La Junta de Andalucía promociona la comunidad autónoma mencionando a Picasso y Lorca, entre otros. Los medios de comunicación andaluces conmemoran el 80 aniversario de la muerte del periodista sevillano Manuel Chaves Nogales. Sin embargo, en Andalucía se come uno pocas roscas si no piensa en largarse fuera o lo 'condecoran' antes en Madrid, por ejemplo. Esencialmente, el asunto sigue igual, si no te bendicen en Madrid, Barcelona, en la Europa 'importante' o en Estados Unidos, no se experimenta eso a lo que llaman triunfo.
¿Quién es ilustre por haber nacido en Andalucía y haber triunfado desde una Andalucía poderosa e influyente, trabajando en Andalucía, creando en Andalucía y teniendo detrás una estructura socioempresarial y financiera de peso, oriunda de Andalucía? Ahora, con la sociedad digital se puede encontrar a alguien y antes a alguna excepción como al profesor Manuel Losada Villasante cuyo premio científico está monopolizado por un grupo mediático de Madrid. Sin embargo, estructura socioeconómica con mando en plaza, poquita.
¿Cuánto tiempo estuvo Picasso en Málaga? Con diez años ya salió de esa ciudad que no supo retener a su padre como conservador del Museo de Bellas Artes de Málaga. Se tuvieron que ir a Galicia y pocos años después su padre obtuvo cátedra en Barcelona. Adiós Andalucía. Picasso residió en Barcelona con estancias en Madrid y París. Pero sobre todo fue Barcelona el terreno español que más supo de su presencia. ¿Lorca? Nació en 1898 y en 1916 ya estaba en la Residencia de Estudiantes, en Madrid. Allí se encontró con Rafael Alberti que estaba en Madrid desde los 15 años. A su amigo Adolfo Salazar le dijo Lorca que por fin había huido del tedio cultural provinciano granadino.
A Nueva York viajó invitado por Fernando de los Ríos y más adelante logró una buena independencia económica no por el apoyo del público andaluz sino sobre todo por el de los argentinos hacia 1933. Tuvo que puntualizar que no le gustaba esa identificación con el gitanismo que le colgaron sino que para él el mundo gitano era un simple tema de inspiración como podía serlo otro ajeno a lo que se identifica con Andalucía: el gitano. Lo mataron en Granada, "en su Granada", como escribió Antonio Machado, quien tampoco es conocido por proyección desde su tierra sino por su vida activa en Madrid, costó mucho que se colocara un mínimo recuerdo de él en el Palacio de las Dueñas, en Sevilla, donde nació.
Lorca llegó a afirmar que "la burguesía de Granada era la peor de España". Sólo veo a Falla un poco más centrado en Andalucía, compartiendo activismo cultural con Lorca. Sin embargo, pronto se trasladó Falla a Madrid donde siguió completando su formación como pianista. Luego se fue a París para regresar más tarde a Madrid y a continuación a Granada, ya consagrado. Murió en el exilio argentino en 1946, a pesar de que el régimen franquista lo invitó a regresar a España. No quiso, volvió muerto y embalsamado y lo enterraron en la catedral de Cádiz. Cerca de él está José María Pemán, al que la ceguera andalucista del infantilismo izquierdoso considera un enemigo. Supongo que no saben, por ejemplo, que Pemán escribió al que fuera último superviviente de la Junta Liberalista de Blas Infante, don Emilio Lemos Ortega -en carta que conservo- que él, su Séneca, no escribía en ABC lo que quería sino lo que podía.
Ya Bécquer y sus amigos comprendieron en el siglo XIX que en Sevilla no había nada que hacer y se largaron a Madrid a 'triunfar'
Juan Ramón Jiménez nació en 1881 y en 1900 ya estaba en Madrid después de pasar por Sevilla y estudiar Derecho sin terminar la carrera, motivo por el cual la Universidad de Sevilla no puede reivindicar un mejor puesto a nivel internacional con el argumento de que en sus aulas se licenció un Premio Nobel. Menos mal que por dificultades económicas estuvo en Moguer un tiempo de profusa producción literaria, pero su proyección externa se la debe a Madrid. Otro premio Nobel, Vicente Aleixandre, nació en Sevilla en 1898, en 1901 lo llevaron a Málaga y en 1909 a Madrid. Por suerte, algunos poemas suyos aparecieron en las revistas Litoral (Málaga) y Mediodía (Sevilla) y tuvo buenas relaciones con el Grupo Cántico (Córdoba). Si no, poco más queda en Andalucía del poeta andaluz que en Madrid llegó a vivir en la calle Velintonia que en su honor y con Aleixandre aún vivo pasó a llamarse calle Vicente Aleixandre. Allí lo visitaban Lorca, Cernuda, Alberti y numerosos poetas jóvenes españoles posteriores.
Todos estos nombres tenían detrás a familias bien situadas socialmente y sin embargo no había en Andalucía un contexto socioeconómico poderoso que supiera dignificar y conservar a estos cerebros como señas de identidad propias. Ya Bécquer y sus amigos comprendieron en el siglo XIX que en Sevilla no había nada que hacer y se largaron a Madrid a "triunfar". Les costó muchas fatigas pero más hubieran padecido si llegan a quedarse en la ciudad de la gracia, como llamaba a la capital de Andalucía José María Izquierdo según su libro Divagando por la ciudad de la gracia.
Al recordar los ochenta años de la muerte de Manuel Chaves Nogales leo en algunos diarios "progresistas" que fue un periodista riguroso que no se casaba con nadie. Lo ven como algo fantástico cuando estoy seguro de que esos mismos medios y los otros, los conservadores, le cerrarían sus puertas como ya le ocurrió en su tiempo. Hoy España es un país dislocado y sectario que tiene como escaparate de su atraso mental a la prensa, en la que se observa un duopolio de 'la verdad' impermeable a cualquier mente libre y profesional como la de Manuel Chaves Nogales de quien se dijo que tanto el bando nacional como el republicado tenían motivos para fusilarlo, es lo mejor que se puede decir de un periodista que tuvo que huir dos veces de su patria y no hace tanto era total y absolutamente ignorado.
Por ahora, en Andalucía, en 2022, el 34% de los jóvenes no había finalizado sus estudios de Bachiller ni Formación Profesional
En Sevilla aún se le debe un reconocimiento sólido, igual que a Luis Cernuda del que no hay ni un monumento y su casa natal se eterniza en su proyecto de museo como suele ser habitual en la ciudad de la Giralda. Leo lo que fue cierto: que Chaves Nogales quería a su ciudad pero se alejaba de su sevillanismo tópico y típico, lo cual explica su marginación, seguimos igual sustancialmente hablando, para que te reconozcan en Andalucía en general y en Sevilla en particular has de entrar por un aro estrecho y provinciano con demasiado olor a partidismo, señoritismo, tribalismo y por supuesto amplias relaciones públicas con quienes hay que hacerlas, personas afiliadas a clanes y “hordas” diversas.
Lo que yo sé es que la ciudad en la que vivo -Sevilla- sufre de fuga de cerebros muy grave, igual que toda Andalucía. Su índice de natalidad está al nivel de la posguerra civil. Las obras públicas que veo no sólo se prolongan una enormidad sino que las tenemos gracias al dinero de Europa en un 80 o 90 por ciento. Seguramente las autoridades políticas van a estar siempre con la cantinela de que el gobierno de Madrid nos tiene marginados en financiación. Lloriqueos y más lloriqueos, ¿cuándo Andalucía se va a defender por sí misma? ¿Cuándo se va a pertenecer? ¿Cuándo vamos a poder afirmar que Madrid nos roba porque producimos más y le damos más dinero de lo que ella nos da a nosotros?
Hay un movimiento andalucista que celebro pero que me preocupa por su tremenda diversidad interior. Lo mismo cabe ahí un trotskista que un liberal o un socialdemócrata. Si algún día lograra poder real puede que nos topemos con un panorama triste. Por el momento, observo un ridículo lenguaje inclusivo, un asamblearismo y unas listas cremallera que piensan más en los géneros que en las valías de unos y otros, es decir, no es un movimiento general pensado para los amantes de Andalucía sino para una neoprogresía atomizada hasta extremos sorprendentes. Eso sí, menos da una piedra.
Si hay españoles y andaluces que rechazan trabajos por estar subsidiados habrá que pensar que el Gobierno del Estado no puede gastar dinero en ellos a menos que los quiera convertir en papeletas electorales cautivas en nombre del progresismo
El hoy condenado Manuel Chaves, ministro en Madrid, fue 'el candidato a palos' a la presidencia de la Junta, los políticos venidos a menos en Andalucía terminan en el Senado y los venidos a más esperan el salto a Madrid. Andalucía es un camino de paso hacia Madrid, "si el andaluz rico piensa en Madrid y el pobre en Barcelona, ¿quién piensa en Andalucía?", rezaba un famoso cartel de la Transición. Pues ahora nuestra juventud piensa en Barcelona, en Valencia, en Londres, en Francia y en Alemania. De Madrid salen al año unos 130.000 jóvenes pero llegan más de 200.000. Cuando Toledo o Guadalajara crecen es en buena parte por acoger a los inmigrantes de Madrid que no pueden pagarse viviendas en la capital española. Los profesionales de las ciencias experimentales saben que sin una estancia larga en Estados Unidos poco hay que hacer en España y menos en Andalucía.
Se está combatiendo con diversas estrategias este exilio de cerebros desde Madrid y Sevilla con algunos resultados. Por ahora, en Andalucía, en 2022, el 34% de los jóvenes no había finalizado sus estudios de Bachiller ni Formación Profesional. La autonomía andaluza era la tercera comunidad autónoma con el porcentaje más alto, junto a Castilla-La Mancha que tenía el mismo dato. La causa de estas cifras tiene su razón de ser en la época en la que nacieron estos jóvenes. Muchos de ellos lo hicieron entre 1987 y 1996, niños que crecieron en los años de la burbuja inmobiliaria, donde miles de jóvenes dejaban el instituto para trabajar en la construcción.
En 2023, el 76,7% de los jóvenes andaluces -tres de cada cuatro- estaba dispuesto a cambiar de país por razones de trabajo. En los inicios de este año, 2024, un estudio del BBVA estima que casi la mitad de los emigrantes españoles de 2022 poseían estudios superiores (30,1%) o estudios secundarios post obligatorios (18,8%). Muchos de los emigrantes son personas jóvenes, de modo que tienen por delante muchos años de vida durante los cuales seguirán contribuyendo significativamente a mejorar la producción económica de sus países de residencia, no de España ni de Andalucía.
De hecho, un tercio de quienes dejaron España en 2022 tenía menos de 35 años. Y, como todo lo necesario para argumentar hay que decirlo, aunque te llamen racista y xenófobo, según un reciente informe del Banco de España, alrededor del 80% de los inmigrantes extranjeros en edad de trabajar no tienen estudios universitarios y más del 70% trabajan en actividades de baja cualificación, porcentajes muy superiores a los que registran los nacionales. ¿Adónde nos puede conducir esta situación? Si hay españoles y andaluces que rechazan trabajos por estar subsidiados habrá que pensar que el gobierno del Estado no puede gastar dinero en ellos a menos que los quiera convertir en papeletas electorales cautivas en nombre del progresismo. En el contexto en el que nos movemos hay bastantes emigrantes españoles y andaluces cualificados que aportan conocimiento allá donde vayan e inmigrantes que no lo aportan a España mientras que otros españoles y andaluces parece que no quieren doblar la cerviz.
Se ha criticado mucho la fallida unión amistosa BBVA-Sabadell. Catalanes y vascos con influencias decisivas en Madrid que ganan mucho dinero con su emprendimiento aunque con él nos fastidien igualmente. Prefiero que me critiquen por eso a que me alaben por repartir bailes salerosos en El Rocío. Por desgracia, el mundo es cruel, materialista, hipócrita, insolidario, competitivo, y no se puede estar tan a menudo centrado en lo onírico, huyendo de la realidad.
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