Cuando empecé mis clases de gimnasia en el centro de mayores Las Angustias, conocí a María.
Es una mujer de 91 años que estimula el caminar de la senectud para mí comenzada.
Llega acompañada de su cuidadora y amiga, esta última en plenitud de edad. Le ayuda a entrar en la sala y deja una botellita de agua al lado de la silla donde María se sienta para hacer los ejercicios físicos.
Al instante, los ojos de esta mujer brillan; puedo ver que son del mirar del que da lo que piensa. Irradia positividad.
Lleva en sus manos un par de cartulinas que nos muestra muy contenta.
Me intereso, y me cuenta poco tiempo antes de que la profesora comience a pasar lista que también da clases de dibujo y pintura en este centro, alternando estas clases con las de gimnasia.
Los dibujos, perfectamente rellenos del color de su pensamiento, son de plantas, frutas, flores y elementos de la naturaleza.
Me sigue contando que también pinta acrílico sobre superficies como platos, y peinetas.
Al terminar la clase, llega la cuidadora a recogerla, me invitan a subir a la clase de pintura, pues hay una exposición de los trabajos que realizaron durante el pasado curso. Allí están expuestas manualidades diversas, hay reciclajes artesanales y mantoncillos típicos de la cultura andaluza.
Le ofrezco a María participar con sus dibujos en una revista, escribiré a pie de su obra, el poema que me evoque.
Es un proyecto cultural donde caben todas las expresiones artísticas, poesía, pintura, artes plásticas, música, fotografía… Colaboro desde hace doce años en este proyecto que nos une en el idioma, a través del océano que nos separa.
También realizamos exposiciones en los espacios que se nos concede, así como lecturas de poesía, amenizadas con música interpretadas por integrantes del movimiento.
Asimismo, fomentamos el respeto a la naturaleza, realizando, dentro de lo posible, la planta de algún árbol o de alguna flor.
Este proyecto es el movimiento cultural Sur PCS sin ánimo de lucro. En dicho movimiento se edita una revista de formato digital varias veces al año.
Mientras solucionamos algunos problemas que nos están retrasando la perspectiva de hacerlo posible en papel, quiero que María pueda ver sus dibujos impresos; el tiempo corre más rápido cuando vas cumpliendo años…
Por ello escribí este pequeño artículo /homenaje a María y a otras mujeres que, admirablemente, se adhieren con positividad y ejemplo a la vida, que a pesar de tener que subir en el autobús, aunque estén solo a una parada del centro, hacen ese esfuerzo y aprenden a plasmar su interior y su arte con todo lo que se les pueda otorgar por derecho. Tras haber contribuido a sacar adelante una familia de varias generaciones, crear unos valores y sostener a un país que, cuando ellas nacieron, acababa de salir de una guerra civil.
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