Entra el mes de julio y el sistema sanitario parece que cierra por vacaciones.
Dice @malagahoy: Alertan que el "recorte" estival del SAS en Málaga obligará a cerrar camas y consultas. Profesionales y sindicatos ven “insuficiente” la contratación para el verano y advierten que se “dispararán” las listas de espera. Vacaciones para unos y “pesadilla” para otros, los que se quedan al pie del cañón y tienen que sacar el trabajo con una contratación “absolutamente insuficiente” para suplir a los compañeros que están de descanso. Cierre de consultas, quirófanos y camas de hospital; en resumen, más demoras y mayores listas de espera.
@elconfidencial: El hospital que es el símbolo de la sanidad de Moreno, cierra 3 de cada 4 camas en verano. Y @diariodesevilla añade: El Hospital Militar 'cierra' por vacaciones. Los sindicatos critican el plan de verano que sólo contempla la operatividad de 91 camas de 234. Los profesionales serán trasladados al Virgen del Rocío para cubrir vacantes
El SAS explica que la planificación está basada en "antecedentes históricos de demanda asistencial". Y @lavozdelsures: Denuncian el cierre del Hospital Militar de Sevilla en verano: sólo habrá 91 camas disponibles. Los sindicatos alertan de una reducción drástica de personal en el plan vacacional de este verano y convocan una protesta este viernes frente al Muñoz Cariñanos. O @elmundoes: El Hospital Militar de Sevilla se queda bajo mínimos en verano por falta de personal.
Y otros periódicos como el libre.es dicen: Los sindicatos braman contra la falta de personal en el SAS y el cierre durante el verano de la práctica totalidad del antiguo Hospital Militar de Sevilla
@el_pais: El cierre del 61% de las camas del Hospital Militar evidencia el verano de servicios mínimos que afrontan los centros hospitalarios andaluces. Los sindicatos denuncian la falta de contrataciones que contempla el Plan de Vacaciones o la reducción de servicios para ajustarse al presupuesto destinado a personal establecidos por la Junta.
@Smandaluz: El SAS cierra camas en verano sólo por criterios económicos.
@diariodehuelva: Cierre de camas, quirófanos y centros de atención primaria: el duro verano sanitario que llega.
@ideal_granada: Satse Andalucía denuncia que el Hospital Torrecárdenas cerrará 90 camas en verano. Dicen que el SAS provoca una menor demanda "al paralizar las consultas externas, intervenciones quirúrgicas no urgentes y pruebas diagnósticas".
@la_ser: El Sindicato Médico Andaluz protesta ante el Parlamento por la "falta de diálogo" con el SAS y prevé nuevas movilizaciones. Advierten que la atención primaria podría entrar en situación crítica y colapsar.
Y así podríamos seguir con cuentos de noticias en todos los periódicos por denuncias de colectivos, sindicatos, partidos políticos y pacientes.
Pero en 1999, @el_pais titulaba: La supresión de 2.600 camas de las 9.000 disponibles en los hospitales de Madrid para este verano, ante el descenso de pacientes, ha desatado las críticas del sindicato mayoritario de asistentes técnicos sanitarios, el Satse.
En 2018, titulaba @el_pais: Los enfermeros denuncian el cierre de 14.000 camas en verano en toda España.
Es decir, que la sanidad española cierra en vacaciones. El problema es que después de la pandemia, con una sanidad tocada y con una atención primaria, sin saber cómo va a salir de aquí, los recortes le dan una estocada importante a la sanidad pública.
El problema no es que haya ciertos recortes para que los y las profesionales tengan vacaciones, sino que el problema es que se está dejando la sanidad sin profesionales para hacer casi lo mínimo y atender lo básico del sistema.
Y me hago algunas preguntas: ¿Es un problema de inversión y organización? ¿Realmente faltan profesionales? ¿Cuál es el futuro del servicio público de salud?
El número de plazas MIR se ha incrementado en tiempos de Pedro Sánchez más del 40% después de la bajada que hubo en tiempos de Rajoy. Es verdad también que nos faltan médicos en determinadas especialidades. Y también es verdad que faltan muchas enfermeras, más de 120.000 para estar en números europeos. Y también es necesario incorporar otros profesionales al sistema: fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicólogos y neuropsicólogos, podólogos, farmacéuticos...
Ademas, si miramos la atención primaria, es necesario decir y repetir que tener al médico de familia haciendo papeleo es un desperdicio de valor inasumible para el país y que es necesario un plan de choque que transforme la atención primaria en España.
Lo que sabemos es que el médico, en una gran parte de su tiempo, se dedica a tareas en las que no aporta valor, no hace trabajo de médicos/as, sino burocrático que podría hacer otra persona del equipo y le quita tiempo para curar a sus pacientes, hablar con ellos, tener empatía. Medimos la actividad de los médicos de familia por el número de consultas que hacen al día, y eso es un disparate porque su trabajo es mucho más que eso. Contar la actividad como número de visitas que se hacen al día es un enfoque distorsionado y por el lado de la oferta. Lo que deberíamos hacer sería mirar más cuánto tiempo tiene que esperar una persona para acceder a su médico de familia, que debería ser instantáneo. Si se tarda 10 días en ver al médico, el sistema no está funcionando.
La pregunta es que podemos hacer en este entorno: es posible que alguien pueda recibir un servicio adecuado en verano. Y la pregunta última a hacernos: ¿Cuál es el futuro del servicio público de salud? El otro día leía un documento que hablaba de:
1) Un pacto por la gobernanza del sistema (no solo entre gobiernos o partidos políticos). Con participación activa de pacientes y de profesionales y el conjunto de agentes del sector.
2) Una mirada hacia las listas de espera, resultados en salud, cronicidad, obsolescencia, retrasos en la incorporación de terapias, inequidades y malestar profesional.
3) Una concepción integral del sistema abierto a la colaboración de todos los escenarios, siempre desde los principios de las prioridades públicas, la transparencia y la seguridad jurídica.
4) Incrementos de financiación ligados a mejoras concretas. No con el objetivo de sanear el sistema para hacer más de lo mismo, sino asociados a escenarios específicos. De la mano de transformaciones organizativas para permitir una gestión eficiente de los centros y un impulso a las estrategias de no hacer.
5) Un nuevo modelo de gobernanza incorporando la voz de pacientes y de profesionales en todos los niveles: macro, meso, micro.
6) Un impulso a la gestión pública eficaz: ofreciendo autonomía en la gestión, disminuyendo burocracia, con consenso, transparencia, política de evaluación y rendición de cuentas.
7) Un modelo asistencial actualizado: potenciando la necesaria transformación digital que ofrezca una atención primaria más operativa e inmersa en la comunidad; una desburocratización de las consultas con nuevos roles profesionales y un papel más protagonista de las enfermeras; creación de redes asistenciales para los procesos (sobre un escenario multiprofesional y multinivel); potenciar la actividad no presencial como soporte; atención domiciliaria; organización por procesos en los hospitales; mayor conexión entre servicios sociales y sociosanitarios; y un impulso a las enfermeras gestoras de casos.
8) Una mejora de la autonomía y del reconocimiento a los profesionales (mejoras retributivas, ajustes de la temporalidad laboral); mayor autonomía en la selección de profesionales; un régimen basado en gestión por competencias, incentivos por desempeño, formación continuada, participación en la gestión, estímulo de la movilidad; carrera profesional no ligada solamente a la antigüedad o a la promoción jerárquica.
9) Sobre la evaluación de resultados y la transparencia: siendo crítico desarrollar un conjunto de indicadores tanto de recursos, como de actividad, como de resultados, de tal manera que podamos comparar el comportamiento del sistema.
10) Promoviendo la innovación y el desarrollo para el conjunto de la sociedad: con el objetivo de aportar conocimiento y generar nuevas iniciativas, convirtiendo al sistema un otro motor de la economía.
Yo, ante ello, digo que necesitamos invertir, organizar y reordenar. Aquí en Andalucía, todo es “parche Sor Virginia” y no un proyecto de futuro, que alcance a pacientes, asociaciones, sociedades científicas y partidos políticos y sindicatos. ¿Es posible ello en un contexto político tan polarízalo? Quien sabe.