Pandemia: un mundo distinto cinco años después

La sanidad pública sigue sin recuperar el pulso de su funcionamiento previo al virus del covid, mientras el cobro de comisiones por la compra de material sanitario salta a la actualidad política

15 de marzo de 2025
Un sanitario realiza pruebas de covid en un autocovid instalado en Jerez.
Un sanitario realiza pruebas de covid en un autocovid instalado en Jerez. MANU GARCÍA

Cinco años han pasado ya desde que diera comienzo la pandemia de covid y el posterior confinamiento, medida excepcional para algo excepcional como fue la rápida expansión por todo el mundo del virus originado en China.

Después de todo este tiempo, es el momento de reparar en que la sanidad pública en España, indistintamente del partido que gobierne en cada comunidad autónoma, no ha vuelto a ser igual, no ha vuelto al momento anterior a la pandemia. La imposibilidad de obtener cita de manera temprana con el médico de familia ha llevado a ‘normalizar’, tanto por los sanitarios como por los propios pacientes, que las urgencias de los centros de salud son las nuevas citas del ‘día a día’, sin que el SAS consiga volver a los parámetros anteriores.

Otro asunto importante en el mundo postpandemia. Tras décadas de desviar la producción industrial a terceros países para maximizar márgenes, los países europeos entendieron que tiene que haber unos mínimos en cuanto a producción que permitan respuesta propia en el seno de la Unión Europea (UE), tanto si se habla de productos sanitarios –desde mascarillas a respiradores– como de determinados bienes y repuestos industriales, aunque es evidente que este asunto, en el que había un importante consenso recién salidos de la pandemia ­–no se puede depender para todo de las fábricas de China, India o Pakistán­– ha vuelto a enfriarse, al menos en lo que a España se refiere.

Mención aparte merece el tema de las comisiones que se pagaron precisamente por la adquisición de material sanitario de primera necesidad. En su momento era evidente que esto iba a ocurrir, en esa disparatada carrera, tanto del Gobierno central como las autonomías, y en este momento se está desarrollando un momento clave en las investigaciones sobre compras del propio Gobierno (caso Koldo) o de comunidades tan significativas como la de Madrid, con el presunto involucramiento de la pareja de la propia presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y la presunta filtración del fiscal general del Estado.

Pero, por encima de todo, en la sociedad ha quedado un poso de vulnerabilidad, de urgencia, de 'carpe diem' que a corto plazo difícilmente va a pasar, sobre todo teniendo en cuenta la situación política internacional. Qué lejos queda aquel mensaje teledirigido de que (de la pandemia) saldremos más fuertes...

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