Dejemos a un lado todas las decisiones y acciones que se hicieron mal la semana pasada. Sí, es cierto, son muchas y difíciles de olvidar cuando se habla de la despedida del mejor entrenador de la historia de un equipo de fútbol. Difíciles de olvidar y de entender. De no estar a la altura de los hechos consumados. Un desastre total.
Estando de acuerdo en la mayoría de las críticas y sentencias acaecidas durante la semana pasada con la salida de Cervera, entiendo que se ha de pensar por un momento en lo que importa verdaderamente ahora, que no es otra que la salvación del Cádiz en Primera división. Sea con Cervera, con Sergio González o con Guardiola, los jugadores que saltarán este martes al estadio son los que, a falta de que lleguen esos utópicos fichajes estrella del mercado invernal, tendrán que sacar al equipo de ahí abajo. Y es que ante el Español debería de empezar la remontada.
Toda esta perorata viene a colación por ver la actitud que va a tener la grada durante el partido de esta noche. Ya se conocen manifestaciones antes de disputarse el partido y durante los minutos uno y doce del encuentro se producirán varios cánticos. Y después de esto, todo lo que no sea animar a los once que estén en el césped, mostrará que no habremos aprendido nada en las décadas que el Cádiz estuvo vagabundeando por esos campos de Dios, como diría mi queridísimo Theo Vargas. Disfruten la categoría mientras se pueda.