Da igual lo que hagas, Pedro; seis debates o conseguir el pleno empleo. No hay nada que puedas hacer que haga cambiar de opinión a un votante de esta derecha radical que ilumina el primer mundo. El estilo Trump se ha impuesto: mentiras y odio. Quien lo vota, lo hace religiosamente y nunca mejor dicho. Bandera, mantilla y toros es la versión española, que hasta para eso somos cutres, del American Great Again.
Tu mal, presidente, tiene poca solución. Aspirar a la mayoría absoluta es utópico y con la verdadera izquierda —porque, reconócelo Pedro, vosotros de socialistas tenéis lo que yo de monja de clausura— no podéis contar. Lo de Sumar, Podemos y el resto de la tropa es muy triste, de película de los Monthy Pyton. Leí un estudio el otro día que decía que cuando al cerebro humano se le dan tantas opciones, se dispersa y desmotiva. Está claro que las Belarra, Montero y Díaz, no se lo han leído. Mucho feminismo y mucha unión pero luego cada una por su lado, ¡que no te aguanto tía! A ellas se les llena la boca diciendo que los heterosexuales de izquierda son un coñazo y que las mujeres representan otra manera de hacer las cosas, para acabar a bofetadas sin alcanzar ni un puñetero acuerdo. Como si fueran una panda de borrachos en la barra de un bar.
Da igual la amenaza de la extrema derecha, ya puede renacer Hitler o Franco, que la izquierda seguirá dándose ostias entre ellos y ellas. Porque, como todos sabemos, es mucho más importante pelearse por el poder y las listas que los mortales de a pie tengamos que esperar una semana para que te vean en atención primaria o esperar un año para que te operen. Qué más da que la educación pública se vaya al traste o que se nos conozca por todo el mundo como torturadores de animales, si mi culo no va el número dos en Madrid no hay más que hablar.
Pues este Pituffo se ha cansado de esperar y de vuestras mamarrachadas. Creo que la única solución para no tirar mi voto a la basura es votar a un partido de centro derecha como el PSOE. Susto o muerte, no queda más. Muchas gracias chicas, chicos y chiques. Gracias a ustedes, la extrema derecha llegará al poder en mi país. Estoy convencido de que el vicepresidente Abascal os lo agradecerá con una bandera de España y una invitación a los toros.