Dado lo que nos ofende a los andaluces, quizás deberíamos replantearnos nuestras prioridades vitales. En nuestra tierra, un sketch humorístico sobre la Virgen del Rocío, con más gracia o malaje —eso va al gusto de cada uno— nos enciende las ínfulas y el cabreo popular resultante le da a Juanma Moreno una diana absurda para que los borregos miren el dedo y no la luna. La idiosincrasia de parte del pueblo andaluz —la mayoría, según las elecciones— es inescrutable y su forma de entender el humor, algo peculiar.
Bromas con santos y vírgenes ni una, que eso, aquí, es cosa seria. Por estos lares nos reímos con temas más livianos y, conocedor de ello, nuestro Gobierno moderado hace comedia todos los días. Como reconozco ser admirador del gran Eugenio, y siempre me han hecho gracia la malaje y el soserío catalán, me vais a permitir que os cuente unos chistes que hacen mucha gracia a mis compatriotas de la blanquiverde: ¿Saben aquel que diu… un gobernante moderado que desmantela la Sanidad pública? El nota, la lleva a listas de espera insoportables, cabrea a sus profesionales, consigue que se ofrezca una atención pésima y la dota de recursos nefastos repletos de vacío postureo. ¿No lo conocíais? Pues aquí a la mayoría absoluta de andaluces que les vota les hace mucha, mucha gracia.
Ahí va otro, ¿sabéis el chiste de la escuela pública desprestigiada, con colegios en la ruina y cierre de líneas educativas? ¿Tampoco? ¡No fastidies! ¡Pero si es tela de gracioso! Totá, si yo llevo a mi hijo a los Maristas… Jajaja, ¿no os hace gracia? Joder, pues no lo entiendo, voy a contaros el último y, si no lo pilláis, es que todavía no le habéis cogido el punto al humor andaluz: ¿Sabéis el de Doñana? En este, el presi y sus coleguis de Vox se pasan por el forro la UE y las advertencias de científicos y ecologistas para llevar a cabo un crimen medioambiental de consecuencias catastróficas. ¡Y jaja, y jaja…! ¡Ay, es un no parar de reír!
Y es que los chistes del Juanma son como los de de Arévalo, malos de cojones pero la gente se descojona con ellos. ¡Con lo soso que parece el tipo y es un comediante de primera! Sus amigos, los dueños de la sanidad privada y los curas de los concertados se parten la caja.
Pero lo más cómico de todo es que aquellos que tienen que parar esta debacle neoliberal son nuestros Monty Python: esta izquierda con sus peleas y narcisismos extremos, mientras a algunos nos hacen llorar porque no le vemos la jodida gracia, a todos estos señoritos y a los santos inocentes que los votan les hacen reír sin parar. No puedo más, está claro que yo no tengo ni la mitad de gracia que Moreno Bonilla, así que aquí me despido hoy, sin ganas de reírme pero con un último mensaje para las que quieren sumar y las que no paran de restar: Dejaos de ostias y poneos a currar juntos de una puta vez. Ya está bien de chistecitos.
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