Y un banco con tres patas

Las cartas a los Magos de Oriente llevan, con los años, a una petición de fibras naturales y desgraciadamente mayormente a las derivadas del petróleo

Iván Casero

Ingeniero de Montes.

Los Reyes Magos, a su paso por Cádiz el pasado año.
Los Reyes Magos, a su paso por Cádiz el pasado año. MANU GARCÍA

Estamos en una carrera continua, un estrés en todo y para todo, leemos en oblicuo en la pantalla digital del móvil, visualizamos vídeos de no más de minuto y medio, la comida -es oro- no tiene su tiempo y el desayuno suprimido por un simple café a base de rápidos sorbos, las compras a base de clics, con recogidas en puntos a tal efecto -los vecinos apenas se conocen-, bebidas energéticas en ambientes juveniles los fines de semana y gin-tonics para los mayores.

Toda la biblioteca de Alejandría en un libro electrónico sin marcapáginas, pastas duras ni roce de las mismas, una maleta con ruedas locas preparada en la entrada de casa y vámonos que nos vamos.

Más allá del minuto, tenemos los segundos que es lo primero a pesar de estar entre cuatro paredes y no ver más allá. Sin un plan de vida feliz y así nos va. No sé por qué queremos tener de todo, a todas horas y en todos los sitios, en vez de disfrutar lo único, y auténtico en momentos específicos, viviendo el momento sosteniblemente.

Vamos al galope, necesidad de comprar imperiosamente -y de descambiar no digamos- pues un regreso a casa con un cúmulo de bolsas, parece un éxito de un reconfortante día -más del 10% de las prendas que se recogen en los contenedores de ropa usada llevan puesta su etiqueta con el precio pagado-.

Las cartas a los Magos de Oriente llevan, con los años, a una petición de fibras naturales y desgraciadamente mayormente a las derivadas del petróleo, en esos regalos envueltos con brillo, lazos y cartelitos de destinatario incluido.

Flashes, carrusel de luces, tanta información comercial que desbordan los artificiales deseos, y por qué no decir marean en compras difíciles de justificar. ¿Quién ha pedido esto? ¿Y qué hago yo con esto? “No te preocupes que se ha inventado Milanuncios o Wallapop, para deshacerte”, mientras pensativo reflexionas sobre la verdadera necesidad.

Creo que este año voy a pedir cosas muy básicas, Salud, para todos basada en una alimentación certificada ecológica y local, incluida la atención del médico de familia que tanta falta hace, Trabajo, para todos, incluidos los jóvenes tan formados, sin poder empezar a demostrar su energía juvenil e independencia, y Amor, para todos los que quieren vivir en sociedad, biodiversa, sin odio y en paz.

Por ello sencillamente voy a pedir un banco con estas tres patas -estable por definición- para ponerlo en parques, plazas y en aceras de nuestras calles. Espero ansioso me lo traigan.

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