Dos pisos pequeños (o sea, normales) en Lavaculos

El Ayuntamiento de Chiclana habilita un pequeño espacio de 150 metros cuadrados de esta playa, también conocida como Sancti Petri, para uso y disfrute de los perros (y cabe suponer que de sus propietarios)

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador de lavozdelsur.es. He publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

Una parte de Lavaculos (Sancti Petri), destinado a uso canino este verano.
Una parte de Lavaculos (Sancti Petri), destinado a uso canino este verano.

Hay que agradecer el detalle a Chiclana de que habilite 150 metros cuadrados de playa para uso y disfrute de los perros. El caso es que 150 metros, un par de pisos pequeños, o sea, normales, pues parece poco sitio. ¿Cuántos perros pueden estar en 150 metros cuadrados sin que haya conflicto, seis, ocho, diez? He consultado por ahí, en otras ciudades que han introducido este pequeño derecho para los perros y no veo nada que baje de los 400 metros. Incluso en la playa de Llevant de Barcelona son más de mil metros, pero bueno, es una ciudad enorme, Barcelona, ni comparar la de perros que tendrá, pero claro, eso no quita para recordar que Chiclana es un municipio turístico y, en consecuencia, no puede pensar solo en sus propios perros, debe hacerlo también en sus perros turistas.

El nombre que recibe la playa está muy bien, ahí no hay (la menor) queja posible: Lavaculos. En definitiva, los perros de Chiclana disponen desde ya de 150 metros cuadrados en Lavaculos, que dicho así, si se tratara de una promoción inmobiliaria, como que no acaba de sonar bien del todo, pero que ciertamente tiene una de las mejores vistas de la provincia, el castillo de Sancti Petri, lo que será motivo de disfrute tanto para los perros como para los dueños (así se va a quedar: en este artículo, no va a haber ni 'daddys' ni 'mums' humanos).

Dejando aparte la infinita Barrosa, se ve que en Chiclana, con los nombres de las playas son así, o tremendamente populares –Loma del Puerco, Lavaculos– o se van directamente al latín con Sancti Petri, que no se puede ser más cool. En realidad, es una misma playa, que es más bien Lavaculos para los autóctonos y Sancti Petri para los turistas y los habitantes del 'Novo' (dígase de manera un tanto engolada).

Personalmente, Lavaculos –que debe venir de que en la bajamar cubre poco al ser rocosa y el agua no acaba de subir espalda arriba– me parece un nombre estupendo para una playa, pero no deja de tener un punto escatológico, un adjetivo que siempre será complicado tratándose del turismo. Están las playas urbanas, las salvajes, las tranquilas, las concurridas, las nudistas, hoy en día las hay también 'instagrameables', pero escatológicas, a ver cómo etiquetas una playa escatológica, aunque solo lo sea por el nombre...

Vale, no le demos más vueltas y dejemos a los perros disfrutar de sus dos pisos pequeños, o sea, normales, en Lavaculos...

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