Las monjas de la Cartuja dicen no a 'Costa Guadalete'

Las Hermanas de Belén anuncian su marcha del monasterio... se ve que no comparten ni tanta visita ni los habituales planes que se suceden en el Ayuntamiento para que Jerez se 'reconcilie' con la vega de su río

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador de lavozdelsur.es. He publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

La Cartuja, en una imagen de archivo con una religiosa en su labor diaria.

Los distintos gobiernos que se suceden en Jerez llevan mucho tiempo diciendo que la ciudad debe mirar hacia el río Guadalete (bueno, otras veces la tesis es que debería mirar hacia la Bahía o hacia la Sierra, esto va un poco según sople el viento... tampoco es que tenga mucha importancia), sin que haya grandes consecuencias a efectos prácticos: un sendero aquí, una tala allá, pero es cierto que decirse, se dice. De hecho, cada equis tiempo la Junta y/o el Ayuntamiento nos sorprenden con planes que, es un poné, se incumplen al 80% o así... y hasta el próximo. Pero está claro que en la sociedad ha calado que algo hay que hacer hacia el río Guadalete o con el río Guadalete, a elegir.

Algo de esto se han debido oler las Hermanas de Belén, las actuales inquilinas –qué palabra, la verdad– de la Cartuja, que han anunciado que se van. Alguna de las hermanas de esta orden, de origen francés, ha debido ver por internet esa expresión tan del gusto de políticos y periodistas patrios, "poner en valor" –el río Guadalete, se entiende– y, precisamente, como son francesas y saben perfectamente todos los desmanes y tropelías que se han cometido en nombre del 'mettre en valeur" del que se traduce dicho giro, han decidido que mejor se las piran. Las monjas no están por ver cómo florece definitivamente el turismo y la habitabilidad en la zona ni vivir junto a una hipotética 'Costa Guadalete', que con las visitas al monasterio ya tienen bastante para decir que son incompatibles con su reclamo de "silencio, soledad y vida escondida".

Desde estas líneas se desea lo mejor a estas monjas, como a (casi) todo el mundo. Ahora bien, no está de más recordar que durante los años que han estado en la Cartuja ha habido distintas voces que han criticado algunas reformas realizadas por su cuenta y riesgo en el que es, a todas luces, el principal monumento de Jerez y que, desde un punto de vista patrimonial, no se sostienen...