Al final no asistí a la inauguración de la Glorieta de la Enseñanza Pública. Me pareció un homenaje del gato al ratón: el PP haciendo carantoñas a la Pública.
No, aquí hay gato encerrado, seré muy desconfiado, pero eso solo podía ser postureo y bienquedismo. Todos los gatos saben qué hacer cuando ven un ratón, es algo innato. Algo no me cuadraba.
¿Cómo va a homenajear el partido de la derecha, del negocio, del pelotazo y del dinero a la Escuela Pública? El mismo partido que expulsa a las clases medias de lo público y que hace que la Educación y la Sanidad se conviertan en instituciones de beneficencia.
El mismo partido que contempla que en los últimos años hayan cerrado centros públicos en Cádiz, mientras la patronal de la concertada -una unidad de destino en lo comercial- se relame de gusto. Hoy, en Cádiz, la pública es subsidiaria de la concertada. Es el mismo partido que permite una competencia desleal entre los concertados (cuotas ilegales, sutil filtrado de alumnos…) y los públicos, a los que debería arreglar y dignificar. Sin embargo, los ningunea y despeatonaliza sus entornos escolares, y les vale con una carantoña a los sufridos centros públicos.
Mardito roedore.
La Delegada de la Junta en Cádiz, una calamidad sin más criterio que las órdenes de Sevilla y su propia insensatez, achaca estos cierres ¡al descenso demográfico! Opinión que comparte el alcalde de la ciudad.
Oh, la demografía, recurrente saco de los palos. ¿Cómo explicar a estas eminencias educativas que mientras en Cádiz se cerraban centros, todos públicos, la concertada no perdía ni una sola línea? ¿La demografía afecta a unos centros y a otros no?
¿Cómo explicarles que la pública tiene alumnos y la concertada clientes? Su incultura se exhibe diciendo que en la vida todo es mercado.
¿Cómo convencerlos de que lo público no es más caro? ¿Cómo aclararles que la independencia de pensamiento y religión no es adoctrinamiento, sino precisamente libertad?
Pobres ratones, el mismo día y en el mismo diario, la Consejera de Educación ofrecía unas cifras destinadas a confundir y arrimar clientes a los suyos. Venía a decir que las bajas del profesorado en la pública eran ‘alarmantes’. A alguien se le olvidó decirle que hiciera una sencilla operación aritmética: pasarlas a porcentaje. Y da 3,58%, cuando la media nacional total es de 4,9%. Una puñalada trapera que no se hace con ningún gremio laboral.
Solo se atreven con los pobres ratones. Que además aceptan medallitas de hojalata.
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