A ver, seamos serios. A mí también me molestó esa parodia de la Virgen del Rocío y los andaluces de TV3, la televisión catalana. Tenía un poco de malaje.
Ahora me llega cada cinco minutos, por la red social más política y de más alcance —WhatsApp, no es Twitter, como se piensa— un vídeo de unos rocieros cantando una queja, pero la gente la entiende como una queja contra los catalanes, no contra ese programa específico.
Escuchadme, por favor. Esto no va de catalanes. Va de un programa de televisión, nada más. Los catalanes son una cosa y el programa otra. Termina la canción diciendo que lo que les pasa es que no tienen la suerte de ser andaluces.
No caigamos nosotros también en los tópicos. Ser andaluz es una suerte, como ser murciano, canario, extremeño o cántabro. La suerte es estar vivo. No recordamos que en Cataluña hay cuatro hermandades del Rocío que peregrinan.
Esto es más sencillo. ¿No os dais cuenta que esto de enfrentar a Cataluña y Andalucía está movido por los partidos esos que hablan de patriotismo y lo único que quieren es que peleemos entre nosotros porque así ganan votos?
¿No os dais cuenta de que nos están utilizando para fomentar el odio y llevarnos a otra Guerra Civil cuando a ellos les dé la gana? ¿En serio os vais a sofocar por esto y no vais a dudar en mandar a vuestros hijos o nietos (chicas también) de 18 años a una guerra, sea contra quién piensa como tú o no en España, o contra Marruecos o Rusia? ¿Vais a creer de verdad a quienes nos sacan lo peor de nosotros mismos para volver a matarnos los unos a los otros mientras ellos viven sin trabajar de nosotros?
Más seriedad. Que solo es un programa de televisión y andaluces y catalanes somos mucho más grandes que esa gentuza que nos echa a pelear. Que viva Cataluña, que viva Andalucía, que viva el mundo entero y quien quiera violencia, que viva, lejos, pero que muy lejos.
¡Dejadnos en paz y volved a vuestras cavernas!