Cantaba The Boss Springsteen en los ochenta. Esta semana se ha hecho viral el vídeo de una joven española que trabaja en Estados Unidos a la que han cobrado 1656 euros por una analítica. El país de las libertades es lo que tiene. Allí eres libre para morirte como un perro en la acera porque no puedes pagar tu tratamiento contra el cáncer, libre para tener varios trabajos y no llegar a fin de mes y libre para que te tiroteen por la calle. Vamos, el modelo que quiere Ayuso pero sin Mahou, ya sabes, comunismo o libertad.
La desigualdad en USA cada vez es mayor y el contagio por admiración en Europa, también. Pagar impuestos es demonizado, tanto allí como aquí, por los que más tienen y muchos de sus esclavos, que no llegan a fin de mes, le siguen repugnantemente el rollo. Si no, no se explican los resultados de las elecciones, porque las clases altas que pueden costearse esos indecentes gastos sanitarios no son mayoría en ningún sitio.
Sin ir más lejos, ayer un empresario me decía que en este país todo el mundo quiere ser funcionario y que falta el espíritu emprendedor americano. El susodicho, por supuesto, se quejaba de pagar impuestos y remataba con una frase que me desconcertó: — ¡Y ahora quieren que paguemos hasta por ir al médico!- culpando de ello al gobierno comunista. Cuando le recordé que en eso precisamente consistía el sueño americano, obtuve la típica respuesta —No hablemos de política, que tampoco vamos a arreglar el mundo-.
¡Ay, esos entrañables cuñados!: — “No hablemos de políticos que son todos iguales” — lo que se puede traducir como: — no hablemos de política que si por una vez en mi vida pongo mis neuronas a funcionar voy a tener que tragarme las gilipolleces que suelto y acabaré dando las gracias a comunistas, filoetarras e independentistas por hacer políticas más patriotas que VOX —. ¿Os imagináis la crueldad del momento del despertar? ¿Qué harán entonces con sus pulseritas de España y sus chalecos de Spagnolo?
No me gusta ser cruel — ¿a quién quiero engañar? —, pero esto es lo que pasa cuando tus intelectuales de referencia son Bertín Osborne e Iker Jiménez y votas a políticos como Juanma Moreno; el riesgo de la supuesta moderación que con su discurso de sonrisas te privatiza lo común, tal y como haría Trump.
La semana pasada una multitudinaria manifestación en Madrid reclamaba la lucha por la Sanidad Publica. Sin banderas de España hacían más por su país que cualquier patriota del postureo. Aquí, en nuestra nación, Andalucía, no tenemos los discursos incendiarios de Ayuso pero sí la misma estrategia de privatización. Ya tenemos órdenes de privatizar la Atención Primaria, y medio millón de pacientes han sido derivados de la pública a la privada en 2022. Vamos, el mismo plan de Madrid pero sin manifestaciones. Ellos tienen Mahou y nosotros Cruzcampo. Lo mires por donde lo mires salimos perdiendo, claramente.