Los necrófagos se califican a sí mismos. Se revuelcan en la miseria, miseria provocada y mantenida con su voto, con tanta facilidad como ensucian una campaña con tal de buscar el desprestigio de ciertos “enemigos”, porque en política no debería haber enemigos, solo rivales o competidores y ustedes también lo demuestran, cuando se ponen a partir un piñón con quienes han declarado sus irreconciliables enemigos. Puede que haya quien “compre” su mensaje, pero ustedes no lo compran, ¿a que no? Porque son los primeros en no creer en él, pero extralimitan su discurso, exageran hasta el punto de mentir como mintieron cuando acusaron a Podemos de supuestas veleidades con Venezuela y con Irán, supuestas y falsas acusaciones que no han sido capaces de probar. Pero como son políticos, tienen claro el dicho “ensucia, que algo queda”. ¿Qué ganan con eso? No estén seguros de que son tantos, estén seguros de que cada vez son menos, porque cualquier persona rechaza a quien lo engañó aunque en principio hubiera creído el engaño. Ese es el problema de la escasa longitud de las patas. Y el de su metedura, también, pues a la larga todo pasa factura, todo.
Seguramente ustedes tienen argumentos para justificar su apoyo al gran capital a costa de quien menos tiene, podrían incluso argüir que el enriquecimiento a costa de quien no tiene acceso a una vivienda está justificado por la libertad”. Será la que creen la suya, porque está bien claro que cuando la libertad conculca la de otros, deja de ser libertad para convertirse en egoísmo, es defender intereses espurios y fraudulentos, es laborar con muchos de sus propios votantes, porque si pensaran que con los ultramillonarios y algunos “iluminados” creídos en el valor de la dictadura y la explotación de unos seres por otros, desengáñense: solo con esos votos nunca conseguirían la mínima representatividad. Y tengan cuenta que el despertar, aunque no sea masivo, conlleva frustración. Y hace perder votos.
Así, olvídense de utilizar a los muertos para degradar a sus enemigos porque eso les degrada a ustedes antes que a nadie. Como ha quedado probado ni Podemos ha recibido ayudas de Venezuela ni de Irán, ni Bildu es ETA porque ya han perdido la ocasión de ser ustedes quienes acabaran con ellos, ni facilitar la vida a la inmensa mayoría de españoles frente al reducidísimo grupo para quien ustedes trabajan, es mejorar la economía de este país, igual que no es democracia mantener la “ley mordaza”, ni hace Justicia llamar “antisemitismo”, o todavía menos “defender el terrorismo” a estar contra las masacres. Con ETA acabaron la buena voluntad de los españoles de buena voluntad y ellos mismos, cuando decidieron dejar las armas e integrarse en el juego democrático. No lo hagan ustedes antidemocrático, porque eso no es jugar limpio y ya saben lo que se dice de remover la caca. No sigan poniendo dificultades para la renovación del estamento judicial aunque les beneficie tal como está, que la judicatura debe beneficiar a quien se lo merezca y para eso debe ser políticamente aséptica y plenamente transparente, porque debe juzgarse el hecho, no la simpatía o semejanza con la persona a enjuiciar.
Ustedes están ocupando un tiempo necesario para mejorar la vida en este Estado y obligan a perderlo al mismo tiempo. Así que abandonen la necrofagia, no sigan removiendo a los muertos, ni hagan nada para provocar nuevas defunciones por injusticias o por falta de comida o vivienda, dos necesidades, dos derechos constitucionales e inalienables, aunque ustedes, ayuseros y abascalianos, simulen no creerlo. La Constitución tiene los artículos que tiene, no solamente los que a ustedes les caigan bien para mantener su burda propaganda.
El día 9 vamos a votar. Pensemos en los más necesitados, pensemos en Andalucía. Y, por favor, no la utilicen, no hagan ningún juego de palabras en su nombre; en nombre de la honradez que debería presidir toda acción política, no se aprovechen de Andalucía otra vez. Y no hablen de democracia cuando siguen a Meloni, Le Pen o Milei. No usen el nombre de Andalucía en vano cuando se refieren a “la patria”, porque defender al IBEX por encima de todo, no es “la” Patria o ustedes ignoran, subrepticiamente, qué es eso. No sigan: digan la verdad. Unos y otros, pero ustedes lo necesitan más, olvídense de los muertos, de los ya muertos y de los que pueden morir todavía por no poder cubrir sus necesidades mínimas. Digan cuál es su proyecto para mejorar la vida de los votantes. Que eso sí sería hacer patria.