Como si fuera una de esas películas de acción de hace ya unos años, el gobierno de la Junta presidido por Juanma Moreno ha lanzado un paquete de medidas relacionadas con la Sanidad andaluza que podrían titularse 'Límite 72 horas'. Se trata, básicamente, de conseguir reducir los tiempos de espera en la Atención Primaria a tres días desde la fecha en que se pide la cita y se recibe la atención del médico o médica de familia. En definitiva, la Consejería de Salud busca volver a los estándares tipo que se manejaban con anterioridad a 2020, antes de la pandemia del covid.
En la actualidad, es fácil que el tiempo medio para obtener dicha cita ronde, e incluso supere, las dos semanas en Andalucía, lo que ha desvirtuado la consulta médica en Atención Primaria: la ciudadanía que realmente necesita atención médica inmediata va a las Urgencias de los centros de salud, lo que a su vez colapsa este servicio tan importante.
No obstante, a la espera de conocer con más detalle cómo se va a introducir este plan, los sindicatos ya han comenzado a manifestar sus reservas, cuando no abiertamente sus críticas, sobre el contenido que se ha avanzado de estas medidas. Lo que más se cuestiona por ahora es la proliferación de la cita telefónica, una modalidad que durante la pandemia dejó a las claras sus carencias. "No se puede convertir la Atención Primaria en un call center", afirman los sindicatos, buscando –y consiguiendo– un ejemplo que no puede ser más gráfico de sus reservas ante esta forma de consulta no presencial.
La Junta de Andalucía es consciente del importante problema que tiene con la Sanidad, pero es un hecho que no acaba de dar con la tecla, como ha quedado con el plan especial para reducir el tiempo de espera para la cita con el especialista y las intervenciones quirúrgicas, que apenas se han visto reducidas después de casi un año de puesta en marcha. No estamos en tiempo electoral en Andalucía, pero se ha doblado el ecuador del segundo mandato de Moreno y el PP es perfectamente consciente de que la Sanidad pública hoy por hoy es su posible talón de Aquiles ante una cita electoral.