Apoyándoles en su formación escolar

Uno de los déficits más importantes que se observan en los niños que no van bien en el colegio es la dificultad para entender lo que leen

Mercedes Organvides

Docente especializada en Educación Familiar

Una clase de Infantil de Andalucía.
Una clase de Infantil de Andalucía.

Desde que se ha hecho público el último informe PISA sobre el nivel educativo de nuestros escolares, han saltado todas las alarmas por lo que está ocurriendo. Y diversos profesionales están aportando ideas sobre cuáles pueden ser las causas o cómo mejorar estos resultados tan negativos. Estoy de acuerdo en que sigue siendo necesario implementar una serie de mejoras en nuestro sistema educativo. Pero, por mi experiencia como maestra, educadora familiar y madre, he podido comprobar que los padres también tenemos mucho que aportar para favorecer que nuestros hijos puedan superar, con un nivel aceptable, tanto la educación primaria como la secundaria. Y estas son algunas de ellas:

En relación a nuestros hijos

1.- Hay algo que podemos hacer, desde que acuden al colegio y a lo largo de su escolarización obligatoria, que es más importante de lo que se pueda suponer. Se trata de valorar los trabajos que nos enseñan, con ilusión, cuando los traen a casa.

En relación a este asunto, tuve la ocasión de estar presente cuando una madre hacía todo lo contrario. Fui a recoger a uno de mis hijos, que estaba entonces en educación infantil. Y, ese día, todos los niños salían con un dibujo que acababan de hacer para dárselo a sus padres. Cuando una pequeña se lo entregó a la madre que estaba a mi lado, ésta lo miró con desprecio. Y, arrugando el dibujo, muy enfadada, le dijo: “¿Para hacer estas tonterías te traigo yo al colegio?” La chiquilla la miró, bajó la cabeza y se quedó callada y triste. La madre debía creer que era demasiado pequeña para entender lo que le había dicho. Pero yo sentí pena por su hija, porque así es como se empieza a desvalorizar la escuela delante de nuestros hijos. Y, con mensajes de este tipo, ellos acaban entendiendo que no es importante, ya que para sus padres no lo es.

2.-Uno de los déficits más importantes que se observan en los niños que no van bien en el colegio es la dificultad para entender lo que leen (Es lo que se conoce como comprensión lectora). Cuando aprendemos a leer adquirimos la habilidad de interpretar los signos que vemos. Pero para comprender lo que estamos leyendo es necesario practicar la lectura con frecuencia. Y los padres podemos ayudarles, desde pequeños, a que lo hagan. Por ejemplo, leyéndoles cuentos y haciéndoles preguntas sobre lo que les hemos leído. O regalándoles libros que les pueden interesar y pedirles que nos cuenten de qué va su contenido. Pero, si queremos que se aficionen a la lectura, lo más importante es que nos vean leyendo a nosotros en casa, ya que somos sus modelos de referencia también en este tema, como en tantos otros.

3.- Es fundamental tener en cuenta las características personales de cada uno de nuestros hijos, sus capacidades, intereses y limitaciones. Y tenemos que ser muy realistas en este sentido, porque son distintos a nosotros y a sus hermanos. Por lo que las comparaciones entre ellos no solo no ayudan a motivarles, sino que pueden tener un efecto muy negativo. Ya que, cada uno puede tener las capacidades necesarias para desarrollarse personal y profesionalmente y todas las profesiones son necesarias.

Esto es más importante de lo que parece, porque tiene mucho que ver con nuestras expectativas personales. Y el problema se presenta cuando los padres proyectamos en nuestros hijos la necesidad de hacer lo que nosotros no pudimos, o lo que pensamos que nos va a dar un mayor prestigio como padres, en el contexto social con el que nos relacionamos. Y, sin embargo, ellos no tienen las cualidades necesarias y se sienten incapaces de contradecir nuestros deseos. Esta situación les genera mucha impotencia y, a veces, hasta desesperación, sobre todo si son introvertidos o propensos a la ansiedad. No hay ninguna deshonra en no estudiar una carrera universitaria, aunque los hijos de nuestras amistades lo hayan hecho ¡Y no por ello somos peores padres!

En nuestra relación con el centro educativo:

A los padres nos corresponde coordinarnos con los tutores de nuestros hijos para poder ir juntos en la misma dirección, tanto en primaria como en la ESO. Esta relación directa nos permitirá comprender sus actuaciones pedagógicas y ellos podrán conocer mejor a nuestros hijos, con la información que les facilitemos. Pero siempre desde el respeto mutuo y con actitud de colaboración. De esta forma nuestros hijos verán que respetamos a sus maestros o profesores y que su evolución escolar nos importa.

Otra forma de mostrarles nuestro interés por su formación, es acudir a las reuniones del AMPA. Y utilizar las vías que nos permiten participar en la mejora del funcionamiento de los centros educativos.

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