Hay ocasiones en las que uno está buscando una determinada cosa y de repente, encuentra otra que, por lo que sea, le interesa más. Fíjense, andaba yo el otro día buscando información sobre el cementerio parisino de Père-Lachaise, el cual es utilizado, extrañamente, como si fuera un parque (de eso precisamente pretendía escribir).
En ese peculiar camposanto se encuentra enterrada gente tan variopinta como Guillaume Apollinaire, Frédéric Chopin, Oscar Wilde, Édith Piaf, Jim Morrison y muchos más personajes célebres. Hay uno de esos insignes personajes que me llamó poderosamente la atención por dos cuestiones; por su forma de morir y por su tumba. Se trata de Victor Noir, un periodista asesinado en extrañas circunstancias por el príncipe Pierre Bonaparte. Su muerte tuvo consecuencias políticas y unas cien mil personas acompañaron a Noir en su entierro.
En su honor, el escultor Jules Dalou esculpió una estatua de bronce a tamaño natural, muy realista, quizá demasiado. Al parecer, Dalou se pasó bastante a la hora de modelar la protuberancia del miembro viril del periodista, seguramente esa sea la causa de que a partir de la década de los sesenta dicha escultura se convirtiera en uno de los monumentos más populares del cementerio, incluso existe una especie de rito que consiste en colocar una flor en la tumba tras haber besado a la estatua en los labios y rozar su zona genital, así, según cuentan, se aumenta la fertilidad y ayuda a llevar una vida sexual feliz.
Hace unos años, la bailarina y modelo estadounidense Dita Von Tesse se hizo una sesión de fotos en la famosa tumba, según esas imágenes, “la reina del Burlesque” también realizó el ritual, pero a su manera, convirtiéndolo en un auténtico show erótico. Dita Von Tesse, que empezó su carrera a los 19 años en un club de striptease, era y es una enamorada de la moda retro, esa peculiaridad al vestir (largos guantes, corsés y lencería vintage) llamó la atención de la revista Playboy, para la cual posó en varias ocasiones. Estuvo 7 años con el músico Marilyn Manson, en el 2005 se casaron, oficiando la ceremonia el escritor chileno Alejandro Jodorowsky, imagínense cómo sería la cosa.
Dita, ha actuado en varios videoclips musicales de grupos como el de su exmarido Marilyn Mason, 30 Seconds to Mars o Die Antwoord. También ha escrito dos libros. Quizá la faceta que más defina a Von Tesse sea la de bailarina de Burlesque (o mejor dicho, de neo-Burlesque), teniendo gran éxito, sobre todo con su famoso número en el que se sumerge en una copa de Martini gigante. En nuestro país también tenemos destacadas bailarinas, como por ejemplo, la estrella del Paral·lel Evita Mansfield, con un explosivo repertorio inspirado en las décadas de los años cuarenta a los sesenta. La prensa especializada dice de ella que es elegante y salvaje sobre el escenario, yo he visto algunos videos de su espectáculo y doy fe de ello. Hay una entrevista bastante interesante a Evita en el blog jerezano Tu punto Hot.
Al Burlesque, normalmente, lo suelen confundir con el striptease o con bailes poco menos que pornográficos, esto es fruto del desconocimiento, pues esta práctica es una expresión cultural que engloba moda, danza, teatro, música y cómo no, erotismo. Si les interesa esta disciplina, no duden en buscar más información, se sorprenderán.
Ya ven, lo que era una tranquila lectura sobre cementerios, me llevó a la tumba de un periodista que es más conocido por el “paquete” de su estatua que por su carrera periodística, y de ahí a descubrir a Dita Von Tesse y Eva Mansfield, las cuales, irremediablemente, me llevaron al seductor mundo del Burlesque y del Cabaret. Hay tardes en las que uno aprende una barbaridad.
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