Fermín Requena Díaz fue un maestro nacido en Higuera de la Sierra en 1893. Fallece en Antequera el 18 de diciembre de 1973. Conmemoramos en este mes, por tanto, el cincuentenario de su muerte. Una fecha que se ha traducido en varias actividades en esa localidad, como la Real Academia de Nobles Artes de esa ciudad.
Fermín estudia magisterio y consigue su primera plaza en Algeciras en 1916. Cuatro años más tarde, se traslada a una escuela de primaria de Melilla. Entre 1920 y 1936 desempeña una intensísima labor cultural, intelectual y docente. Posteriormente, en la Guerra Civil, es sancionado y condenado por sus actividades andalucistas a desplazarse como docente a Algeciras y luego Antequera.
Uno de los más desconocidos de Requena es su íntima afinidad al andalucismo. Sabemos que él e Infante ya mantienen una amistad ideológica, en 1922. Ese año, Fermín manda un ejemplar de su libro Algeciras durante el periodo de dominación musulmana. Algunos apuntes históricos con la siguiente dedicatoria: “A D. Blas Infante, su correligionario y amigo”. Esta nota está firmada el 18 de marzo de 1922. De igual modo, encontramos el folleto de José Andrés Vázquez, secretario de la comisión organizadora de la Asamblea Regional Andaluza de enero de 1993 y condenado por masón a 12 años y un día de reclusión menor e inhabilitación absoluta perpetua en 1947, titulado La reivindicación de Andalucía en el Congreso de la Paz, dedicado a Fermín: “A Fermín Requena cordialmente, José Andrés Vázquez”. Pero los datos más destacables que demuestran su estrecha vinculación son la Agrupación Liberalista Andaluza de Melilla y la revista Vida Marroquí.
En la Segunda República se crea en Melilla la "Agrupación Liberalista Andaluza", bajo la presidencia de Fermín. Su manifiesto fundacional va dirigido a "todos los melillenses, colonia andaluza de Melilla y elementos musulmanes y serfaradíes (sic) descendientes de 'El Andalus' (sic)". Los melillenses componen un grupo comprometido desde antes del comienzo de la República. No es de extrañar que, con el inicio de las actividades nacionalistas en la península en 1.931, Fermín apoye su labor. En efecto, durante el mes de abril de 1931 se expone una memoria sobre la "futura estructuración de Melilla ante la República Federal". Allí se plantean tres posibilidades: o bien alcanzar el status de "ciudad libre como un estado más dentro de la Federación"; "la ciudad adscrita al Estado que dentro de la Federación" esté más próxima, es decir, Andalucía; o Melilla "como territorio de soberanía Federal, el más ligado al poder central". La Constitución republicana se decantará por la primera alternativa, ya que en su artículo octavo establece: "Los territorios de soberanía del Norte de África se organizarán en régimen autónomo en relación directa con el poder central". Los andalucistas son partidarios de la segunda opción:
"Melilla en la República Federal, no puede tener más que una situación, la de ciudad andaluza, porque siendo andaluza es también musulmana, y siendo musulmana es lazo amoroso de unión y fraternal cariño entre poblaciones blancas y risueñas del sur español, y las otras poblaciones, risueñas y blancas del noroeste africano".
Las actividades andalucistas son numerosas. La más innovadora, en comparación al resto de grupos andalucistas de estos años, es la utilización de una emisora de radio "E.A.J. 21-Radio Melilla" para sus fines. En efecto en abril de 1.932 se anuncia que los organizadores de esta radio han enviado una circular a la Agrupación Liberalista ofreciendo su micrófono. Ellos responden aportando su colaboración y, en 1.935, la emisora desarrollará "una amplia y hermosa labor de andalucismo, en emisiones constantes de conferencias, música, deportes, etc.". Se recitan poesías o se radian espacios andalucistas. Por ejemplo, el 20 de septiembre de 1935 se organiza una de estas sesiones en la que Fermín Requena imparte una conferencia sobre el "Alma mora de Andalucía", recita composiciones como "Reina Andalucía", "Jaén", "Almería", "Cádiz", "Málaga", "Granada", "Sevilla", "Huelva", "La mujer malagueña" y "Evocación", todo ello acompañado por el "gran maestro del guitarrismo, e intermedios flamencos a cargo del notable cantaor Alfonso Aradilla 'Niño de Colón'". Al final, se retransmite, por primera vez en la historia de Melilla, el Himno de Andalucía, interpretado al piano por Francisco Beltrán.
“Vida Marroquí” nace en 1926 y deja de publicarse diez años más tarde. Fermín estuvo como su director ininterrumpidamente. Medio de conocimiento mutuo entre las comunidades judías, musulmana y cristiana existentes en el Protectorado, son muchos los artículos que tratan de descubrir y explicar al lector aspectos desconocidos de las distintas culturas presentes en el Norte de Marruecos. Fue, además, la única revista de implicación o militancia andalucista que sale a la calle semanalmente en plena Dictadura de Primero de Rivera, durante el gobierno de las derechas en la República, durante los momentos álgidos del proceso autonómico andaluz... Y durante todo ese tiempo, se convierte en un fiel testimonio de la labor realizada más allá del Estrecho por este grupo de andalucistas, que tenían entre sus objetivos la unión del Protectorado con Andalucía.
A partir de 1931, la implicación de “Vida Marroquí” con el andalucismo es mucho más evidente. El 17 de mayo publica en la primera página el programa mínimo, o aspiraciones del Centro Andaluz, mantenidas por de la Junta Liberalista de la Agrupación Republicano Federal, firmado por Blas Infante, Rafael Ochoa, Mariano López Muñoz y Francisco Chico, en Sevilla. De dicho manifiesto, la dirección de la revista subraya en negrita del original los puntos 10 y 11 en los que se afirma: “el Estado federal español delegue en Andalucía las relaciones internacionales con los pueblos africanos y de Oriente” y “máxima protección por el Estado andaluz de los andaluces musulmanes y judaicos expulsados del territorio andaluz, y que se tengan en cuenta con igual preferencia que los demás andaluces para la colonización en Andalucía de los terrenos vacantes”.
A partir de entonces, "Vida Marroquí" proporciona continuas referencias de la marcha del Estatuto y de las actividades de la Junta Liberalista peninsular. La revista se convierte en la crónica semanal del andalucismo de la República, con un despliegue de medios que hace olvidar las distancias geográficas.
Durante la Guerra Civil, Fermín es encarcelado en Melilla en el campo de concentración de Zeluán. Así lo demuestran los trabajos de Elena Fernández Díaz y M. Isabel García Lafuente. El Rectorado de Granada lo suspendió de empleo y sueldo por tres meses, resolviéndose su caso por Orden de 4 de diciembre de 1939, que dictó su reingreso en el servicio, pero con la sanción de traslado fuera de la provincia, prohibición de solicitar cargos vacantes en un período de 5 años y con la inhabilitación para el ejercicio de cargos directivos y de confianza. Por su parte, el Tribunal de Responsabilidades Políticas de Melilla y el de Madrid lo condenaron el 29 de diciembre de 1939 al pago al Estado de 4.000 pesetas de indemnización, sancionándolo también con la inhabilitación de desempeñar cargos de mando y de confianza del Gobierno que pudieran otorgársele en su profesión de maestro nacional. Fermín solicitó la revisión de su expediente en 1940, estando ya destinado en Algeciras y cumpliendo la sanción impuesta de traslado, la cual fue nuevamente ratificada por la Comisión Depuradora Nacional en octubre de 1941. Cumplió su condena hasta 1947, cuando obtuvo una escuela con vivienda en Antequera (Málaga). En esa ciudad se jubila por su edad el 7 de julio de 1963 y fallece diez años después.
Para saber más: Manuel Hijano del Río. La revista Vida marroquí (1926-1936). Aljamía. Revista de la Consejería de Educación en Marruecos, ISSN-e 2351-9371, Nº. 32, 2021, págs. 35-52.
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