El presidente Juanma viene a ser el rey Salómon. A ver, no por el poder que tiene, que no es poco, sino porque ha decidido que en lo de las candidaturas de Granada y Jerez de la Fra a la Capitalidad Cultural Europea 2031 a él no le coge el toro (ni siquiera, como dice el chiste, aunque esté/estuviera en una cabina). Y el caso es que, siguiendo en términos bíblicos, fueron no tres, como las negaciones de San Pedro, sino seis las veces que el presidente –por cierto, han visto que ni nos hemos molestado en poner apellidos: en Andalucía, si se dice Juanma... ya saben– se ha posicionado públicamente a favor de la candidatura de Granada (en privado, por ahora, lo desconocemos).
En este momento no, ahora el presidente de la Junta no muestra favoritismos y solo se pronuncia para decir que haya una candidatura fuerte que sea capaz de ganar a Burgos, Toledo, Las Palmas, etc. ¿Qué ha pasado en el camino? Hombre, de entrada hay que tener en cuenta que Granada 'se lo pidió' primero, y la candidatura de Jerez -en principio- la muñe el gobierno municipal socialista y luego la hace suya la alcaldesa Pelayo tras su rotunda victoria en las municipales. Las cosas en España no es que sean así, sino que van a peor: lo que cuesta a una administración pública dar su apoyo a un proyecto de otra de signo distinto.
Pero, además, es evidente que la candidatura de Jerez ha ido creciendo estos últimos meses tras involucrar a un buen número de fuerzas vivas y otros ayuntamientos, hasta el punto de que casi casi se ha convertido en una apuesta provincial, al menos de Jerez y Bahía. Respecto a esto último, tiene nada de extraño si se tiene en cuenta que el PP gobierna en la Diputación Provincial y en los principales ayuntamientos de la provincia, salvo San Fernando y Chiclana.
En esas está Jerez, que, digamos, ha igualado fuerzas con Granada, pero poco más. El gobierno municipal sigue sin vertebrar un relato sobre el que basar propiamente su candidatura. De hecho, en lugar de ir avanzando en su gestación, en la 'destilación' de qué se quiere hacer y decir, por qué y cómo, pareciera que el gobierno que preside Pelayo se estuviera dejando llevar por las múltiples fuerzas vivas que según se ha ido sucedido lo que vamos a definir como el ciclo cívico-festivo de Jerez (léase Semana Santa, Feria del Caballo y Zambombas) han ido colocando un mensaje que se puede definir con una, digamos, pregunta-afirmación: "¿¡Y cómo no va a estar esto!?". El 'relato' (perdón por usar de un término del que se abusa) no debe ser un qué, lo que ya tenemos, sino el sentido que le queremos dar en nuestra exposición ante Europa. Eso es por ahora lo que se echa en falta y la propia Pelayo lo sabe mejor que nadie...