El gobierno central ha mostrado esta semana abiertamente sus diferencias en lo que se refiere al rearme europeo. Sumar ha decidido que no puede dejar todo ese flanco político libre a su gran rival, Podemos, se ha posicionado en el Congreso en contra del rearme y, tras coger carrerilla, también a favor de la salida de España de la OTAN.
En realidad, Sumar no ha podido votar en propiedad en contra del rearme español y europeo, en tanto en cuanto no es el término que está usando el PSOE. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ya venía usando desde hace varias semanas “seguridad”, ha sido bastante claro al respecto: a él no le gusta “rearme” y, más allá incluso de “defensa”, prefiere habla de seguridad. De hecho, en el seno de la Unión Europea (UE), ha dejado clara cuál es su postura al respecto, pero no en términos reales, sino en términos, digamos (aunque no es exactamente así), semánticos.
No es que el presidente del Gobierno esté contra el rearme de Europa debido a la amenaza rusa tras la orfandad respecto a los Estados Unidos de Trump, en propiedad está en contra del uso del término lingüístico de “rearme”, ya que él interpreta que de lo que de lo que cabe hablar es de ‘seguridad’. Así se lo ha hecho saber Sánchez a sus socios, tanto a los que le sostienen en el poder en España como al resto de países europeos. Europa no está en disposición de gastar –cualquier día algún político va a utilizar el término invertir, al tiempo– 800.000 millones de euros en armamento y que sus habitantes reciban el mensaje de que el continente se está rearmando, esa palabra no le gusta y considera que no es exacta, la palabra ni siquiera es defensa, como el ministerio, la palabra es seguridad.
Independientemente de cómo vaya a acabar el tema en España, donde difícilmente el PSOE conseguirá el apoyo para llegar al 2% anual en ‘seguridad’ de socios como Sumar, ERC, Podemos o el BNG, Sánchez se ha encontrado con un inesperado –y probablemente indeseado– socio, digamos, semántico: la presidenta del Gobierno de Italia, Giorgia Meloni, ha dicho públicamente que tampoco comparte el uso del término “rearme” y prefiere hablar de “ciberseguridad”. La política siempre hace extraños compañeros de viaje…