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Boicot contra la relatora de la ONU que defiende a las mujeres y niñas

Su labor incansable, basada en el rigor jurídico, la integridad moral y la defensa comprometida de los derechos humanos, es un recordatorio de que la violencia contra las mujeres y niñas no es un fenómeno aislado

14 de marzo de 2025 a las 10:38h
Reem Alsalem, relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas.
Reem Alsalem, relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas.

En el actual contexto global donde los derechos de las mujeres enfrentan una regresión alarmante, el trabajo de Reem Alsalem, relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, se erige como una referencia imprescindible en la lucha por la igualdad, la justicia, la paz y la construcción de la democracia. Su labor incansable, basada en el rigor jurídico, la integridad moral y la defensa comprometida de los derechos humanos, es un recordatorio de que la violencia contra las mujeres y niñas no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural y sistemático que afecta a la mitad de la humanidad. 

Por ello, resulta absolutamente inconcebible que—según comenta en su cuenta de Twitter— debido a problemas imprevistos con su visa a EEUU, no haya podido viajar para la CSW69/ Pekín+30 (2025), es decir, a la 69º sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que tendrá lugar en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York del 10 al 21 de marzo de 2025, donde tenía previsto pronunciar su discurso en la ceremonia de apertura;  tampoco le ha sido permitido enviar una declaración grabada, ni que alguien la lea en su nombre. Si bien, señala que le aseguraron que se publicará en el diario de la ONU. En este artículo explicaremos quién es Alsalem y por qué le impiden hacer su trabajo. 

¿Quién es la relatora especial de la ONU? 

Reem Alsalem, jordana, con una sólida formación académica, cuenta con un máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Americana de El Cairo y un máster en Derecho de los Derechos Humanos por la Universidad de Oxford. Su trayectoria es una combinación idónea de conocimiento jurídico, trabajo de campo y compromiso incondicional con los derechos humanos, ya que ha desempeñado funciones varias organizaciones en la materia y en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en más de trece países, abordando la violencia contra mujeres y niñas en entornos de vulnerabilidad extrema; así como también en el ámbito de los derechos de personas refugiadas y migrantes y la justicia de transición, entre otros.

Desde su nombramiento como Relatora Especial de la ONU en 2021, su mandato se ha caracterizado por tener una visión integral de la violencia contra las mujeres y niñas, incluyendo el impacto de las políticas públicas, el acceso a la justicia para las víctimas, la lucha contra la impunidad, la visibilización de la violencia y el compromiso por combatirla. A diferencia de discursos vacíos de muchos de sus pares en los organismos internacionales y nacionales, el enfoque de Reem Alsalem parte del análisis basado en la realidad material del sexo y de la opresión ancestral que sufren las mujeres por ser mujeres en los cuatro puntos cardinales.

Un liderazgo valiente frente a la adversidad 

Pese a su gran compromiso y solvencia, el trabajo de Reem Alsalem no ha estado exento de ataques. Su firmeza en denunciar la violencia contra las mujeres y sus hijas e hijos, y el progresivo deterioro jurídico de nuestros derechos, ha despertado una feroz oposición de grupos de presión y organizaciones o países que buscan vaciar de contenido los derechos de las mujeres. Amenazas que van desde derogar los avances normativos logrados desde la segunda mitad del siglo XX, hasta desdibujar la categoría jurídica sexo, donde se construyen los derechos de las mujeres y las niñas, para tratar de justificar políticas que, bajo el pretexto de una inclusión malentendida, terminan vulnerando los derechos de las mujeres y niñas.

Los informes de la relatora de la ONU contra la violencia contra las mujeres son fundamentales para comprender el grado de deterioro jurídico y social que experimentan los derechos y libertades de las mujeres de forma global. En sus informes, Reem Alsalem ha puesto de manifiesto la gravísima situación de las mujeres afganas y palestinas bajo los regímenes opresivos del apartheid de sexo y el genocidio que sufren; así como la extrema violencia que viven la mujeres y niñas en países en guerra o en regímenes autoritarios y misóginos.

Igualmente, ha denunciado la explotación sexual y reproductiva que sufren las mujeres por parte de las infames industrias de la trata, prostitución, pornografía y las empresas de la mal llamada gestación subrogada. También ha denunciado la violencia machista e institucional que sufren las mujeres maltratadas y las madres protectoras que denuncian abusos contra sus hijas e hijos. Igualmente, ha evidenciado la amenaza que supone la erosión de la categoría jurídica ‘sexo’ sobre nuestros derechos específicos, en los deportes y en los espacios exclusivos para mujeres; así como la persecución y acoso que sufren las mujeres que defienden los derechos de las mujeres y niñas. 

En suma, la señora Alsalem se ha convertido en la principal defensora de la normativa que nos protege frente a la violencia y la opresión que sufrimos las mujeres de todas partes del mundo sólo por ser mujeres, entre ellos, países como Arabia Saudí, cuyo embajador insólitamente ha sido elegido como presidente de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), principal órgano intergubernamental mundial dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres, sus derechos y el empoderamiento femenino, establecida desde 1946, a iniciativa de la gran Eleonor Roosevelt. Algo tan insólito como poner al lobo a cuidar las ovejas.  

Los intentos de acosar, boicotear y desprestigiar a la Relatora de la ONU 

El compromiso con la verdad y la preservación y defensa de los derechos de las mujeres y niñas por parte de Reem Alsalem, ha sido atacado por quienes buscan silenciar su denuncia de estas infracciones de la legalidad. Esta táctica de atacar infundadamente a una mujer para desprestigiarla es un acto perverso que busca degradar a la atacada con campañas de desprestigio, que la ponen en situación de indefensión y la reducen al blanco de agresiones injustas y malintencionadas, con el ánimo de amilanarla. Pero también  produce el nocivo efecto de erosionar la confianza en las instituciones, de crear un entorno de miedo e intimidación, fomentar la cultura del silencio, la autocensura, incitando el miedo colectivo y disuadiendo a las feministas. Y, lo que es más significativo, propicia la perpetuación de la desigualdad, la violencia contra las mujeres y la indefensión. 

En el caso de Reem Alsalem las amenazas, el boicot y los ataques que recibe pretenden despojarla de su trabajo y que la destituyan, como quedó recientemente de manifiesto cuando más de 200 organizaciones transgeneristas y proxenetas, que se autoidentifican “feministas”, han exigido su destitución, acusándola de transfobia, es decir, de supuesto delito de odio a las personas transgénero, por haber reconocido en sus informes que las mujeres pertenecen a una categoría jurídica basada en el sexo, y no en una identidad subjetiva e interior autoasignada, llamada ‘género’. 

Las organizaciones que exigen la destitución de Alsalem alegan el inaudito argumento de que la defensa de la biología y de la integridad del deporte femenino por parte de la Relatora de la ONU es producto de una visión del “mundo colonial patriarcal occidental” que ya no está vigente. Atacan a Alsalem porque, para estos grupos que defienden el dogma queer, el ‘sexo biológico’ es una construcción social de los hombres occidentales heterosexuales.  

Defender su mandato es defender los derechos de las mujeres y niñas

La ejemplar lucha de Reem Alsalem no es sólo suya. Es la lucha de todas las mujeres y hombres decentes que comprendemos que la igualdad real no se logra con discursos complacientes y simbólicos; sino con medidas concretas para exigir de los Estados, autoridades e instituciones internacionales el deber de diligencia debida de sus funciones, a fin de hacer efectivo el  derecho de las mujeres y niñas a vivir una vida libre de violencia, opresión y discriminación.

Es por ello que, en su momento en Feministas Radicales nos sumamos al llamamiento de organizaciones feministas y de derechos humanos de todo el mundo, lideradas por Women's Platform for Action International (WoPAI), el Swedish Women's Lobby y the European Network of Migrant Women, para respaldar incondicionalmente la labor de Reem Alsalem. 

Por lo que exigimos que se permita a la Relatora de la ONU su entrada a EEUU, y que las Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos la amparen frente a los ataques malintencionados de quienes buscan silenciarla para impedirle que siga siendo la mayor defensora de los derechos humanos de las mujeres y niñas en el mundo. El feminismo siempre ha sido una profesión de riesgo; pero el miedo nunca ha detenido a las feministas. Nuestro apoyo incondicional a Reem Alsalem. 

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