Costa gaditana: verano de algas, medusas... y depuradoras

El problema de las medusas crece en el litoral –aunque sigue siendo puntual, nada que ver con las algas invasoras–, con Cádiz, El Puerto, Conil, Barbate o Tarifa y sus sectores turísticos y económicos alzando la voz

El balneario, visto desde el castillo de San Sebastián de Cádiz.

El Ayuntamiento de Tarifa ha informado esta semana de que lleva retiradas de sus playas del orden de 9.000 toneladas de algas –casi todas son algas invasoras, pero no todas– en lo que va de verano, una auténtica barbaridad. Conil, Cádiz, Barbate, Tarifa, El Puerto... las algas asiáticas se están convirtiendo en uno de los principales problemas de los municipios costeros de la provincia de Cádiz, tendiendo tanto a su incidencia en la pesca –ahí está el llamamiento desesperado de los pescadores de Conil y Barbate– como por lo que pueda significar para el turismo a medio plazo, ya que no es plato de gusto encontrarse montañas de estas algas en la playa ni tampoco al adentrarse en el mar para tomar un baño.

La globalización, el cambio climático y el aumento de las temperaturas que trae consigo... son factores a tener en cuenta en lo que respecta al alga y a otro problema que se muestra de manera intermitente en el litoral gaditano, como es el de las medusas. Si antiguamente era algo que cabía esperar en los meses de verano en las playas más cerradas al mar y, en consecuencia, con el agua a una mayor temperatura –Valdelagrana siempre fue un clásico–, este verano se están dejando notar en sitios meneos habituales como Cádiz capital o Rota.

Respecto a las algas, que llevan ya una década dejándose sentir en Cádiz y en otras partes de la costa andaluza, con una clara 'voluntad' expansiva hacia el Mediterráneo, las administraciones públicas siguen sin dar con una solución e incluso, se puede decir que, pasado todo este tiempo, no están a la altura de un problema que hace estragos en la pesca y se dejará sentir más pronto que tarde en el turismo.

Mención aparte merece también todo lo acontecido con la EDAR (estación depuradora de aguas residuales) de Atlanterra, un problema que, en principio, parecía puntual y que, al final, ha marcado (parcialmente) el verano en la zona, con restricciones al baño durante buena parte del verano, algo que, sin duda, muchos turistas apuntarán en el 'debe' cuando valoren sus vacaciones. 

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