El conflicto de Acerinox cumple 120 días, cuatro meses justos, y sigue sin entrar en vías de solución. Este martes ha estado el comité de empresa en el Parlamento andaluz y se han encontrado con la sorpresa de que el PP se ha ausentado de la cámara, algo que ha sido acogido con sorpresa por parte de los trabajadores y que, sin duda, supone un cambio en la percepción que la Junta tiene del conflicto, probablemente después de que se implicara, a través del Comité Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) en la mediación sin obtener avances. Se trata, sin duda, de un error táctico del PP, cuyas agrupaciones de la comarca del Campo de Gibraltar, por cierto, están manteniendo un apoyo, más o menos expreso, más o menos velado (ahora ha surgido un problema con el Ayuntamiento de Algeciras relacionado con la acampada prevista), a los trabajadores en huelga.
Se da la circunstancia de que los cuatro grupos de la oposición –Por Andalucía, Adelante Andalucía, PSOE y Vox– han acudido a la reunión con los trabajadores a escuchar, al menos, las últimas novedades de las negociaciones y de la marcha del propio conflicto, ya que hay que tener en cuenta que el mismo lunes hubo una reunión entre las partes en Madrid en la que, lejos de alcanzarse un acuerdo, la empresa comunicó su intención de ejecutar un ERE que podría alcanzar a 500 trabajadores. Incluso Vox ha pedido a la Junta una mayor implicación en la resolución del conflicto y ha alertado de que comienza a ser evidente cómo afecta a otras empresas de Palmones y de la comarca de Gibraltar la huelga de Acerinox.
La plantilla sigue unida, pero ya es mucho tiempo, son cuatro meses y no se vislumbra una solución a corto plazo ni nada que se le parezca. El anuncio de ERE vendrá a sembrar nuevas preocupaciones, cuando lo que tratan los trabajadores, básicamente, es recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años y que no se establezca el modelo de turnos a los que aspiraba la empresa.
Comentarios