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14 de abril, un aniversario tricolor

La República nos fue robada violentamente mediante un levantamiento militar a los cinco años de su proclamación

14 de abril de 2025 a las 07:00h
Proclamación de la Segunda República española.
Proclamación de la Segunda República española.

"La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria. Los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial son funcionarios públicos. La libertad de cátedra queda reconocida  y garantizada. La República legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de la enseñanza, a fin de que no se halle condicionado más que por la actitud y la vocación. 

La enseñanza será laica, hará del trabajo  el eje de su actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana. Se reconoce a las Iglesias el derecho de enseñar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos". (Art. 48.- Constitución de la República Española. 1931).

El martes 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República, justo dos días después de que las elecciones municipales dieran el triunfo -fundamentalmente a través del voto urbano - a las candidaturas republicanas. Este año se cumplen, por tanto, 94 años. Las elecciones a Cortes Constituyentes se celebraron el domingo 28 de junio de 1931 y la Constitución Republicana fue promulgada el lunes 9 de diciembre del  mismo año.

Estuvo vigente  hasta  el 1 de abril de 1939, fecha en que se dio por "finalizada oficialmente" la Guerra Civil provocada por el golpe militar —finalmente triunfante— contra la República y llevado a cabo el 18 de julio de 1936.

Nos dice el escritor Isaac Rosa que: "... entendiendo la República no sólo como una Jefatura de Estado elegible (que no es poco), sino como un modelo de convivencia orientado por los principios republicanos de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Sin olvidar la Laicidad frente al carácter católico de la Monarquía española. Y también por justicia histórica con todos los republicanos y republicanas que lo intentaron y fueron aniquilados".

Para Isaac Rosa "... la crisis española, en lo que tiene de saqueo, de impunidad y de regresión democrática,  es también la crisis de una Monarquía que no ha sido ni mucho menos decorativa, sino una pieza fundamental como clave de bóveda del sistema institucional y económico español". Señala, igualmente, "... a la Transición como culpable del colapso democrático en el que vive España. Es necesario reclamar un nuevo sistema en forma de República que alumbre un nuevo tiempo ilusionante como el abierto aquel 14 de abril de 1931".

Hablar de República es hablar de Justicia Social, de Educación, de Solidaridad, de Federalismo... hablar de ella, por fin y cada vez más,  sin coacción, sin tabúes, sin dificultad, sin recelos ni desconfianza, después de  tantísimos años de pulverización permanente.

Estoy convencido que la actual desafección ciudadana, más que un rechazo a la política, es una censura a esta política y a muchos de nuestros políticos. No es hacia la democracia, sino hacia las reducciones y limitaciones de "esta democracia". El salvaje modelo económico que se sigue imponiendo con la excusa de la última crisis económica que arrastramos desde 2008, nos está conduciendo paralelamente y casi anestesiados a un achicamiento aún mayor de la "ya mermada, desde su nacimiento, democracia de la Transición".

Nuestra Monarquía, fue instaurada  por el dictador Francisco Franco en julio de 1966, cuando nombró ante "sus Cortes Españolas" a Juan Carlos de Borbón como su sucesor con el título de Príncipe de España. Posteriormente y siendo ya rey desde noviembre de 1975, la Monarquía fue restaurada oficialmente el 14 de mayo de 1977 tras la renuncia de su padre Juan de Borbón y Battenberg. 

Como toda Monarquía, la nuestra,  resulta anacrónica y contradictoria. No debería ser que para toda una Jefatura de Estado baste con ser heredero o heredera y se ejerza después con carácter vitalicio, mientras que el resto de los principales cargos institucionales son fruto de las urnas ya sea directa o indirectamente.

Como nos diría el profesor  Sánchez león, "la República es mucho más que un concepto de jefe de Estado. Es el bien común frente a los privilegios particulares, la virtud de lo cívico y el respeto institucional". 

La bandera tricolor se va convirtiendo  en  el símbolo colectivo a favor de la Escuela Pública, de la Sanidad Universal, del Derecho a la Vivienda, de Servicios Sociales, de un Estado Laico y contra la corrupción  y el capitalismo embravecido  que nos devora.

La República nos fue robada violentamente mediante un levantamiento militar a los cinco años de su proclamación. Se machacó (a través de la muerte, del exilio y de la represión de cantidad de republicanos) cualquier vestigio posterior de la misma  a lo largo de una cruel dictadura de casi cuarenta años implantada sobre la victoria de una guerra civil, que nos devolvió  a décadas anteriores en cuanto a los avances producidos en el corto período republicano.

Posteriormente, nada se hizo en la Transición por recuperar sus esencias y desposeerla  del carácter  de "maldita" que, intencionadamente, le había acompañado a lo largo de la Dictadura. Nada se hizo por rescatar la palabra "República" como símbolo de una España que deseaba asomarse, por fin, al mundo moderno  a través de una democracia  avanzada. Nada se hizo por recuperar la dignidad  y el reconocimiento de tantos y tantos  que hicieron de la República su razón de vida. Nada se hizo por desbaratar  la falsa idea de que la República condujo a la guerra civil, olvidándose del previo levantamiento militar contra la misma. Noventa y cuatro años después, permanece encendido su recuerdo  y sobre todo  la esperanza viva  en aquellos ideales republicanos  frente al presente al que hemos llegado. 

En el referéndum de la Constitución (1978) se mezcló intencionadamente —según reconoció muchos años después el presidente Adolfo Suárez a la periodista Victoria Prego—  la aprobación del texto constitucional con la aceptación indirecta de la Monarquía. 

Se temía, en palabras del propio Suárez, que un referéndum exclusivo sobre la Monarquía hubiera dado un resultado negativo. 47 años después de aquel referéndum constitucional, se sigue esperando la celebración de una consulta oficial sobre la República que nos fue arrebatada hace 94 años. 

Resulta incomprensible que tantísimos años después prevalezca  en la mente colectiva (con el apoyo de los dos grandes partidos de la Transición),  el concepto República asociado a desorden, revueltas y causa principal de la guerra civil. Sin embargo, la Monarquía, como sistema político vigente, permanece blindada ante cualquier intento de consulta por no hablar de la inmunidad y de la inviolabilidad que la sustenta. Una Monarquía instaurada, no lo olvidemos, por el General Franco diez años antes de su muerte, un mes de julio ante las entonces llamadas Cortes Españolas. 

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