, Juan Lozano Ruiz, Alejandro Peris Caruana, Antonio Acuña Carballar, Luis Dorado Luque, Manuel Barrios Jiménez, Víctor Adolfo Carretero Rodríguez y José Moya Navarro. Los de la IR: José Palanco Romero, Miguel Rodríguez Molina y Manuel Muñoz Martínez. Los tres asesinados de UR: José González y Fernández de la Bandera, Gabriel González Taltabull y Ricardo Corro Moncho. Del PCE asesinaron a tres: Daniel Ortega Martínez, Bautista Garcés Granell y Cayetano Bolívar Escribano. Y a uno del PRP: José María Roldán Sánchez de la Fuente, revela el libro.
Fernández Albéndiz recuerda en su libro que el día 16 de marzo las nuevas Cortes iniciaron su andadura, a las 16:05, con una importante multitud de curiosos congregada en las proximidades de la Carrera de San Jerónimo. "El monárquico gaditano Ramón de Carranza ocupó el sillón presidencial como diputado de más de edad, procediéndose a las votaciones para la elección de la mesa de las Cortes. La sesión finalizó con un incidente protagonizado por el presidente de la mesa de edad, el viejo cacique gaditano Carranza, quien al grito de “¡Viva la República!” pronunciado por la mayoría de los diputados respondió con un sonoro “¡No me da la gana!”, expone la profesora como dato curioso de la jornada.
En las tres elecciones a Cortes Cádiz participó como una única circunscripción electoral, refleja el libro. De los 10 diputados elegidos en 1936, ocho por las mayorías y dos por las minorías, cuatro fueron asesinados por los sublevados tras la caída de Cádiz, entre agosto de 1936 y diciembre de 1942. Sus nombres: Rafael Calbo Cuadrado, Gabriel González Taltabull, Manuel Muñoz Martínez , Daniel Ortega Martínez.
Tres masones y un comunista por Cádiz
Rafael Calbo Cuadrado nació el 5 de octubre de 1906 en el seno de una familia de la burguesía gaditana, hijo de un médico, Juan Calbo y de Ángeles Cuadrado. Decidió seguir con la profesión familiar y estudió en la Facultad de Medicina de Cádiz, licenciándose con sobresaliente en 1927. Su primer trabajo fue como profesor ayudante en su Alma Mater, hasta octubre de 1931,
Tras aprobar unas oposiciones al cuerpo médico del Ayuntamiento de Cádiz, pasó a ejercer como médico tocólogo en los servicios de ginecología de la Beneficencia Municipal del Ayuntamiento de Cádiz. En octubre de 1933, a propuesta de la Junta de Facultad y del Rectorado de la Universidad de Sevilla pasó a ser docente de la Cátedra de Histología y Anatomía Patológica.
Contrajo matrimonio con María Ruiz Caballero, con la que tuvo dos hijas. En 1930 Calbo ingresó en la Masonería en la Logia Fidelidad nº 23 de Cádiz, con el nombre simbólico de Ramón y Cajal. Y dos años más tarde, en el verano de 1932, junto con otro diputado gaditano, Francisco Aguado de Miguel, pasó a la Logia Hermano Vigor nº 23. Con 24 años ingresó en el PSOE, siendo elegido en 1933 como presidente de la Federación Provincial. Se presentó a Cortes de 1933, pero obtuve un número insuficiente para obtener un escaño. Fue en 1936 cuando consiguió su escaño con 98.107 votos.
Gabriel González Taltabull nació en Jerez de la Frontera el 21 de octubre de 1891. Se instaló en Sevilla, donde ejercería como comerciante y periodista. Allí contrajo matrimonio en los años 2' con Sara Niza Pérez, de Alanís de la Sierra, y tendrían una hija en 1929, Sara González Pérez. Taltabull estuvo estrechamente vinculado con el andalucismo, formando parte desde sus inicios como vocal de la sección de conferencias de la junta directiva del Centro Andaluz de Sevilla creado en 1916, y colaborando además con numerosos escritos sobre el andalucismo o participando en las actividades organizadas por el Centro como la Asamblea Ciudadana.
Ya en la República, el 19 de enero de 1933, Taltabull asistió como representante de su partido a la Asamblea Regional Andaluza para la construcción del proceso autonómico andaluz, y participó en la Asamblea Regional Proestatuto en julio de 1936. Desde muy joven militó en la Juventud Radical Republicana ejerciendo su presidencia desde 1909. Desde entonces tuvo amistad con el sevillano Diego Martínez Barrio con el que trabajó e a principio de la década de 1910 en la campaña del Partido Radical en los pueblos de la provincia de Sevilla para captar el apoyo de las sociedades obreras, además de trabajar como redactor del semanario radical El Pueblo.
En 1917 fundó y dirigió el semanario republicano La Palabra y en las elecciones municipales de 1920 fue elegido concejal republicano del Ayuntamiento de Sevilla. Fue destituido tras el triunfo del golpe de Estado de Primo de Rivera,el 13 de septiembre de 1923, aqunque permaneció adscrito al Partido Republicano Autónomo de Sevilla durante toda la dictadura. Proclamada la Segunda República,yaPartido Republicano Radical, sería nombrado Gobernador Civil de Guadalajara, aunque fue cesado un mes después al ser nombrado Gobernador Civil de Cádiz.
En septiembre de 1933 en las elecciones al Tribunal de Garantías Constitucionales obtuvo el puesto de vocal por Andalucía en representación del PRR, aunque no por mucho tiempo, ya que Taltabull acompañó a Martínez Barrio en su escisión del partido y en la gestación en mayo de 1934 del Partido Republicano Radical Demócrata (PRRD) como presidente de la gestora del partido en Cádiz y más tarde, en septiembre de 1934, tras la fusión con el Partido Republicano Radical Socialista de Félix Gordón Ordás, como presidente provincial de Unión Republicana (UR) en Cádiz.
En las elecciones de febrero de 1936 concurrió como miembro del nuevo partido en la coalición del Frente Popular por Cádiz. Fue elegido diputado con un total de 98.154 votos. Con 23 años también participó en la masonerí, a principios de 1914, cuando fue admitido en la Logia Isis de Sevilla, donde comenzó su labor primero con el nombre simbólico de Hernani, y luego como Schopenhauer. Permaneció adscrito a la masonería hasta su asesinato en el verano de 1938.
Manuel Muñoz Martínez nació en Chiclana de la Frontera, el 15 de marzo de 1888. Su padre, Agustín Muñoz Rodríguez, era un militar de ideas republicanas; su madre, Mariana Martínez Gallo, trabajaba en en el hogar. Muñoz estudió bachillerato en el Instituto Columela de Cádiz e ingresó en 1904 en la Academia de Infantería de Toledo. En julio de 1907 retornó Cádiz con el puesto de segundo teniente en el Regimiento de Infantería de Pavía nº 46.
En enero de 1912 sería destinado a Málaga al Regimiento de Infantería Borbón nº 17, donde ascendería a capitán con un nuevo destino, primero en el Regimiento de Infantería Andalucía nº 52 y posteriormente, en 1914, en el Regimiento de Infantería Ceuta nº 60. En agosto de 1916, el capitán Muñoz contrajo matrimonio en Cádiz con María Dolores Pérez Martín-Arroyo, el matrimonio tendría tres hijos: Manuel, Agustín y María Dolores. Tras la boda, Manuel volvió a sus labores fronterizas en Ceuta, pero en noviembre resultó herido de gravedad.
Muñoz no volvería a Ceuta, ya en Cádiz fue trasladado al Regimiento de Infantería Pavía nº 40 con guarnición en el mismo Cádiz. Años más tarde decidió prestar juramento de fidelidad a la República el 26 de abril de 1931, acogiéndose luego a la Ley de Retiro voluntario de Azaña, para pasar a la situación de baja definitiva en el Ejército a finales de julio de 1931, tras haber prestado servicio durante más de veinticinco años y habiendo obtenido por ello varios reconocimientos. En marzo de 1926 Manuel Muñoz ingresaría en Cádiz en la Logia Fidelidad nº 23º de Cádiz, con el nombre simbólico de 'Yo' que más tarde sustituiría por el de 'Vigor', continuó en la Logia Fermín Salvochea hasta el 36.
Desde 1930 estaba adscrito al Partido Republicano Autónomo (PRA) de Cádiz colaborando con el periódico republicano Avance. En mayo del 31 fue nombrado vicepresidente primero del comité director del PRA. Tras la proclamación de la II República se convirtió en el principal organizador y presidente de la agrupación provincial del Partido Republicano Radical-Socialista en Cádiz.
Muñoz obtuvo el acta de diputado en las tres legislaturas. En las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de 1931 fue elegido diputado por Cádiz en la candidatura de la conjunción republicano-socialista, con 49.359 votos. Además, sería elegido por el Congreso para formar parte de la comisión encargada de esclarecer uno de los incidentes más duros de la República, los sucesos de Casas Viejas.
En las elecciones de noviembre de 1933 Muñoz Martínez concurrió como candidato del PRRS-I, siendo elegido por un total de 26.899 votos. Un año más tarde, en 1934, su deriva en Cádiz estuvo fijada en el establecimiento de Izquierda Republicana (IR), de la fusión de Acción Republicana de Azaña (AR), el PRRS-I y al Partido Republicano Gallego (PRG) de Casares Quiroga y algunos integrantes del republicanismo federal. En Cádiz el comité provincial quedaría constituido y presidido por Muñoz en un acto celebrado el 17 de abril de 1934.
Ferández revela que, para Muñoz, la relación con los nuevos gobernantes de centro-derecha en Cádiz fue siempre muy tensa, especialmente con el gobernador civil Luis de Armiñán. Este enfrentamiento alcanzaría las cotas más altas con el encarcelamiento de Muñoz por orden del gobernador en vísperas de la campaña electoral de febrero de 1936, bajo la acusación de haber participado en un mitin en la Casa del Pueblo sin autorización. En las elecciones de febrero de 1936 defendió de nuevo un puesto en las Cortes, esta vez por IR dentro de la candidatura conjunta del Frente Popular en Cádiz, obteniendo de nuevo un escaño con un total de 98.437 votos.
Daniel Ortega Martínez nació el 3 de enero de 1898 en Fuentecén (Burgos), pueblo natal de su madre, Vicenta Martínez San Martín. Su familia vivía en Finisterre (A Coruña), donde su padre Juan Ortega Garandar, de Sevilla, era maestro. El matrimonio tuve tres hijos además de Daniel: los mayores, Florencio y Carlos Felipe y el pequeño, Vicente.
La infancia y juventud de Daniel quedó marcada por la muerte de su madre en 1901 y la de su hermano Carlos Felipe en 1907. Dos años después, su padre volvió a contraer matrimonio en un pueblo de Sevilla, donde Daniel comenzó sus estudios para ser maestro. Los nuevos traslados de su padre le llevaron por Cádiz y Madrid.
Ortega terminó su bachillerato en 1919, mismo año en el que su padre obtuvo la plaza definitiva en Cádiz, trasladándose allí toda la familia.Tras terminar su servicio militar, Daniel comenzó la carrera de Medicina en la Facultad de Cádiz, mientras trabajaba como mecánico en un taller de coches para poder costear sus estudios que terminó en 1926.
Desde sus tiempos de estudiante en Madrid había entablado contacto con las juventudes socialistas, inclinándose por la sección que, tras el congreso de 1921, se escindiría para crear el PCE e ingresando en el partido. Luego decidió afincarse en el Puerto de Santa María, donde continuó en la clandestinidad con su labor política. Fue detenido en 1927, tras una reunión junto con otros comunistas gaditanos, y liberado pocos días después. En este mismo año comenzaría su vida en común con María Luisa Rendón Martell, con quien contrajo matrimonio civil un año después, el 28 de junio de 1928. Mª Luisa era hija de Francisco Rendón San Francisco, de profesión relojero, uno de los miembros más destacados del PCE en Cádiz y ella misma se convertiría en una activa dirigente de las movilizaciones obreras en El Puerto de Santa María.
El matrimonio se instalaría en la calle San Bartolomé donde comenzó a ejercer como médico con ayuda de su mujer y donde además continuarían con sus actividades políticas clandestinas. Este se ganó el mote de 'médico de los pobres'. Durante la dictadura de Primo de Rivera su labor política no se vio interrumpida, porque a principios de 1930 de implicó implicado en la reconstrucción del mundo sindical gaditano, adscribiéndose al Comité Nacional de Reconstrucción de la CNT Revolucionaria, vinculado a la Internacional Sindical Roja, que se convertiría en el sindicato comunista.
Daniel concurrió por primera vez a unas elecciones el 12 de abril de 1931 como candidato de la lista obrero-campesina junto a otros comunistas y ugetistas. En los inicios de la II República Ortega volvería a ser detenido el 14 de mayo, junto con otros dirigentes comunistas, a raíz de la “quema de conventos” el día 12 en localidades cercanas a El Puerto como Jerez, Cádiz o Sanlúcar de Barrameda, aunque fue puesto pronto en libertad por ausencia de pruebas. Esta detención impidió a los líderes comunistas presentarse a las nuevas elecciones municipales del 31 de mayo.
En 1932 Daniel se había convertido en una de las figuras más destacadas del comunismo gaditano, teniendo cada vez más peso ante los organismos del partido, De nuevo en noviembre el país concurría a unas elecciones generales, formando de nuevo parte de la candidatura del PCE, esta vez sí, por Cádiz bajo la denominación de Frente Único Revolucionario. La experiencia del bienio derechista llevaría en febrero 1936, a la izquierda a concurrir a unas elecciones en una candidatura conjunta, el Frente Popular, en la que Daniel Ortega sería el candidato del PCE por la provincia de Cádiz, siendo elegido por un total de 97.818 votos, concluye en este apartado Fernández Albéndiz.