No le ha tocado (casi) nada a Jerez con el tema de las ayudas por las inundaciones. Los daños se han cuantificado –así, un poco por encima, todo hay que decirlo– en 39 millones de euros en todo el municipio, un dinero muy importante del que, seguros particulares aparte, Jerez solo se va a ver resarcida por ayudas públicas en menos de 100.000 euros. Y eso hablando de la Junta de Andalucía, que del Estado, de las ayudas aprobadas por el Gobierno central, por ahora nada de nada...
Bien, todos somos conscientes de que al lado de lo que se está viviendo en el área metropolitana de Valencia, lo que ha pasado en Jerez ha sido poco tirando a nada, pero hombre, a lo mejor un poco más, una mención si acaso... Pese a todo, no deja de llamar la atención que la siempre combativa alcaldesa María José García-Pelayo, se conforme con lo que cae de la Junta y que ni siquiera pida a Juanma Moreno una equiparación con Arcos y Villamartín, por supuesto mientras carga contra el Estado por dejar fuera a Jerez... pero lo justo, siempre dejando claro que lo de Valencia no tiene parangón porque, efectivamente, no lo tiene.
No es el momento de hacer politiqueo con la que está cayendo, salta a la vista. Cualquier pequeño desliz te hace susceptible de estar en la picota –no vamos a aclarar aquí que era la picota, viene hasta en la wiki– y los políticos y los periodistas tienen que tener especial cuidado con lo que dicen y cómo porque son dos gremios a los que este tema también les va a terminar alcanzando. Cualquier día de estos, durante una conexión, alguno de los alcaldes de Valencia le va a mandar cerca a algún periodista de mesa-camilla que le desee ánimos o alguna tontería parecida, que ya una semana larga después los ánimos lejos de enfriarse se siguen calentando, por no hablar de las siempre inquisitoriales redes sociales que eso ya...