Algunas de las víctimas mortales del ataque de Hamás.
Algunas de las víctimas mortales del ataque de Hamás.

Ha salido a la luz, hace pocos días, el Informe Mundial sobre los Derechos Humanos, publicado por Human Right Watch, con el “sugerente” subtítulo El sistema de Derechos Humanos está bajo amenaza: un llamado a la acción. En su artículo introductorio plantea cuestiones muy preocupantes en lo relativo a la defensa de los Derechos Humanos en el mundo y como las políticas cortoplacistas, comerciales o geopolíticas socaban la implantación de los Derechos Humanos en países gobernados por dictadores y autócratas, afianzando a estos gobernantes en el poder del mismo modo que traslada una imagen a la población mundial que el Derecho Internacional es papel mojado frente a los intereses de las grandes empresas o en los papeles que juegan estos gobernantes como actores internacionales en el juego de la política internacional.

Estos países utilizan prácticas represivas más allá de sus fronteras con aquellas personas e instituciones que luchan por valores como la democracia o el cumplimiento de los Derechos Humanos. Por lo tanto “si los gobiernos represivos pueden emplear impunemente tácticas de mano dura para silenciar a defensores de derechos humanos, políticos exiliados, periodistas y críticos más allá de sus fronteras, entonces no hay ningún lugar seguro”, llamativo fue el caso del asesinato del periodista y disidente saudí Jamal Khashoggi producido en Turquía en 2017, los datos no parecen mejorar con el paso de los años.

Que los países que reconocen los Derechos Humanos no condenen algunas de estas acciones, dependiendo del país que esté implicado, se debe a que ponen por delante las relaciones económicas y diplomáticas que se tienen con estos países a la defensa inequívoca de los Derechos Humanos. Sirva para ilustrarlo el siguiente ejemplo: cuando el 7 de octubre de 2023, Hamas atacó y asesinó a miles de israelíes, los países occidentales salieron en tromba a condenar esta vulneración de los Derechos Humanos, pero cuando Israel respondió bombardeando a la población y ejecutando acciones que están consideradas por la Corte Penal Internacional como Crímenes de guerra, miles fueron las excusas para no denunciar dicho atropello a los Derechos Humanos de la población de Gaza, que más tarde se extendió a Cisjordania y el Líbano, éste posicionamiento se debe a la situación de Israel en el tablero político internacional y al miedo que genera a los países occidentales enemistarse con él, por llegar a enemistarse con su principal valedor que es Estados Unidos.

Ni siquiera la rentabilidad podría ser lo más importante, lo importante sería vivir de manera decente”. Noam Chomsky

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