Nacen quintillizos en Jerez de la Frontera. El hecho, además de impactante, lo es más aún cuando se ha conocido que el padre es gay.
Este titular Nacen quintillizos en Jerez y el padre es gay no es verdad. Es un experimento social.
¿Has pinchado aquí? Enhorabuena, eres un lector consecuente y no te dejas llevar por los impulsos. Tienes el afán de informarte. No eres en definitiva, un borrego.
Este debate parte de algo que hoy inquieta a muchos comunicadores sobre las redes sociales: la realidad es que la gran mayoría de quienes ven un titular en las redes sociales como Facebook o Twitter, jamás pinchan en el enlace. No leen el contenido, pero se atreven a opinar sobre algo cuya base en el mejor de los casos, es nada o en el peor, es mentira. Gran recurso para los medios neofascistas o de extrema izquierda para hacerse publicidad y expandir sus mensajes de odio a través de bulos, noticias falsas o fake news.
Esto es la ruina del medio. Si no pinchan, no hay clics. Si no hay clics, no hay publicidad. Si no hay publicidad, no hay dinero. Si no hay dinero, el medio deja de existir, salvo que tenga la suerte de ser amigo de algún partido político y éste le dé subvenciones o contratos de publicidad allí donde gobierne.
Así las cosas, los medios hoy no buscan la claridad de la noticia, no buscan el reflejo de la verdad, no buscan, en definitiva, informar.
Sólo buscan un titular que impacte, como éste, y una buena fotografía que los acompañe. Aunque luego lo que ponga dentro no tenga nada que ver. Total. Ellos lo saben. Nadie lo va a leer. Ya no importan tanto los clics. Ahora les importa los ‘me gusta’, los retuits y los ‘compartidos’. Que su noticia corra por whatsapp les importa menos. Porque ahí no hay manera de medir el alcance, salvo con los clics, si es que le dan.
El periodismo escrito, tal como lo conocíamos, está a punto de morir. Y sí, en esta ocasión, el vídeo, que no mató a la estrella de la radio, sí va a matar a la estrella del periódico.