La Sanidad Pública es, probablemente, el talón de Aquiles en la gestión del PP al frente de la Junta de Andalucía. El presidente, Juanma Moreno, es consciente de este hecho, por lo que puso en marcha un plan especial a finales de 2023 que no termina de arrancar. Incluso, en privado, dirigentes del partido reconocen que este ‘flanco’ es el que les puede pasar factura a la hora de revalidar, dentro de dos años, la mayoría absoluta de la que disfruta.
El caso es que, pese a que el problema –y su posible alcance político– está detectado, no hay signo alguno de mejoría en las cifras e incluso han surgido cuestiones nuevas a las que no se ha respondido con el rigor que se merecerían, caso del ‘troceado’ de cientos de millones de euros de facturas por distintas prestaciones y servicios, evitando la exposición y concurrencia pública, lo que, en definitiva, viene a facilitar la adjudicación a dedo. De hecho, el PSOE, que se refiere abiertamente como “corrupción” al abuso que se ha producido de esta práctica, estima que podría llavarse por delante al gobierno de Moreno.
El último dato de la ‘baremación continua’ en que se ha convertido la Sanidad Pública andaluza hace referencia al número de pacientes en lista de espera para una intervención quirúrgica, que es de 204.000, la segunda cifra más alta de España en relación al número total de habitantes, solo por detrás de Cantabria. Es cierto que se produce un tímido descenso de 1.000 pacientes en lista respecto al 31 de diciembre del año pasado, pero es una cifra tan escasa –después de un plan especial de por medio, hay que recordarlo– que no llega ni al 0,5%, por lo que nadie desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha molestado en sacar pecho.
Con el panorama actual, los sindicatos anuncian nuevas movilizaciones y medidas de protesta, si bien el SAS ha manifestado su disposición a reunirse de manera inmediata con CCOO, UGT, CSIF y Satse para estudiar sus reclamaciones, que en buena medida no están relacionadas tanto con estos malos datos que ofrece de continuo el SAS como con el incumplimiento de determinados acuerdos. Pacientes, profesionales... el descontento es la nota común en la Sanidad Pública andaluza.