Que los gays no deban reivindicar y que sólo lo tengan que hacer por los mismos motivos que los heteros es una maldad. Una maldad que Ayuso ha perpetrado en un discurso. La condición sexual, cómo amas y sientes no te excluye de reivindicar los mismos derechos que nos atañen a todos. En esta falacia donde pican los tontos, donde se obvia deliberadamente que todavía se asesinan, humillan, menosprecian, agreden y se excluye a la gente por su forma de amar, Ayuso, intenta que su lucha quede equiparada con quienes no tienen ningún motivo por reivindicar salvo por los estándares habituales: la lucha por un convenio colectivo, el derecho a la integración de las personas con discapacidad, la sanidad pública y una justicia barata y rápida, por poner varios ejemplos.
Agrupar y silenciar su motivo de lucha es maldad, falta de empatía y silenciar la infamia. Es como si dijéramos que los problemas de racismo y su lucha no están legitimados porque tienen que silenciarse y sólo entregar su esfuerzo en lo que nos ocupa a la generalidad de lo que esta sociedad considera como normal. Pero esta sociedad no considera normal a los gitanos, maricones, lesbianas, negros, moros, pobres, autistas, tartamudos, cojos, sordos, gordos... La lista podría ser inmensa pero no es cuestión de cansaros.
No prives a ningún colectivo vilipendiado y humillado por la sociedad a lo largo de la historia hasta que en el último confín del mundo todos y cada uno de ellos sea feliz. Como tú. Tan sólo como tú, si de verdad lo eres.
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