Andalucía ve pasar (por ahora) el AVE a Portugal

La conexión Madrid-Lisboa, vía Extremadura, toma cuerpo de cara al Mundial de Fútbol del 2030 y deja para la siguiente década la prolongación de Sevilla-Huelva hasta Faro, que sería de interés turístico y económico

Un cámara toma imágenes durante el aniversario de la llegada del AVE a Sevilla.

 La cumbre entre España y Portugal celebrada esta semana ha servido, entre otras cosas, para rebajar (casi a nivel del suelo) las expectativas de una conexión a medio plazo de tren AVE entre Sevilla, Huelva y Faro, la capital de la región portuguesa del Algarve. El anuncio de que el AVE llegará a Huelva había generado optimismo respecto a la prolongación que, sin duda, hubiera sido una buena noticia para Andalucía occidental por la importancia del turismo, sobre todo británico, español y portugués, que tiene la región más meridional del país vecino.

En la cumbre ha quedado claro que este tema, la conexión Sevilla-Huelva-Faro, no está en la agenda y que, de estarlo, estaría siempre por detrás del eje Madrid-Lisboa –cabe suponer que con paradas en Extremadura (Cáceres, Mérida y/o Badajoz) y tal vez alguna en suelo luso (por ubicación, Évora y Setúbal)– antes de llegar a la capital portuguesa. Se trata de una conexión cuya posibilidad se ha recuperado –sin más, no hay nada seguro: España ha dejado claro que la quiere, mientras Portugal lo evalúa– con vistas al Mundial de Fútbol de 2030 que se celebrará en España, Portugal y Marruecos. Hay que decir que esa idea vuelve a estar sobre la mesa porque en su día, justo antes de la crisis económica de 2008, dicha conexión entre las dos capitales peninsulares se descartó porque a Portugal no le interesó. 

Incluso hay una tercera posibilidad abierta en el norte de la península, como es Vigo-Oporto, sobre todo después de que Vigo se haya convertido en 'territorio AVE' y, no hay que decirlo, esa zona industrial de Galicia tiene un importante tráfico creciente, tanto de personas como de mercancías, con la segunda ciudad más importante de Portugal. 

Bien, por un lado, hay que congratularse de que la línea Madrid-Lisboa, de confirmarse (no se pueden demorar mucho los plazos si se pretende que esté para el verano del 2030), venga a hacer justicia con los problemas de conexión de Extremadura –infraestructuras que también, por proximidad, podrán aprovecharse desde Andalucía– y lamentar que la conexión con el Algarve quede pendiente sine die...