España reconoce a Palestina: sí, pero...

Decisión justa del Gobierno español, otra cosa es que se pueda cuestionar el momento exacto en que se produce, en pleno conflicto de Israel y Hamás y con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina

España reconoce a Palestina. Declaración solemne de Pedro Sánchez.

España ha reconocido al Estado de Palestina y lo ha hecho conforme a las fronteras de 1967. Se hace bajo la antigua idea de 'un territorio, dos estados', sobre el que se ha pronunciado a favor en varias ocasiones la ONU. España ha reconocido a Palestina junto con Irlanda y Noruega, por lo que, según se mire, se convierte en el décimo, el undécimo o el duodécimo país europeo (que no de la Unión Europea) en hacerlo. Las grandes potencias, Reino Unido, Francia, Alemania e incluso Italia, siguen sin hacerlo, algo que no se debe pasar por alto.

Mientras que Irlanda y Noruega han preferido mantener un perfil bajo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha decantado por una declaración solemne. El reconocimiento de Palestina por parte de España es una buena noticia, es algo de justicia, sin duda, aunque a efectos prácticos va poco más allá de lo simbólico. El problema, tal vez, es el momento en el que se produce dicho reconocimiento, con Israel y Hamás de lleno en un conflicto bélico que se acerca a las 40.000 víctimas mortales y con España en pleno proceso electoral –las europeas... el cuarto en lo que va de 2024–, con el PSOE y Sumar en búsqueda de nueva significación política.

Por partes. España ha tenido mucho tiempo y oportunidades para reconocer a Palestina. Hacerlo ahora cuenta con la dificultad añadida de mantener la (relativa) neutralidad española e insistir en que se trata de una decisión a favor de la paz entre palestinos e israelíes. Para Israel, que España lo haga justo en este momento y con declaraciones por parte de Sumar en línea con eslóganes de Hamás –"desde el río hasta el mar"– es un acto que, lejos de valorarse como "de paz", se ve abiertamente hostil y, de hecho, sus autoridades ya han advertido que "harán daño" a quién haga daño a su Estado.

En cuanto a las elecciones, es un hecho que tanto Sumar –en lucha con Podemos por el mismo espacio político– quiere aprovechar este asunto en clave política interna, mientras que el PSOE, con serias dificultades para legislar (en el espacio de una semana ha tenido que renunciar a sacar la ley de prostitución y la de vivienda) debido a los apoyos heterogéneos con que cuenta, ha visto la oportunidad de apuntarse un tanto 'histórico' –y pendiente– para la izquierda española.