Andalucía: conciencia medioambiental, sí; rascarse el bolsillo, no

Un estudio de la Fundación AXA destaca que el cambio climático es percibido por los andaluces como un gran problema para la humanidad, pero también pone de relieve la poca voluntad de afrontar impuestos climáticos

Sequía. Imagen del pantano de Bornos.
Sequía. Imagen del pantano de Bornos. MANU GARCÍA

Los andaluces tienen muy claro que el cambio climático y sus consecuencias, caso de la sequía, no son ninguna broma. De hecho, según un estudio realizado por Sigma 2 para la Fundación AXA, los habitantes de la comunidad autónoma mantienen que el cambio climático es el tema más preocupante que afronta la humanidad, por delante de guerras y terrorismo.

Además, cuatro de cada cinco andaluces piensa que hay que poner en marcha nuevas y distintas medidas encaminadas a revertir la actual situación de ausencia de agua, pese al respiro que han dado las recientes precipitaciones. En efecto, el 81% está en línea con el giro que ha dado la Junta de Andalucía en los últimos meses, desde que la falta de agua ha comenzado a ser abordado como un problema estructural. Por ello, la mayoría de los encuestados responden afirmativamente a la necesidad de acometer distintas medidas, caso de un mayor aprovechamiento de las aguas residuales después de su tratamiento, la captación de lluvias o el incremento de zonas verdes en las ciudades.

Sin embargo, el 'ardor ecológico' de los andaluces se resiente cuando aparece la posibilidad de rascarse el bolsillo en defensa del clima, ya que menos de un tercio de la población aceptaría una subida de impuestos para luchar contra el cambio climático. Lo mismo ocurre con el denominado 'consumo sostenible' debido al alto precio que tienen estos productos. El 80% de los encuestados dice que no le llega para estos productos, lo que evidencia también que se deben 'democratizar' sus precios para que sean más aceptados y consumidos en una de las comunidades a la cola en cuanto a poder adquisitivo como es Andalucía.

En hábitos como la movilidad, la alimentación o el turismo tampoco se observa voluntad de introducir cambios significativos en el día a día. Temas como el del reciclado, planteados hace ya varias décadas, sí están presentes en la vida de una gran mayoría de andaluces, pero estos otros asuntos, que además implican cambios vitales e incluso un 'peaje' económico, es evidente que a la ciudadanía le va a costar.

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