Mi relación con Pablo tiene más de un año de vida. Intentamos acercarnos a través de mensajes y generó la historia de hacer un pódcast. Me contó también su necesidad de ir al psicólogo para ayudarse a él mismo. Es un aspecto que me gustó de él. Y me fue contando cómo sus ideas iban poniéndose en dibujos con sus dos personajes que iban sacando aspectos para mejorar la salud mental.
Me envió sus dos libros, los cuales he disfrutado muchísimo. Cojo uno de ellos “Esas cosas que nos p(a/e)san” y me encanta contar algunas cosas que él dibuja con unas viñetas preciosas.
Empieza dando la bienvenida a su vida, poniendo una alerta ¡Peligro!, Hay frecuentes desprendimientos.
Cuenta que es bastante perfeccionista; que le gustan los deportes de riesgo y que tiene un doble grado en sacarle punta a todo y en saber gestionar sus emociones).
Añade: “Me repito constantemente mantras como ilusiónate, pero con moderación, aunque luego pasa lo que pasa”.
Apunta que se podría pasar toda la vida dudando para elegir la mejor opción. Y en ocasiones piensa que toma demasiadas malas decisiones.
Se dice optimista por naturaleza. Y la risa es su forma preferida de escapar.
Estas palabras forman parte de las primeras 13 páginas del libro Esas cosas que nos p(a/e)san que ha escrito Pablo R. Coca, @occimorons que nació el 4 de abril de 2020, durante la cuarentena, mientras dibujaba con su hermana. Al día siguiente subió su primera viñeta a Instagram.
La historia en viñetas, cuenta él en la última hoja del mismo, muestra el proceso por el que puede pasar cualquier persona hasta que pide ayuda.
Y adentrándome un poco más en él, leo una entrevista en la Confederación Salud Mental de España, donde a la pregunta En tus viñetas mezclas ingredientes de reflexión, concienciación, crítica y denuncia sobre la salud mental. ¿Qué es lo que quieres reivindicar? En ellas, los dos personajes, Occi y Morons, mantienen conversaciones sobre los vínculos afectivos, la productividad, el cansancio o la situación que estamos viviendo respecto a la salud mental. Quiero que la gente las use para hablar de estos temas, que no se hablan, con sus amigos, amigas, familia o con quien sea. Es muy bonito cuando la gente me dice “esta viñeta es la que necesitaba porque me hace entender cosas y me siento menos culpable de lo que siento”. Esto también da sentido a mi proyecto.
Sobre: Te refieres a tu libro como “un cómic para normalizar que está bien pedir ayuda”, ¿existen tabús a la hora de hablar de lo que nos pasa, y de pedir ayuda? ¿Cuáles son esas barreras que impiden que muchas personas reciban la atención que necesitan? Aún existen bastantes tabús y barreras a la hora de pedir ayuda. Es algo que reflejo en mi libro, a veces pensamos que somos los únicos que nos planteamos ciertas cuestiones, cuando realmente no es así. Por ejemplo, existen familias donde los hijos no pueden expresar que necesitan ayuda, porque sus padres considerarían que son cosas de la edad, “tonterías”, o en las que no dicen que están yendo al psicólogo porque les dirán que son personas frágiles, haciéndoles sentir aún peor. Otra barrera muy importante es la económica. Pedir ayuda profesional a un psicólogo no es gratis ni barato.
Con tus viñetas tratas de cuestionar mandatos sociales que cargan sobre nuestros hombros el peso de “estar bien” y de “superar” cualquier adversidad gracias a la voluntad individual, que nos dicen “tener que poder con todo”. ¿Cómo crees que afecta esta manera de pensar a la salud mental? La idea que atraviesa mi cómic “Esas cosas que nos pesan” es que estos mandatos sociales también nos acaban pesando. Nos hacen creer que podemos con todo y que si pedimos ayuda hemos fracasado como personas. Esperamos un día, un mes e incluso años, porque existe una cultura que invalida, nos dice que somos culpables de nuestro malestar y que con fuerza de voluntad y una sonrisa se nos pasará. Estas ideas hacen que la salud mental se piense de manera individual, pero nuestro contexto, historia de aprendizaje y circunstancias influyen en nuestra salud mental mucho más de lo que creemos.
Un psicólogo-dibujante que con sus viñetas ayuda a mejorar la salud mental y prevenir el suicidio.
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