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Año del Dragón, año del verificador

'Verificador', 'relator' y 'mediador' son palabras que, sin duda, pase lo que pase, coparan los titulares cuando dentro de un año la prensa haga sus habituales resúmenes del año

02 de enero de 2024 a las 21:03h
Se inicia un año del Dragón. Imagen del centro de Jerez en pleno período de compras.
Se inicia un año del Dragón. Imagen del centro de Jerez en pleno período de compras. MANU GARCÍA

Leo que el 2024, del que llevamos casi dos días en el momento de escribir estas líneas, va a ser, es, año del Dragón en el horóscopo chino. Yo no creo mucho en esto de los horóscopos –bueno, ni poco, ni mucho, ni nah– pero siempre me ha resultado divertido que haya gente a mi alrededor que crea a pies juntillas o al menos se entretenga con estas cosas. Venía un poco todo esto a cuenta de lo aficionados que son los medios de comunicación y a veces los políticos a establecer alguna coletilla que defina el año, tanto a futuros, como sería en las fechas en las que nos encontramos, como a pasados, cuando se haga una evaluación del año vivido, lo que tiene, sin duda, menos interés.

El 'año de la recuperación' (económica); el 'año de la confirmación' (abstenerse creyentes, la cosa iría más de deportistas); el 'año de nuestras vidas' (cuando los periodistas detectan un rollo generacional o así) o 'el año que vivimos peligrosamente' (título de peli usado tan profusamente por El País para estos menesteres que acabó con la paciencia de más de uno)... estos cuatro son solos ejemplos recurrentes de lo de andar calificando un año recién nacido o que ya se ha ido, a elegir. Por eso, tras ver cuál tocaba, he elegido por ahora el año del Dragón, que es algo neutral, con referencias a criaturas míticas e incluso a un tipo tan 'cool' como Bruce Lee.

Ni idea, en definitiva, de cómo será el año. Lo de llamarlo año del Dragón es un hecho constatable, pero es evidente que a tenor de lo que hablan el PSOE con Carles Puigdemont y un señor de El Salvador acerca de la amnistía, y lo que quieren hablar socialistas y populares con un señor de la Unión Europea sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se nos abre un amplio abanico: 'el año del mediador', 'el año del relator' o, incluso, 'el año del verificador', que estarían bastante bien, sobre todos los dos últimos, que tienen algo como de western crepuscular, deliberadamente viejuno.

Este cronista, por su parte, ha comenzado ya a utilizar estas figuras en su relación con comerciantes y camareros (aún no he probado con amigos y compañeros de trabajo, pero puede ser cuestión de días) y está en condiciones de afirmar, sin riesgo a equivocarse, que es muy cómodo ir con tu verificador a tomar unas cañas y que sea él el que discuta si la espuma es insuficiente o, por contra, más propia de afeitado; o ir a por unos calzoncillos y que sea tu relator el que le diga de entrada al dependiente lo que buscas, que un bóxer no tiene que ser hasta la rodilla o, incluso, ir de aventura al banco con tu mediador, un tipo, este sí, preferiblemente más cachas que con pico, que ahí nunca se sabe...

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