Una aclaración. Iker Jiménez no es un científico. Iker Jiménez es un periodista que vive en La Moraleja, un sitio de Madrid donde las personas que se dedican a la ciencia no pueden vivir, porque la ciencia en España no está ni pagada ni valorada.
Iker, con el que yo hablé en una ocasión por radio en un alerta ovni para explicarle que las cosas que se veían en el cielo, todas, salvo alguna excepción, que las hay, tenían su explicación: satélites, planetas, aviones, rayos, nubes iridiscentes, etc... juega a la media verdad y la media mentira. Iker, a sus programas lleva a gente de ciencia, sí, pero ya también lleva a negacionistas, incrédulos, paranoicos de que todo el mundo nos engaña, etc... y está más que demostrado que es más fácil colar una mentira que mil verdades.
En la ciencia no hay opiniones. No vale que nadie me diga "respeta mi opinión, tengo libertad de expresión". No. No vale. Sobre la Ley de Newton, sobre las leyes de Kepler, sobre la constitución de las células, sobre cómo funciona la sinapsis en una neurona, cómo se producen las nubes, cuál es el ciclo del agua, cuál es el ciclo del nitrógeno, porque las especies evolucionan, quién fue Louis Pasteur, por qué funciona una vacuna, por qué podemos ver nuestro cuerpo por dentro como una radiografía, etc, etc, etc.... sobre todos estos ejemplos, y hay millones más, no hay opiniones, porque son certezas. Están contrastadas por el método científico, que consiste en observar algo, medirlo, experimentarlo, formular una hipótesis, y luego, el resto de la comunidad científica, de refutar esta hipótesis y comprobando lo que se está intentado averiguar.
Esto es explicado de una manera muy sencilla. Por eso un médico de Bilbao para la artrosis, te manda lo mismo que una doctora de Murcia —y por eso un curandero de La Coruña te manda hinojo para tu resfriado y una curandera te manda hierbabuena—. Una vez hecho esto se demuestra, entonces, una cosa es dada por cierta. Y no tiene discusión. Es así. Y punto. Un átomo si se parte, genera una fisión nuclear que produce energía y puede llegar a ser una bomba atómica. Eso es así. No puedes opinar que no, sencillamente no porque no te dejen o te lo impidan. Es así, al igual que la luna es redonda. ¿Puedes opinar que la luna es cuadrada? Como opinar puedes, pero todo el mundo sabrá o que no ves bien o que eres un ignorante. Y ese es el problema. Que estos personajes juegan con la ignorancia de la gente.
Hoy, somos vagos, reconozcámoslo, somos unos vagos. Preferimos ver un vídeo de un minuto que nos sale en TikTok que ver un documental de La 2. Y preferimos ver un documental a leernos un libro de ciencia. Y preferimos leer un libro de ciencia antes que matricularnos en el instituto y mucho menos en la universidad.
Esto pretenden, que nuestro país, España, sea un país de ignorantes. Vergüenza me da reconocer que en la España franquista sabíamos cuáles eran los ríos de España y hoy, si preguntas en la calle a un joven, salvo excepciones, no se sabe ni cuáles son los ríos de la provincia de Cádiz. No saben quién fue Isabel la Católica. No saben quién fue Manuel Azaña. No saben quién fue Boabdil. No saben ni hacer una ecuación de primer grado. No saben calcular la fórmula del rédito, el interés etc y así firman las hipotecas que firman, no saben ni medir los metros cuadrados que tiene su casa.
Con un país de ignorantes, que tienen derecho al voto, pasa lo que pasa. ¿O por qué creéis que llegó Hitler al poder? ¿Hitler? ¿De quién me hablas? ¿Quién fue Hitler?