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Inicio de las clases en un colegio de Jerez, el pasado mes de septiembre, durante una visita municipal.
Inicio de las clases en un colegio de Jerez, el pasado mes de septiembre, durante una visita municipal. CANDELA NÚÑEZ

Una de las cuestiones que más confunde a los padres y las madres de hoy es cómo ejercer la autoridad con sus hijos. Y esta confusión se relaciona, fundamentalmente, con el miedo a caer en el autoritarismo, que se identifica con la educación tradicional, ya que esta se ha caracterizado, principalmente, por un ejercicio abusivo de la misma, especialmente, por parte de los padres.

Y digo esto porque, durante siglos, el rol de autoridad en las familias ha sido tarea exclusiva de los padres, mientras que a las madres se les han adjudicado las tareas de cuidado y el afecto hacia los hijos. ¿Quién no recuerda aquella frase de nuestras madres, a la que recurrían cuando no les hacíamos caso: “cuando venga tu padre te vas a enterar”? O aquella otra que nos decían cuando nos atrevíamos a cuestionar decisiones paternas injustas: “es tu padre y puede hacer o decir lo que quiera y tú tienes que respetarle”.

Para poder comprender lo importante que es ejercer la autoridad en la educación familiar, es necesario clarificar algunos conceptos.

AUTORIDAD NO ES IGUAL A: Autoritarismo, Disciplina Negativa o Control Asfixiante.

AUTORIDAD ES IGUAL A: Límites, Firmeza, Rutinas, Normas Básicas, Control Necesario y Disciplina Positiva.

¿QUIÉN TIENEN QUE EJERCERLA EN LAS FAMILIAS?:  PAPÁ Y MAMÁ, LOS DOS A LA VEZ.

Esta función es tan importante que, si ambos padres no ejercen la autoridad en la educación de los hijos, lo harán otras personas del entorno o los propios hijos. Y esto es lo que encontramos, frecuentemente, en las familias de nuestro contexto social, en las que son los hijos los que tienen “la sartén por el mango” y no los padres. Es lo que se denomina “Filiarcado”, en oposición al “Patriarcado”, que era lo que predominaba en la educación familiar tradicional.

¿CÓMO HEMOS LLEGADO A ESTA SITUACIÓN?

En mi opinión, la respuesta es muy sencilla: por la dejación de funciones de los padres y las madres que han cedido el poder a sus hijos, con las consecuencias negativas que a todos nos resultan ya familiares.

¿CÓMO PERDEMOS LA AUTORIDAD CON NUESTROS HIJOS?

-Siendo arbitrarios: por lo que hoy les corregimos, mañana no lo hacemos

-Cuando hay diferentes criterios educativos entre papá y mamá y nos quitamos la autoridad delante de nuestros hijos.

-Amenazándolos con castigos que luego no vamos a cumplir.

-Delegando la autoridad solo en papá o en mamá, por miedo a estar “a malas” con los hijos, algo que es muy frecuente en padres separados.

-Con castigos físicos, retirándoles el afecto o insultándoles.

-Perdiendo los papeles, gritándoles o repitiendo una y otra vez lo mismo, sin ponerles límiteso haciendo por ellos lo que no han querido hacer.

¿CÓMO CONSEGUIMOS TENER AUTORIDAD CON ELLOS?

La autoridad no nos viene dada por el hecho biológico de ser padres, sino que tenemos que conseguirla, fundamentalmente, a través de:

-Un apego positivo, es decir, una buena relación afectiva con nuestros hijos, para que entiendan que pueden contar con nuestra guía y protección, cuando sea necesario.

-Con constancia en nuestras actitudes o comportamientos, haciendo o diciendo lo mismo cuando ocurra la misma situación, aunque haya presión de otros familiares presentes.

-Con coherencia: si decimos que vamos a hacer algo lo hacemos y al contrario. No les decimos cosas que luego no vamos a cumplir.

-Tratándoles con respeto. Así les enseñaremos a hacer lo mismo.

¡Y LO MÁS IMPORTANTE!

¡SOMOS SUS MODELOS Y SUS GUÍAS, NO SUS COLEGAS!

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