El concepto de "choque de civilizaciones" ha sido objeto de muchos estudios, análisis y renglones escritos; especialmente en este mundo cada vez más globalizado y diverso. Según esta teoría propuesta por el compañero politólogo Samuel P. Huntington, las diferencias culturales y religiosas entre las distintas civilizaciones del mundo son la principal fuente de conflicto en la actualidad, este choque de civilizaciones nos puede llevar a otra guerra mundial, la tercera de nuestra historía y la más destructiva por la voracidad de destrucción de los arsenales armamentísticos existentes en la actualidad.
Según Huntington, las principales civilizaciones en conflicto son la occidental, la islámica, la china, la hindú, la ortodoxa y la japonesa. Estas diferencias culturales y religiosas han llevado a tensiones y conflictos en diversas partes del mundo, desde Oriente Medio hasta Asia y Europa, actualmente tenemos un conflicto armado paradigmático como es el palestino-israelí.
La religión ha sido un factor determinante en muchos conflictos a lo largo de la historia, y no es sorprendente que también juegue un papel importante en el choque de civilizaciones. Las diferencias en creencias, prácticas y valores religiosos han sido utilizadas para justificar la violencia y el conflicto entre distintas civilizaciones, también ha servido para enmascarar la conquista y usurpaciones de terrenos.
A medida que el mundo se vuelve cada vez más interconectado, es crucial abordar las diferencias culturales y religiosas de manera pacífica y constructiva, o eso pensábamos hasta comprobar que el mundo se está rearmando, los países desarrollados ha aumentado un 6,8 % el gasto en armamentos esto nos da claves del incierto futuro que nos espera.
La coexistencia y el respeto mutuo entre las distintas civilizaciones son fundamentales para garantizar la paz y la estabilidad en el mundo, pero la tensión y conflictos existentes hace recelar de una paz tensa que no nos lleve a una guerra total.
En un mundo cada vez más diverso y complejo, es importante reflexionar sobre las implicaciones del choque de civilizaciones y trabajar juntos para promover la tolerancia y el entendimiento entre las distintas culturas y religiones. Juntos podemos construir un mundo más justo y pacífico para las generaciones futuras, estás últimas palabras nos lleva a una utopía que podría convertirse en realidad si no entrará otros ítems no recogidos por mi homólogo señor Huntington, el interés económico de las empresas armamentísticas convertidas en un potente lobby y la poca cordura de algunos de nuestros líderes con influencia mundial para desestabilizar este mundo.
Toda una incógnita de desestabilización social y psicológica que nos afecta a esta sociedad actual, donde, incluso la teoría de la paz democrática está cogida por pinzas, pero eso es harina de otro costal.