Desde hace bastantes semanas, Hamás ha mostrado su acuerdo con el plan de alto el fuego de EEUU, avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Israel no parecía muy conforme y mientras se lo pensaba, se lo piensa, sigue masacrando a la población palestina, desplazándola y dejándola morir en y de las miserias que ha provocado.
Hace tan solo una semana, se reunieron en China unas quince facciones palestinas -incluidas Hamás y Al Fatá- y firmaron un acuerdo para poner fin a sus divisiones y reforzar su unidad. En él se contempla un futuro gobierno de Gaza y Cisjordania sin injerencias internacionales ni externas, para el día después. Los reunidos también consideran la firma de este acuerdo un paso importante para lograr la unidad nacional palestina.
Una semana después han asesinado -no ha muerto, ni se ha muerto- al líder político de Hamás que llevaba las negociaciones del plan de alto el fuego. Blinken -la voz de EEUU- se ha apresurado a decir en una entrevista en una tele asiática, donde le ha pillado el asunto, que "no tenemos nada que ver ni estábamos al tanto. Es difícil especular". Leer esto y recordar el típico "yo no he sido, seño", ha sido todo una. Yo tengo mi pasado y EEUU el suyo, la CIA también y el Mossad israelí no digamos. Israel, a la hora que escribo esto, no ha dicho he sido yo, tampoco lo dijo cuando atacó el primer hospital gazatí hace muchos meses y todos los países se quedaron inmutados. Ahora casi no quedan hospitales en funcionamiento en Gaza.
A esta hora, países de esa zona se han pronunciado: Qatar, Jordania, Egipto, Líbano, Siria... EEUU y los países europeos, no. La cuestión es peliaguda, pues no solo lo han asesinado, sino que ha sido un ataque en suelo iraní. No es un territorio neutral precisamente, es una gran potencia de la zona que ha mostrado en todo momento su apoyo al pueblo palestino. Si el ataque no hubiese ocurrido en Teherán, quizá se habría calificado
como 'ataque terrorista'. A lo mejor porque más de uno piensa que el atacante ha sido Israel, nadie se atreve a usar esas palabras. Puede que los gobiernos occidentales estén deshojando la margarita. Qué hacemos, qué decimos, esto es chungo. Calla, no vayan a decir que somos de Hamás, calla, no se vaya a enfadar Bibi. Cabe la posibilidad de que a todos haya cogido por sorpresa, y lo peor, no tienen a los malos oficiales -Rusia, Irán- para echarles la culpa, tampoco a las milicias ni organizaciones propalestinas.
Hay por ahí un plan de alto el fuego pendiente de ratificar. De un lado, han asesinado al líder palestino que llevaba las negociaciones por parte de Hamás. De otro lado, Netanyahu ha declarado en más de una ocasión que no parará hasta acabar con Hamás, aunque uno de sus generales dijera -¿le advirtiera?- que con las ideas no se puede acabar con matanzas y bombardeos. ¿Y ahora qué va a pasar con la propuesta de alto el fuego? Quizá nada, ya nació muerta, porque Netanyahu en ningún momento se ha interesado seriamente por ella y ha puesto trabas en más de una ocasión. Porque EEUU lo invita a dar un dicurso en el Congreso, lo sigue apoyando incondicionalmente y lo surte de armamento y pone a su disposición tanto a sus expertos militares como de Inteligencia. Porque Europa -incluida España- se queda en las palabras y los actos simbólicos, y en ningún momento pasa a la acción. Es decir, como mínimo cortar todo negocio armamentístico y tecnológico, y la relaciones diplomáticas.
Al momento que termino, aún permanece el silencio occidental. El mismo que reinaba cuando Israel comenzó sus ataques bestiales contra Gaza más allá de lo que se podría haber considerado una respuesta defensiva. También es un contener la respiración. Irán pide una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU y Netanyahu proclama que Israel está preparada para "cualquier provocación". La ONU ha pedido "moderación", hace bien, pero me da que Netanyahu la tiene en poca estima y está en un tris de declararla organización terrorista como ya ha hecho con la Unrwa.