Accidentes de tráfico: responsabilidad de todos

El número de fallecidos en accidente de tráfico en Andalucía crece en 2024 un 35%, un dato inaceptable sobre el que las autoridades y la sociedad deben detenerse para ahondar en las causas y buscar soluciones

Accidentes de tráfico, responsabilidad de todos. Accidente muy aparatoso en Villamartín (Cádiz).
Accidentes de tráfico, responsabilidad de todos. Accidente muy aparatoso en Villamartín (Cádiz).

Andalucía presenta un incremento en el número de muertes causadas por accidentes de tráfico del 35% respecto a 2023, según datos que ha dado a conocer la Dirección General de Tráfico (DGT), ya que se ha pasado de 118 a 159 fallecidos en el período comprendido entre el 1 de enero y el 12 de septiembre.

Se trata de un dato muy malo y sobre el que, posiblemente, no haya una única causa. De hecho, los expertos sostienen que son múltiples y de muy distinto ámbito, unos atañen a las personas –aquí cabe destacar el exceso de velocidad, errores personales en la conducción (despistes, sobre todo) abuso de alcohol y otras sustancias e incluso un parque de vehículos envejecido– y otros a las administraciones públicas, sobre todo en lo que se refiere al estado y mantenimiento de las distintas carreteras, incluso a su señalización.

En Andalucía no hay una pauta clara al respecto de este incremento del 35% por lo que respecta a las provincias. Eso sí, el número de víctimas de accidentes de circulación crece en seis, Granada, Sevilla, Málaga, Córdoba, Jaén y Huelva, mientras que incluso baja en dos, Cádiz y Almería.

Con estos datos, Andalucía es la comunidad autónoma española que acumula más accidentes mortales, con casi un 20%.

El Ministerio de Interior acaba de plantear la reducción de la tasa de alcohol de 0,25 a 0,10 gramos por litro espirado e incluso lleva meses hablándose de una posible reducción de la velocidad permitida, pero harían bien en buscar causas en su ámbito de actuación directa. España tuvo un importante desarrollo de infraestructuras para facilitar la movilidad en los años 80 y 90 (aquí incluso se puede introducir el ferrocarril, con las líneas de AVE) e incluso los primeros 2000, pero es un hecho que la inversión pública lleva un año estancada, y hablamos no solo de carreteras secundarias sino del estado en que se encuentran muchas autovías, machacadas por el tráfico pesado, por el propio volumen que presentan y, por supuesto, de la relajación en su mantenimiento, que no dejan de ser, al fin y a la postre, causa también de accidentes.

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