Para quienes hace poco más de cinco años luchábamos contra la reforma de la Ley del Aborto que pretendía, el por aquel entonces Ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, o como él planeaba llamarla, Ley Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la Embarazada, la consigna “fuera sus rosarios de nuestros ovarios” se convirtió en el grito de guerra común de las numerosas manifestaciones y concentraciones que se convocaron desde el movimiento feminista de mujeres para defender nuestro derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo y sobre nuestra maternidad.
Pero cuando ya pensábamos que éste había caído en desuso, excepto para responder a los ataques sexistas y antiabortistas de los obispos más beligerantes en la defensa de las posiciones ultramoralistas de la Iglesia respecto a los derechos de las mujeres, resulta que nos vemos obligadas a desempolvar la citada consigna, para evitar una vez más, la intromisión en nuestros ovarios ante el nuevo panorama que se nos presenta a las mujeres andaluzas.
Y ello es debido a que esta semana hemos conocido, tras la publicación en el BOJA del pasado 8 de enero, el desafiante y llamativo nombramiento de Trinidad Lechuga, médico de familia y actual directora del Secretariado para los Cristianos Perseguidos de la Diócesis de Córdoba, así como persona de confianza de Demetrio Fernández, el controvertido obispo de Córdoba, como la nueva Coordinadora de la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva de Andalucía, por parte la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, en lo que parece un nuevo pago del Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos a la formación ultraderechista de Abascal, en agradecimiento al apoyo brindado por Vox para lograr el Gobierno de la comunidad andaluza.
El nombramiento lo han tratado de argumentar y justificar por la conveniencia de contar con una persona que coordine el conjunto de iniciativas que afectan al ámbito de la salud sexual y para el cumplimiento de los objetivos propuestos por el Gobierno de la Junta de Andalucía de PP y Ciudadanos, a instancias de Vox, en materia de salud sexual y reproductiva. Aunque me temo que estas iniciativas no serán favorables a los derechos de las mujeres.
Así, vemos que con todo lo luchado y conseguido por las mujeres hasta hoy, en la defensa del derecho a decidir de la mujer sobre su cuerpo y su maternidad, parece que con este nombramiento del Gobierno andaluz, el trifachito formado por PP, Cs y Vox pretende legislar en nuestros ovarios con sus rosarios. Muestra de ello lo encontramos en las declaraciones del portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, Alejandro Hernández, que “espera que la nueva responsable de la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva de la Consejería de Salud y Familias de la Junta, Trinidad Lechuga, sea consecuente con lo que ha venido defendiendo, en su postura a favor de la vida y en contra del aborto”, coincidiendo con la postura de Vox contraria a la ley del aborto que regula la interrupción libre del embarazo.
Pero, ante este nuevo frente abierto por Vox en su mezquina cruzada contra las mujeres, lo que parecen olvidar de nuevo es… que no se lo vamos a permitir y que no se lo vamos a consentir. Así, ante el nuevo ataque de Vox, con el apoyo y beneplácito de PP y Cs, a uno de los derechos más fundamentales de las mujeres, como es el derecho a decidir, éstos se encontrarán una y otra vez con los movimientos de mujeres, luchando y gritando “fuera sus rosarios de nuestros ovarios”, para defender y proteger nuestro libre y legítimo derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra maternidad. Y que, una y otra vez, y las que hagan falta, se verán las caras con el movimiento feminista diciéndoles, alto y claro que seguiremos luchando, todas juntas y unidas, para defender nuestros legítimos derechos como mujeres.
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