Javier Milei es el presidente electo de Argentina. Todavía no ha tomado posesión de su cargo y como ya ha anunciado cuáles van a ser sus primeras decisiones en materia económica, se han producido movimientos derivados de sus palabras. Por ejemplo, ha anunciado que va a privatizar la petrolera YPF, de la que el Estado argentino es propietario del 51%, y sus acciones, que cotizan en Wall Street, subieron un 40%, algo que seguro que no ha pillado desprevenido a todo el mundo. Es el mercado, amigos. Milei ha dicho que también va a vender los medios de comunicación que siguen siendo estatales, anuncio sobre el que no hay constancia de que se haya producido la euforia de YPF, como es lógico…
Milei es un personaje peculiar. Ultraderechista o ‘trumpista’ para la prensa de izquierda, anarco-capitalista o ultraliberal para la de derecha… las etiquetas en Latinoamérica no se corresponden exactamente con las que se adjudican en Europa, eso está claro. El caso es que Milei, un economista heterodoxo que se hizo extremadamente famoso en un breve espacio de tiempo en Argentina gracias a sus furibundas apariciones en televisión y en redes sociales, sin dejar pasar por alto su particular look –en su país le llaman El Peluca–, ha barrido al peronismo, una máquina sociopolítica siempre perfectamente engrasada también de difícil identificación política, ya que bajo ese concepto ha habido presidentes ultraliberales como Carlos Menem (que ya ‘dolarizó’ el país) y otros aceptados como de los suyos por la izquierda internacional, caso de los Kirchner.
Cabe hacerse muchas preguntas sobre el porqué el electorado argentino se ha decantado en un 55% por alguien como Milei, pero probablemente la respuesta la dio el propio político un par de días antes de las elecciones, cuando inquirió al electorado y a los medios de comunicación que a qué abismo iría el país con su elección (una expresión recurrente para rechazar su voto), si Argentina lleva años en el abismo después de cuarenta años de crisis políticas y económicas, unas propias y otras internacionales, con una inflación que actualmente ronda el 140%.
Con los matices que se quiera y a la espera de ver su gestión, Milei se suma a la lista de los Trump, Bolsonaro, Orban, Meloni... y Abascal, populismo de derecha. Vox, que se ha apresurado a felicitar a Milei y lo ha hecho de manera muy efusiva, mientras que el PP también lo ha hecho, pero de una manera mucho más comedida. No consta por ahora una felicitación pública de Pedro Sánchez, que se da por hecho que lo hará cuando tome posesión, en clave institucional. Así es la política.